t r i g é s i m o s é p t i m o.

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[SALVACIÓN]

Egon.

No desaparece, y el motor parece fallar, el carro detrás de nosotros, sé que buscan, lo veo en sus ojos a través del espejo retrovisor, su decisión, su voluntad pero la mía, oh, la mía es más grande.

Si ellos juran por su Dios, yo juró por el mío, todo empieza a sonar distorsionado con el llanto y las luces.

Azul, rojo.
Rojo, azul.

Y todo se alenta, como si fuera en cámara lenta, ella me sostiene la mano, la aprieta y me mira atentamente, puedo sentir a lo que me alienta pero necesito mi salvación.

Oh, madre, ¿Qué está haciendo tu hijo?

Sé lo que soy, yo sé que soy uno.

Más adelante en la carretera, se denotan más de aquellas mismas luces que siempre han marcado mi camino. No hay plan y no hay margen para errores, el corazón golpea la caja de mi pecho, lo siento en mi garganta como si lo fuera a vomitar. Entonces su voz me saca la mirada del camino, su mano roza la mía, el único plan es la salvación, seré su hombre aunque me cueste la vida.

Y pisó el acelerador, no hay nada que explicar, siento morir y siento resucitar, ella vuelve a gritar mi nombre, me distrae del plan de aire que he creado. Estoy desesperado, entre la espada y la pared, no hay nadie que escuche mi oración.

Las patrullas frente a mí se detiene, esperando por el impacto, no van a disparar, quieren viva a mi pequeña.

-"Egon, ellos vienen por mí..."- su voz temblorosa estaba y al borde el llanto, como un huracán, arrasando la vida de sus ojos pero no me permitiría perderla, ni perderme. Porque mis pecados, y los de los míos, se redimen con mi Angel.

El grito de la inocencia al morir, vino del Edén para ser mi salvación.

Entonces giró bruscamente saliendo de la carretera, las patrullas nos sigues como las nubes también, nos movemos de manera violenta, me golpeo la cabeza con el metal del auto y comienzo a sangrar pero esa no es mi prioridad. Mi prioridad es la joven a mi izquierda, su llanto, mi redención y mis pecados, su salvación y nuestra muerte.

Porque si nos separamos voy a morir por su ausencia, y ella vivirá para anhelar mi existencia. Oh, y ahí me habré redimido, cuando ella me ame con locura y me deseé en su vida, sin embargo, estaré lejos por muchos años, salvando su vida de una muerte carnal por mi mano.

Su voz retumba en mis oídos y veo a Helena parada justo enfrente de la orilla del acantilado, sé que debo detenerme y lo hago. Desaparece, por fin, después de tantos años atormentando mi vida con su figura fantasmal, esas manos marcadas en su cuello y sus ojos azules muertos.

Angel, grita a mi lado y jala mi camisa delgada de color verde y estampada de pequeñas gotas de sangre, mi camiseta interior se vislumbra. La sujeto fuertemente del rostro y la obligo a mirarme entre sus lágrimas, su cara está hinchada por el llanto y roja, alguna mucosidad resbala por su nariz y no puedo pensar en otra cosa que no sea lo hermosa que se ve. Así, muriendo.

Y la beso, la beso con pasión, con dolor, con lágrimas y sangre, con amor, con posesión. Porque es mía, mi ángel, mi amor, mi obsesión.

-"Te amo, cara mia. Volveré, espérame, por favor"- de pronto la jalan de forma brusca de mis manos, me la arrebatan, ella forcejea y grita mi nombre una y otra vez. De la misma forma alguien abre la puerta de mi asiento, levantó las manos como si estuviera en la iglesia y miró al señor frente a mí, tiene el rostro enojado y cansado, le falta sueño, como a mí.

Me da la vuelta y me pega contra el carro, mientras escucho los llantos de mi pequeña, grita mi nombre de una forma apenas tolerable, los demás policías miran la escena atónitos de mi logro. Me siento orgulloso, me siento tan amado.

-"Egon Richard Vandergast, queda detenido por el secuestro de la menor Angel Paradise y del homicidio de Lucas Salamanca y Frank Meyer"- suspiro y asiento, mientras veo a mi pequeña, ella me mira con suma tristeza, ha dejado de gritar, yo apenas le sonrío pero ella solo suelta un sollozo con el cabello pegado al rostro lleno de lágrimas. -"Tiene derecho a guardar silencio, todo lo que diga puede ser usado en su contra, tiene derecho a llamar a su abogado, si no tiene uno, el departamento le concederá uno"- me gira y veo la patrulla, recuerdo la primera vez que estuve en una, estaba asustado pero  ahora la encuentro una vieja amiga. Estoy listo para subir cuando escucho mi nombre, su grito se esparce y me giro para ver a mi Angel forcejear con la oficial de cabellos cortos que la sostiene para soltarse de su agarre y correr hasta mí, anclar sus brazos en mi cuello para impulsarse con sus pies hasta enredar sus piernas en mi cintura, no podía sostenerla pero como me hubiera gustado hacerlo, pegó su frente sudorosa a la mía en el mismo estado, repitiendo una y otra vez que ella iría conmigo -"Cara mia, tranquila, está bien, nos veremos pronto. Te lo prometo, necesito que esperes, necesito que estés a salvo"-   Ella negó sosteniéndose aún más fuere de mi cuello, negando, nadie se atrevía a separar a mi mujer de mí -"El, mírame, te amo más que a mí mismo. Por favor, haz lo que te pido"- inconforme me soltó, se apretó contra mi pecho y sollozó, besé la coronilla de su cabeza y cuando sus ojos ya rojos por el llanto me encontraron, tomándome por las mejillas, plantó un beso en mis labios, que selló nuestro pacto ese día de octubre. 

Ella dió un paso atrás para decirme una vez más -"Te amo, Vandergast"- y eso significaba que no sólo amaba al Egon que la observaba en la escuela, si no, que también amaba a la bestia. La joven policía se acercó veloz y la tomó del brazo, viéndome de sobre el hombro con incredulidad, había lágrimas en mi rostro que seguían cayendo de manera silenciosa y cuando me di vuelta dispuesto a subir al auto me encontré con la mirada asqueada del viejo pero no me importó porque era libre esposado por tomar lo que siempre ha sido mío, por encontrar la salvación, por enamorarme dura y apasionadamente de una chiquilla. Ahora mi obsesión tenía una obsesión. 

-"Siempre será mía"- dije con voz queda mirando directamente al hombre para luego mirar sobre mi hombro y regalarle a mi pequeña una sonrisa que correspondió agitando su mano para despedirse de mí.

Y ese fue el fin... del inicio.



[N/A]:

Too fast for freedom, sometimes it all falls down. 

These chains never leave me, i keep dragging them around.



Angel; Edén.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora