d é c i m o n o n o

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[PECADOS]

Egon.

Falso y pérfido eran sinónimos de mi nombre.

Estoy en busca de algo que no puedo alcanzar.

Me revuelco en la cama, aún sin poder consumar el sueño y no puedo encontrar su alma en el cuerpo durmiendo junto a mí. No es ella, nunca lo fue.

No me gustan las miradas lascivas, me gustan las caras sonrientes y los ojos inocentes.

Me levantó y en el camino molesto a la pelirroja a mi lado pero poco me importa, desnudo me siento en la cama. Estoy en busca de algo que no puedo encontrar.

-"Vandergast" - gime mi nombre, y se cuelga de mi espalda esparciendo besos húmedos pero ya no quiero que me toque. Me pongo de pie bajo la mirada lasciva de la mujer en la cama. No me gustan las miradas lascivas.

No destila inocencia como mi Angel.

Me vestí y puse dinero en la mesa de noche para que pagar el cuarto, la pelirroja me miró ceñuda, quizá no esperaba eso.

-"¿Entonces solo te irás?" - su voz se escuchó entre las penumbras de la habitación, no parecía dolida, sino, ofendida, giré sobre mis talones y la encare sonriendo como el imbécil que era - "¿Tienes algún problema con eso, Indra?" - dije mirándola serio, ella no se encogió como las demás, ella de levantó desnuda y se dirigió a mí - "A mí nadie me deja como una puta" - golpeó mi pecho tratando de empujar mi anatomía mas ni un milímetro me movió de donde de pie estaba - "Tranquila" - alejé sus manos de mí - "Te dejé propina, preciosa" - reí en su cara y, aún en penumbra, vi como su cara se tornaba del color de su cabello.

En un segundo su mano se dirigió a mi mejilla pero nunca impacto, con fuerza detuve su mano, estrangulado su delgada muñeca mas su mirada nunca se apartó - "A mí nadie me hace ésto"- rió como si de una broma se tratara -"Soy una Vialva ¿Qué no sabes con quién estás tratando, matón?"-mi rostro endureció y eso pareció intimidarle, con mi mano libre la tomé de la cadera y por sus ojos ámbar vi pasar destellos de lujuria pero ése no era mi objetivo.

Yo no deseaba lujuria y lascivia.

Yo deseaba terror y temblor.

Solté su muñeca cambiando de posición la tomé por el cabello, ella gimió de dolor, acerqué mi rostro a su cara y mi mano en su cadera viajó a mi bolsillo trasero para sacar mi navaja favorita.

Las gotas saladas surcaron sus ojos cuando escucho la navaja abrirse - "Si me matas" - trago gordo -"Da por hecho que mi hermano te va a cazar como el animal que eres"- reí estrepitosamente haciéndola saltar, inhale el aroma a cereza que emana de su cabello rojo y rizado, quizá era lo único que me gustaba de ella... Aroma a cereza.

Angel olía a manzanas. Prefiero las manzanas.

-"Preciosa, preciosa... Yo no voy a matarte, quiero que aprendas como tratar a tu autoridad... Independientemente, Donnie estaría agradecido si le quitara de encima la plaga que eres. Entre más dinero ahorre mejor para él, así es el negocio, querida" - dije pasando la navaja por su abdomen, ella se retorcía asustada - "Ssht, ssht" - le calle poniendo mi navaja en sus pequeños labios - "Esto está afilado, no te muevas."- reí en su cara, ella me miró enfurecida y su saliva golpeó mi rostro.

Angel; Edén.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora