•°Marca tenebrosa°•

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Aparecieron en la mansión Malfoy. Gracias a la Legemerancia, pudo saber que Draco y su familia alojaban al mago Tenebroso. Bellatrix no se había incluído en la aparición. Cosa que la molesto. Alaria podía decir que se percibía el olor a muerte y dolor. Todo era tan oscuro. Nada que ver con la mansión en la que vivió todo el tiempo con sus padres. Sabía que Voldemort no tardaría en marcarla. En enseñarle todo lo que pudiera. Relamío sus labios, sentía los largos dedos del hombre serpiente hundirse en su piel, le daba asco. Sus ojos bailaron por todo el lugar, queriendo buscar a Draco. Lo quería a su lado.

—Por aquí, niña— la que antes fue una voz que intento ser amable ahora era fría y dura—. Hay algo que se debe hacer para que puedas pertenecer...

Ella asintió. Siguiéndolo por detrás. Tenía miedo. Mucho miedo. Pero era fuerte. Sus padres le pidieron serlo. Bellatrix llegó justo frente a ellos. Sus ojos chocaron con los de Severus. El la miró con seriedad. Tenía la mente cerrada. Había aprendido de un exelente maestro. Snape forzó una sonrisa alivianada para calmar el corazón retumbante que tenía Alaria. Se colocaron en el centro. Había muchos mortífagos. Más de los que creía. No quería mostrarse débil. Entonces apareció Alarik entre todos ellos. Asintió levemente hacía Alaria.

—Tu mano ,niña, la maldita mano— la joven Black lo miro sin decir nada extendiendo la de nuevo.

“Que rápido se le va lo amoroso, maldito Valdomero”

Antes de que apuntará su varita hacia su mano. La levantó. Alaria cerró sus ojos. Sabía lo que iba a hacer. Meterse a su mente. Se esforzó completamente para cambiar sus recuerdos con la orden, con Sirius. Con todos. Ahora solo podía ver una rivalidad concreta con Harry Potter. Y el odio que sostiene de haber llevado a su tío a la muerte. Voldemort estaba extasiado. Era una exelente candidata. Y a pesar de que todos querían que no lo hiciera, no solo por su corta edad. Si no por la traición de Melania en el último momento. Pero el se sentía benevolente, además, no podía dejar a su ahijada en las manos de Dumbledore. No si lo podía impedir. Alaria se tambaleó pero se obligo a si misma a no caer, que alguien entre en su mente tan deprisa la dejaba adolorida. Sus ojos chocaron con los del mago tenebroso. Apretó los dientes. El genia una sonrisa podrida y de malas intenciones. Comenzó a reírse, y como buenos seguidores le siguieron. Todos menos Alarik ,Narcissa , Adelaide Rosier y Ophelia Zanbini.

—¡Su poder!— grito con voz ronca—. ¡Asegura nuestra victoria!— aplausos horribles aplausos—. ¡Alaria Black!— ella lo miro con odio, pero el la ignoro. De su varita salió una haz de luz.

Cerró sus labios apretando su mandíbula, no quería gritar. No si todos estaban ahí. Ardía como el maldito infierno. El lo disfrutaba, si que lo hacía. Esa sonrisa maquiavélica , queriendo más y más. No le daría el gusto. Aún si las lágrimas querían salir de sus ojos por el dolor causado. Sus ojos se fijaron en un lugar. Dónde estaba Draco junto a Hope. Con la mirada preocupada. La tinta que se imprimia en su piel creando lo que marcaría desde ese momento su vida como villana del cuento del Héroe. Separada de las únicas personas que la quisieron. Cuando el término. Ella quería desplomarse y llorar. Bajo la mano, ardía y estaba roja. Voldemort admiraba su obra de arte. Había algo en ella que era diferente a todas.

—Narcissa, acércate— la mujer lo hizo temblando—. Te harás cargo de su cuidado, que se alimente bien, es importante para todo.

—Si, mi señor...

—Todos déjenme solo con ella— Alarik alzó una ceja, pero salió con los demás.

—¿Es todo?— pregunto la joven—. Me unes a esto así sin más... Mi señor...

—Oh no, niña— dijo con una falsa sonrisa—. Tu madre sabía lo que haría contigo— Alaria sintió la presencia de Voldemort rodearla—. Me arrebató la oportunidad de hacerte a mi imagen...— sintió sus dedos pasarse por su mejilla—. Tu asquerosa madre me traicionó— apretó sus hombros con tal fuerza—. Tu deberás pagar lo que ella hizo, me lo debes— ella miró con desden todo. Con lo de magia oscura que sabía, nadie sabría quien lo mató. Pero según Dumbledore había una profecía y algo que aún tenía a Voldemort aquí—. Me debes tu vida, todo tu ser y poder están en este mundo por qué deje que Melania siguiera con su embarazo.

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