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El ojiazul comenzo a tocar mi piel, sentia sus dedos deslizarse sobre mi estómago, mi respiración se aceleraba.
Tener los ojos cubiertos me hacia recordar el encuentro en la cabaña con Aizawa y no queria darle más pistas de quien era la otra persona.

T/N: Dabi, no me gusta esto! Prefiero que me ates.

Mi cuerpo dejó de sentir el tacto del otro pero podia escuchar como la hebilla del cinturon hacia ruido.
El frio metal toco mi piel y la voz del ojiazul resono.

Dabi: Asi que prefieres que te ate?...Entonces eso hare.

Sin destapar mis ojos, tomo mis muñecas y las ato con su cinturón.
Senti como se puso sobre mi, su lengua recorria mi cuello.

T/N: Dabi, Quitame la venda!

Dabi: Y sino lo hago, qué?

Luego de decir eso, cerro el amarre del cinturón para que mis muñecas quedaran firmes.
Sus manos estaban sobre mi estómago, empezo a moverlas hacia arriba para quitarme la ropa y dejar mi sosten al descubierto. Su boca estaba en la zona, su lengua recorria el borde mis pechos hasta que senti sus dedos jugar con mis pezones.

T/N: Dabi, quitame la venda!

Dabi: Un poco más! Me gusta ver como te desespera el no saber que hare.

Subio mi sosten para asi comenzar a besar mis pechos, sus labios rodeaban mis pezones, su lengua los rozaba. Estaba enloqueciendome, tomo mis piernas y las puso sobre su cadera para frotar su entrepierna con la mia y asi hacerme sentir su erección.
Sus jadeos se hacian presentes, la temperatura de mi cuerpo no dejaba de subir.

T/N: Dabi quítame esto.

Dabi: Que haras si no te saco la venda?

T/N: Touya...por favor

Dabi: Sabes como hacerme sonreir.

Senti como sus manos rozaban mis orejas, subiendo la remera que cubria mis ojos, él quedo sobre mi, apoyando sus ante brazos en la cama, dejando su boca a centimetros de la mia.

Dabi: Eres tan tentadora pero voy a dejar el juego y ponerme serio.

Ajusto el cinturon en mis muñecas, deslizó su lengua por mi labios y se dirigio a mi cuello, lo mordia con fuerza, sus manos presionaban mis pechos, su lengua volvio a darle atenciones a mis pezones.
Una de sus manos recorrian mi cuerpo hasta llegar a mi entrepierna, sus dedos llegaron al lugar y comenzaron los movimientos, sus dedos recorrian mi clitoris presionandolo suavemente, mi cuerpo liberaba espasmos mientras que la mano que tenia libre presionaba mi cuello.

Dabi: Sino puedo vendarte, pondre mis manos en tu cuello. *lo presiono*

Continuo con su manos en mi entrepierna, introdujo uno de sus dedos mientras mordia uno de mis pechos, a pesar de lo que estaba haciendo no era tan brusco como otras veces, la temperatura subia sin control, el ojiazul se detuvo, se puso de pie y t...

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Continuo con su manos en mi entrepierna, introdujo uno de sus dedos mientras mordia uno de mis pechos, a pesar de lo que estaba haciendo no era tan brusco como otras veces, la temperatura subia sin control, el ojiazul se detuvo, se puso de pie y termino de quitarse la ropa, acto seguido, me quito el agarre de las muñecas solo para desnudarme por completo

Continuo con su manos en mi entrepierna, introdujo uno de sus dedos mientras mordia uno de mis pechos, a pesar de lo que estaba haciendo no era tan brusco como otras veces, la temperatura subia sin control, el ojiazul se detuvo, se puso de pie y t...

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y volver a sujetarme pero esta vez mi espalda quedaria a su merced.
Sin perder tiempo comenzo a morderla y rasguñarla, se acomodo mas cerca para que su pecho quedara pegado a mi espalda y clavo sus dientes en mi nuca con su mano presionando mi cuello, un gemido timido salio de mi boca.

Dabi: Entonces esto es lo que te gusta, bonita pervertida.

Volvio a morder mi nuca deslizo su lengua por uno de mis hombros y clavo sus dientes ahi mientras su mano libre seguia masturbandome.
Mi cuerpo ya no podia más.

T/N: Por favor...

Este levanto a penas su boca de mi hombro, sonrio y susurro

Dabi: Por favor, qué?

No queria decirle nada pero mi cuerpo me traicionaba.

T/N: QUIERO SENTIRTE DENTRO.

Dabi: Al final eres una pervertida.

Este no dejaba de morderme y masturbarme pero no sentía su miembro en mi, quito su mano de mi entrepierna para clavar sus uñas en mi pierna, seguia presionando mi cuello.

Dabi: Estas lista?

Asenti, el ojiazul me empujo hacia adelante para que mi intimidad quedará expuesta crei que me penetraria pero comenzo a lamer mi intimidad, mis manos aun atadas presionaban las sabanas, estuvo unos cuantos minutos asi.

Dabi: Creo que es mucha tortura.

Luego de decir eso solto una risa.

T/N: Te detesto.

Tu cuerpo no dice lo mismo, termino la frase para por fin penetrarme, las embestidas eran muy fuertes más que de costumbre. Mis gemidos no paraban de salir, escuchar sus jadeos me enloquecian, mi cuerpo estaba muy sensible por lo anterior asi que no pude aguantar mucho y llegue al climax muy rápido.

Dabi: Ya? Tan pronto? Bonita.

Mi respiración era agitada, no podia más pero él queria más, puso sus dedos en mi boca, buscando el piercing.

Dabi: Genial, aun lo tienes.

Tomo mi cabello y le dio un tiron y susurro en mi oido "chupala" y mordio mi cuello.
Este se bajo de la cama, me llevo al borde para que quedara de pie y él volvio a sentarse, esperando que yo actuara y lo hice.

Deslice mi lengua por su miembro hasta llegar a la punta y comenzar a succionarlo, sus manos estaban alrededor de mi cabeza, sus dedos jugaban con mi cabello mientras yo lamia y succionaba. La humedad de mi cuerpo nuevamente se hizo presente, me estaba excitando otra vez, estaba tan concentrada que el ojiazul me hablaba hasta que libero todo en mi boca.
Trague todo lo que pude y lo que no quedo en la comisura de mis labios que el ojiazul se encargo de limpiar con sus dedos.

Me tomo entre sus brazos y me subio a la cama, desato el amarre de mis muñecas y me cubrio con la sábana para acostarse junto a mi.
El reloj apenas marcaba las 11 de la noche, era temprano asi que sabia que no se iba a ir.

Me tomo de la cintura para dormir pegados, ese hábito no lo habia cambiado en todo este tiempo.
Estaba de ojos cerrados pero aun no me dormia cuando dijo en mi oido

Dabi: Contigo puedo ser el chico que debi haber sido.

Mis dias en la UADonde viven las historias. Descúbrelo ahora