•°Obscurial°•

•°La batalla de Hogwarts°•

Alaria dejo su mente en blanco lo más que pudo. Había pasado ya tres veces por frente del cuadro, finalmente, la puerta se presentó ante ella.

Sonrió y la abrió de golpe.

Alarik se giró en la dirección, verla tan demacrada le partía el corazón.

—¡Padre!

Lennox abrió los brazos para recibir a la joven. Ella se abalanzó contra el abrazándolo fuertemente. Hundió su cara en su cuello cerrando los ojos.

—Sigues viva...

—Ouch— la Black hizo una mueca alejándose de él rápidamente—. No seas brusco, tengo tres costillas rotas— conjura un hechizo minimizando el dolor—. ¡Eres un idiota irresponsable! ¡Te mandé con Potter para que evitarán hacer un escándalo!

—¡Si, lo sé! ¡Lo sé! ¡Y lo siento!— atrapó el rostro de su hija entre sus manos—. ¡Siento que seas tu quien me proteja! ¡No debí dejarte sola!

Beso su frente en disculpa. La azabache sonrió tristemente. Pero antes de responder cayó de rodillas.

—¡Alaria!— Lupin se acercó a ella con prisa.

Regulus entro por el pasadizo de cabeza de puerco corriendo hasta su sobrina. Pero el también termino por derrumbarse.

—¿Que pasa?

—Ese maldito hijo de puta— escupe Alaria.

Levanta su brazo derecho, dónde resguardaba la marca Tenebrosa. La única que la tenía en ese brazo. Está ardió tan horrible que quemó parte de su túnica.

La de Regulus no ardía hasta ese punto. Era claro que Voldemort necesitaba a Alaria más que a nadie para ir a la primera línea.

—El viene— no hacia falta asegurar más, ya que Potter llegó para avisar la misma cosa así como la situación con Snape.

—Entonces… ¿como está el pequeño Teddy?

Lupin parpadeó asustado. El silencio entre los Weasleys parecía solidificarse, como el hielo.

—Yo… oh sí… ¡está bien!—dijo Lupin en voz alta—. Sí, Tonks está con él… y con sus abuelos... Gracias a ti...

Alaria minimizó el hecho.

—Lo importante es que ahora eres papá, Lupin, tienes que sobrevivir— ordenó con neutralidad intentando quitarse de encima las miradas de la orden—. Por cierto... ¿Cómo es el?

—Aquí, tengo una foto—gritó Lupin, sacando una
fotografía de su chaqueta y enseñándosela a Fleur y a Alaria principalmente que vieron a un pequeño bebé con un penacho de un brillante pelo turquesa, agitando sus puños regordetes hacia la cámara—. Y... Tonks... Sugirió que fueras su madrina... Claro si tú...

—Me encantaría...— musitó con seguridad—. Pero hablaremos de eso sí salgo viva de esto...

—No digas eso...— ordenó Alarik.

—Tenemos que irnos, Alaria...

—Lo se, tío Regulus... Lo sé.

Lupin y Alarik se quedaron estupefactos ante la mención del pequeño hermano de Melania y Sirius. Este saludo con su mano deshaciendo el hechizo glamour que tenía para cambiar de apariencia.

—Iremos desde Hogsmade— indicó el Black a su sobrina—. Será más fácil aparecer ante el.

Alaria asintió.

—Les encargó el resto... Y por favor, no mueran...

Remus y Alarik asienten, aunque les es completamente doloroso verla partir. Ya era suficiente con verle en un estado deplorable, ambos sabían que tenía un horrocruxe suyo en mano de Nymphadora. Pero no podían evitar preocuparse por ella.