[RELIGIÓN]
Una semana, no había señales de la joven y su padre estaba desesperado.
-"Theo, siéntate, por favor, el detective Truman está por atendernos y me estás poniendo nerviosa, Jesucristo" - Bianca miraba a su marido con exasperación y cada palabra que había soltado traía reproche implícito - "Por el amor de Dios, Bianca, cierra la boca. No sabes lo que estoy sintiendo, es mi hija" - la boca de la rubia se abrió con indignación - "Amo a El como si fuera mi propia hija" - una risa amarga salió de los labios del hombre - "Pero claro, Bianca... Si fuese Elián quien hubiera desaparecido estarías vuelta loca" - las lágrimas se acumularon en los ojos de la mujer y se derramaron bailando por sus mejillas, herida y enojada - "¿Cómo puedes decir eso, Theodor?" - él la miró pero antes de que pudiese siquiera disculparse con su esposa, Aaron Truman entró por la puerta de la oficina con un sobre en sus manos.
-"Buenos días, señores Paradise"- el hombre de aspecto serio se sentó frente a ellos en uno de los sillones de sala en la que se encontraban, abrió el sobre y sacó algunas fotografías, documentos y una orquídea en una bolsa de plástico, el matrimonio expectante a cualquier movimiento que él hiciese, levantó la mirada de las cosas sobre la mesita ratona mirando fijamente al matrimonio para después recargar todo su peso sobre el sofá y encender un cigarrillo, sin tomar en cuenta el letrero sobre su cabeza que prohibía explícitamente esa practica.
-"Las cosas van así, Theodor, no hemos encontrado ningún patrón en el modus operandi del ignoto, se ha revisado cada uno de los expedientes." - explicó el azabache con una cara seria mientras el cigarrillo se consumía en su mano tranquilamente, su acompasada voz estaba irritando a Paradise -"Tenemos la hipótesis de que el ignoto es una persona cercana a ustedes, ¿han notado algo sospechoso? ¿amigos, novio, maestros, lo que sea?"- .
Y en ése momento, el rubio se sintió más que avergonzado, su rostro perdió color, no tenía ni idea de las actividades diarias de su hija, sabía que ella dejaba a Elián a la escuela, sólo sabía lo general. Sentía que estaba traicionando a Anna, había roto su única promesa; cuidar de Angel.
3 horas después el detective Truman había mandado llamar, los pocos nombres que Theodor había podido mencionar, se entrevisto a Milagros Betamen, a Holly Walters y a Mike Johnson por separado.
Pero mientras pasaba el tiempo la incertidumbre crecía y la preocupación también.
Las entrevistas duraron más de lo esperado por lo que Truman decidió mandar a la estresada pareja a casa quedando con el último adolescente a entrevistar. Mike Johnson.
Entró a la sala de interrogatorio encontrándose con la cabellera castaña y despeinada del joven, su mirada denotaba tristeza y preocupación.
-"Supongo que ya sabes porque estás aquí, Mike, así que nos ahorraremos toda la explicación" - hablo Truman con seguridad en su voz y trato de leer las expresiones del niño - "¿Habías notado algo diferente en Angel últimamente, Mike?" - el chico levantó la mirada por primera vez para encarar al hombre - "No, El seguía siendo la chica dulce de siempre, ella es mi mejor amiga" - su voz se quebró un poco - "Háblame más de su relación, ¿eran más que amigos?" - la cara de Johnson se tornó ligeramente rosa y eso intereso más a Truman - "Yo esperaba que estás vacaciones pudiese decirle lo que en verdad siento por ella que... No sólo fueron un par de besos. Yo en verdad la quiero" - el corazón de Truman se encogió y deseo fervientemente encontrarla con vida - "¿Siempre pasaba el tiempo con ustedes? ¿Nunca les hablo de algún nuevo amigo o un pretendiente?" - Mike se encogió de hombros y asintió con una expresión pensativa en el rostro - "Si no estaba con nosotros, El pasaba el tiempo en la biblioteca o dándole asesoría a..." - Mike se quedó callado por un momento, y frunció el ceño, negó con la cabeza - "¿a quién daba asesorías Angel, Mike?"- el adolescente lo miró, y rió amargo - "Sería imposible que él lo haya hecho, desertó de la escuela, ya nadie lo veía en el pueblo, él se fue" - Aaron lo miró desesperado, era información crucial, se levantó de la fría silla de acero poniendo las manos sobre la mesa, se inclino hacía adelante presionando al chico - "¿Quién es él?"- exclamó severamente haciendo temblar en la silla a Mike.
