•°Obscurial°•

•°Muerte°•

Alaria levantó la mirada, estaba aturdida, frente a ella tenía a Theodore Nott. Este la miraba preocupado. Limpiando su rostro de la suciedad y las lágrimas secas con un pañuelo.

—Theo...

Su voz era débil, se movió lentamente, el dolor de las heridas causada por el hombre serpiente aún estaban recientes.

—No le he dicho que estás aquí— explica el castaño terminando de limpiar el rostro de la joven—. Todos...

—Lo sé— contesta la azabache con tristeza—. Hope...

—Draco lo asesino— resumió Nott. Alaria mordió su labio.

Incluso si alguien no lo hacía, ella lo buscaría y mataría al bastardo que tomo la vida de Hope. Una de sus mejores amigas.

No podía imaginar el dolor de sus amigos, ellos habían compartido muchos más momentos que con la misma Black.

Nott se acomodo a su lado también abrazando sus piernas. El también había asesinado a alguien, a su madrastra.

—¿Estás herido?— pregunta ella recargando su cabeza en el hombro de su pareja.

El se mantuvo en su lugar para tratar de no molestar a Alaria. Había peleado mucho más que cualquiera. Había estado tan cansada como para desmayarse después de quedarse en el suelo.

—No, Ara... Supe que salvaste al profesor Lupin... Tu tío... Peleó contra Bellatrix... Ella huyo.

—Se fue a la mierda todo... Si Potter no hace las cosas bien... El se enfadará cuando me vea...— levantó la vista—. A menos que...

La azabache se levanta de golpe, lo había notado un poco, pero pudo percibir a alguien escabullirse frente a ella.

—¿Alaria? ¿Dónde vas?

—Con el...

—Estas herida... No puedes— Nott le atrapa la muñeca deteniendo su huida.

—Si no hago nada... Morirán ustedes también— aprieta los puños—. Haré lo que pueda, así que suéltame, Theo...

El castaño la jala abrazando su cuerpo pequeño y delicado. Estaba desesperado, se notaba mucho. No quería dejarla ir de su lado.

Alaria cierra los ojos, aspira el aroma de su pareja. Era una deliciosa combinación de chocolate y canela. Acaricio levemente el saco de su uniforme, queriendo aferrarse a el con tal fuerza.

Sintió una picazón en sus ojos, estaba al borde del llanto.

—No quiero... Alaria— sentencia—. No quiero perderte... Por favor...

Alaria lo empuja alejándose de él apresuradamente. Evito que volviera a acercarse a su anatomía.

Sus labios temblaban horriblemente.

—M-me... Me tengo que ir, Theo— lo mira nostálgica, sonriendo débilmente—. Ya no soy la misma...

Nott negó repetidas veces. Alaria sonríe nuevamente, se acerca para besarlo fervientemente. Antes de que el cuerpo de su pareja cayera como una pedo muerto sobre ella.

Lo recostó en el suelo, con sumo cuidado.

Se hizo invisible con facilidad evitando nuevamente las miradas. Camino entre los escombros y algunos cuerpos ahí.

Llegó al borde del bosque, miro hacia arriba, un enjambre de Dementores volaba entre los árboles;
podía sentir el frío que emanaban. Maldijo internamente, Si Potter había entrado en el bosque no estaba seguro.