Alaria ató su cabello en una coleta, su compañera aún seguía dormida. Por azares del destino compartía habitación con Hope Rosier. Y bueno la rubia no había parado de intentar hacer una plática estable y normal. A lo que la pelinegra le parecía absurdo. Término de vestirse , suspiro, tomó su varita, fue a la sala común. Le sorprendió de sobre manera que este lugar fuera tan frío, pero era el hogar de las serpientes. Tenía que ser así. Blaise estaba junto a Theo. Esperando a la pequeña rubia y a Draco. El castaño al ver a la chica intento arreglar su cabello y dió una sonrisa encantadora. Alaria solo asintió la cabeza en saludo. Salió sin decir nada. Caminaba por los pasillos que apenas tenía alumnos. Levantarse temprano le había dicho su madre, al que madruga , Dumbledore lo ayuda. Si ,su madre adoptiva hacia bromas de mal gusto, pero se había reído por un tiempo. Al llegar al gran comedor se encuentro con la profesora McGonagall.
-Su horario ,señorita Black- la chica lo recibió, hizo una mueca. No sabía que eran esas materias pero sin duda se aburriría tanto que terminaría suicidándose.
-Gracias , Profesora McGonagall- sonrió la chica de manera falsa. En las mesas ya habían alumnos. Rápidamente localizó a los gemelos. Sonrió, camino hacia ellos provocando una oleada de miradas. Que se desviaron cuando ella lanzó una mirada glacial y asesina.
Fred y George pararon su conversación con el trío de oro. Levantaron sus manos haciendo que los chicos se percataron de la intromisión de una serpiente en la mesa de leones.
-¿Aún no está ese paquete de caramelos?- pregunto haciendo una cara de sufrimiento. Mostró su horario a los gemelos. Ellos lo leyeron haciendo una mueca de desagradó.
- Lamentablemente para ti, aún estamos en pruebas- dijo George
-Pero si te interesa podemos darte una porción, a cambio de unos galeones para que veas si en realidad funcionan- Fred alzó las cejas. Alaria se llevó la mano a la barbilla meditando. Hasta que por la puerta entraron Malfoy y Parkinson. Con esos aires de reyes del mundo. Sonrió maliciosamente.
-¿Que les parecer sí me dan un paquete y si sirven yo les pago?- alzó la ceja-. Tengo dos ratas de laboratorio que les encantaría ser los sujetos.
-Oh...- soltaron ambos divertidos-. Trato.
-Lamento interrumpir... Pero ,Black, soy perfecta y puedo castigarte por esto- señaló Hermione.
Alaria se giró hacia ella con desinterés.
- Créeme , Granger, no lo harás- señalo a sus dos cómplices-. Por qué delatarme significa delatar a mis gemelos- les guiño el ojo-. Y creo que a Ron no le gustaría amanecer hinchado cuando duerme... ¿No es así , Weasley?
- Hermione, déjalo pasar- pidió el pelirrojo. Hermione lo miro de manera asesina como si le pidiera ir en contra de Dumbledore. Pero fue superada por su amigo.
-Eso creí- admitió la chica-. Muy bien, ¿Después de la cena? ¿Les parece?
-Claro- respondieron
-Entonces... Que tengan buen desayuno, Fred ,George- les guiño el ojo.
Se dió la vuelta, camino hasta su mesa con tranquilidad. Los gemelos sonreían con mucha diversión. Ya querían ver los efectos que causaban los caramelos en los ratones de Alaria. La chica se sentó al final de la mesa. Y como ya era una costumbre muy rara. Blaise, Theo y Hope llegaron. A lo que el rubio platino no tardó en llenar un lugar con su presencia. Alaria los ignoro mientras se servía un poco de jugo de calabazas. Antes de seguir comiendo, entró su Fénix revoloteando con majestuosidad. Dejo una carta frente a su dueña. La chica sonrió al reconocer la caligrafía. Acarició a su ave, mientras tomaba un pequeño pedazo de carne que estaba en la mesa y se lo dió. La fénix voló desde su hombro para irse. Alaria guardó la carta mientras seguía a su rutina.
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•°Obscurial°•
Fanfiction"Si no me controló podría destruir todo, y no quiero destruir lo único que tengo. Lo siento por ser una carga" Esta obra está ambientada desde el quinto libro en adelante. Todos lo derechos de autor son reservados para J.K Rowling, a excepción de Al...