La nota

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NARRA AIZAWA

Se quedo dormida, instantaneamente, en cuanto se acurrucu en mi cuerpo, cerro los ojos y se durmio.
Se que su cabeza no se detiene, cada minutos que tiene libre piensa en que debe hacer, como y cuando, eso la esta desgastando. Por lo que me dijo sus pesadillas han aumentado.
Mientras pensaba, le acariciaba la piel, es suave y siempre huele a rosas, algo de lavanda y otro aroma que aun no he podido descifrar.

Se movio un poco asi que detuve las caricias, espere un momento y aún estaba de ojos cerrados, se dio vuelta dandome la espalda. Se habia alejado bastante, las sabanas se deslizaron por su cuerpo y dejaron a la vista el borde de su ropa interior.
Tenia puesta una tanga de color claro con un borde verde, color claro también.
Cuando estamos juntos jamás duerme separada de mi, asi que decidi castigarla por alejarse.

Me acerque, aun me daba la espalda, mordisquee su oreja, luego el hombro y comenzo a moverse.

Con la voz algo somnolienta pregunto qué pasaba

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Con la voz algo somnolienta pregunto qué pasaba.

Aizawa: Qué crees que acabas de hacer?

Lo solte suave pero la voz ronca para ponerle el tono sexi que se que le gusta, aunque no me lo diga.
Abrio un ojo, envolvio su brazo en mi cabeza y su mano quedo enredada en mi cabello.

T/N: Tienes ganas, corazón?

Puse mi mano en su cadera y la presione luego de escuchar que me llamara asi.

Aizawa: Acabas de alejarte de mi, crees que lo dejare pasar?

T/N: Estaba...dormida. No lo hice a propósito.

Su voz salia como un ronroneo, realmente hablaba dormida.
Comence a besar su espalda, con cada beso presionaba mis dedos en su cadera, decia mi nombre mientras la besaba, la gire y me puse sobre ella.
Comence a mordele el cuello, tome sus muñecas, las puse sobre su cabeza y las deje ahi.

Aizawa: No las muevas o tendre que castigarte... más fuerte.

Luego de escucharme decir eso, abrio sus piernas y una pequeña  sonrisa se dibujo en su rostro.
Recorri su pecho lentamente, subi la ropa que llevaba puesta, era su pijama, bueno mi remera, la que le gusta usar cuando viene a quedarse.
Sus pechos estaban sin sosten, sus pezones ya estaban poniendose duros asi que estaba excitada.

Aizawa: Parece que eres tu la que tiene ganas!

Sonrio pasando la lengua por el borde de sus labios.
Deje besos en sus pechos y alguna que otra mordida pero me deslice hacia abajo, tome sus piernas y las abri.
Mi lengua se deslizaba sobre la ropa interior, podia sentir como se ponia húmeda, mi dedo se poso en su clítoris, lo movi de arriba abajo y en circulos, los espasmos en su cuerpo empezaron.

Aizawa: Asi tendre su mente ocupada y dejara de preocuparse.

Los gemidos salian de su boca, algunos bajos y otros un poco más fuerte.

Mis dias en la UADonde viven las historias. Descúbrelo ahora