-"Es Egon, Egon Vandergast" -
Aaron se giró abruptamente, abrió la puerta y se dispuso a salir pero la voz temblorosa del chico lo detuvo - "¿Usted cree que pudo ser él?" - los músculos de Aaron se contrajeron -"Lo descubriré, Mike" -
Salió del cuarto rápidamente hasta la sala de operaciones - "¡Kenny!" - la cabellera corta y castaña se levantó de entre los cubículos y sus ojos verdes encontraron a su jefe, su pequeña y esbelta figura se movió con agilidad - "Dígame, detective Truman"- la chica soltó, tomando en sus delgadas manos una libreta -"Quiero que tú y Mendes hagan una investigación exhaustiva de Vandergast, Egon. Quiero saberlo todo, historial y reputación" - la pluma negra en su mano se movía anotando cada una de las palabras del morocho - "¿Para hoy, detective?" - él la miró fijamente mientras encendía otro cigarrillo - "Para ayer, cariño" - sus piernas flaquearon un momento cuando la llamó así - "¿Qué esperas, Kenny? Muévete y tráeme todos los archivos" - la pequeña castaña corrió por la oficina buscando el rostro de Mendes por todo el lugar.
(...)
10:15am
Angel corría entre el pastizal, no sabía muy bien donde estaba ni a donde se dirigía, su vestido blanco contrastaba con el verde a su alrededor, el sol brillaba intensamente y el calor era palpable.
Se detuvo en medio de la nada mirando a todos lados, tratando de ver si Egon seguía su pista, comenzó a moverse de nuevo lentamente, tratando de no hacer ruido. Quería ganar esta vez.
Un ruido la puso alerta, miró a todos lados, le limpio el sudor de la frente con el dorso de la mano y suspiro aliviada pensando que tal vez fue su imaginación.
-"Te encontré, cara mia" - los vellos de la nuca se le erizaron y antes de que pudiese correr de nuevo los brazos de Egon la envolvieron para después empezar a dar vueltas sobre su eje, sacando risas de entre sus labios.
Egon se tumbo en la tierra poniendo a la joven sobre él -"Te he ganado otra vez, amor" - rió el castaño mientras ella se encogía de hombros.
Angel pasó las manos por los brazos desnudos hasta sus hombros parcialmente cubiertos por su camiseta blanca interior, se inclinó sobre él y dejó un pequeño beso en sus labios - "¿Sabes lo difícil que es quitarle las manchas de tierra a la ropa blanca, Egon?" - dijo sobre sus labios sacándole una carcajada al hombre entre sus piernas, ella regresó a su postura y respiró profundamente el aire veraniego, sus pies descalzos tocaban la tierra húmeda. Egon la admiraba desde su posición, alzó su mano y acarició su rostro - "Tú risa es como la de Dios, cara mia, brillas como una deidad" - sus dedos tocaron sus labios, las manos de Angel acariciaron el abdomen de él lentamente para después tomar los tirantes que sujetaban el pantalón color café que llevaba puesto, su lengua acarició el dedo anular de Egon, quien con su mano libre se aferro a la cadera de la joven invitándola a moverse sobre él.
Sucumbiendo a el pecado ella se movió sobre él y en su boca recibió sus dedos con un gemido dulce, con ambas manos se sostuvo ligeramente de su abdomen, Egon retiro sus dedos de su cálida boca y apretó sus caderas.
-"Oh, Egon" - murmuró la joven sintiendo el placer correr por su joven cuerpo, verla era celestial, sentirla era glorioso como el cielo y era perverso como el infierno.
-"Angel, mírame" - ordenó y ella obedeció, mientras él se incorporo para tomarle el rostro -"Déjame venerar tu cuerpo en nuestra habitación" - ella acarició sus manos -"Voy a adorarte como el ser divino que eres, a ti oraré en la noche, eres mi religión. Necesito tu amor" -
Dios no necesitaba a los creyentes para ser Dios, ellos necesitan de él, sin embargo, Angel necesitaba a Egon.
[N/A]:
"Father, father, father, father
Father into your hands, I commend my spirit"
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Angel; Edén.
RomanceAngel Paradise, y tal como su nombre lo dice, es mi paraíso. Sus ojos, mi delirio. Su sonrisa, mi perdición. La palabra perfección queda corta para ella, ella es todo, mi vida, mi mundo. Destila inocencia y, a la vez, pasión. Su cabello de noch...