Traidores | JaeDo

21: De acuerdo

Jueves 1 de febrero de 1990, tal día como hoy, hace dieciocho años, en la casa de los Kim, a las 00:30 a.m. nacía un niño pelinegro y de piel muy pálida con los ojos tan oscuros como la noche.

Todos en el pequeño y acogedor pueblo dieron la bienvenida a la criatura con varios regalos, como; ropita tejida a mano, juguetes que antes pertenecieron a otros niños, comida, bebida y dinero. Los abuelos Kim fueron quienes agradecieron a todo el pueblo por los presentes y dieron la cara, mientras que los padres primerizos preferían esconderse lo más que pudieran, tenían tanto miedo por lo que les deparase el futuro.

Ahora ese pequeño ser concebido al comienzo de una guerra, cumplía dieciocho esplendorosos años con una pequeña sonrisa, a la vez que sus padres y amigos le cantaban el cumpleaños feliz en el comedor de la casa. Doyoung odiaba tener muchos ojos puestos en él, esto le causaba una ansiedad horrible, pero por hoy se dejaría complacer con las felicitaciones de los demás, total, hoy no era un día cualquiera. No todos los días cumplías dieciocho años.

El día acababa de empezar y ya era una locura. Primero, se despertó a causa del barullo en la planta baja, tardó un poco, pero acabó cayendo en cuenta que hoy era su cumpleaños y debía ser por eso. Intentó reconocer todos los aromas allí presentes; su madre, su abuelo, los señores Kim, los señores Park, Woo, Rosie,...¿JaeHyun?. 

Salió corriendo de su cama para meterse en la ducha, hoy debía estar presentable. Cuando fue bajando por las escaleras el barullo desapareció, fue bajando cautelosamente hasta llegar al salón, buscó y no le fue difícil encontrar a su padre detrás del sofá, le sobresalía el trasero y al señor Park le sobresalían los pies.

Iba a llamarles y decirles que ya los había visto y oído, pero no le dio tiempo cuando todos saltaron desde sus sitios felicitándole. Luego fue atestado de abrazos, los primeros fueron JungWoo y Rosé que le espachurraron hasta casi dejarle sin aire.

JaeHyun se quedó a propósito en el fondo para ser él el último en darle un abrazo. El alfa sabía la verguenza que le daba que su familia les viera mostrarse afecto, no como con los desconocidos, que le daban igual, pero con su familia era otra historia. Aún siendo consciente, fue hasta él con una sonrisa pícara y le abrazó tan fuerte como un oso lo haría. Todos en la sala comenzaron a vitorear y molestarles con que aquí delante de todos no era el momento de ponerse cariñosos.

Doyoung no pudo evitar avergonzarse y esconderse en el hombro del alfa. Después de eso, su padre sacó un pastel que cocinó él mismo y le puso dos velas con el número uno y el ocho. Le cantaron el cumpleaños feliz y Doyoung sopló las velas al primer intento pidiendo un deseo en el trayecto. Le sacaron fotos y se repartieron los trozos del delicioso pastel de Jae-Suk, que fue aplaudido por todos.

Llegó la hora de abrir regalos, desde hacía años que dejó de ilusionarle esta parte, pero por cosas del destino, este año se sintió de nuevo como un niño. El primer regalo vino de parte de los señores Kim y Park que juntos le regalaron el último álbum de estudio de Queen, "The Miracle", hizo un gran esfuerzo por no derramar lágrimas delante de todos. Luego fueron sus padres, que le hicieron un álbum de fotos que iba desde su nacimiento hasta la actualidad, los invitados quisieron verlo, pero Doyoung les dijo que por encima de su cadáver y quedaron en que lo verían después, el tercero fue el que más esperaba, el de sus amigos de toda la vida. Al principio hicieron como que no había hecho o comprado nada, pero al ver que el cumpleañero les conocía tan bien como para saber que fingían, se dieron por vencidos y le dieron su regalo de cumpleaños de una forma diferente.

— Doie, tú sabes que eres muy importante para nosotros, por eso, pensando en qué regalarte, nada se nos ocurría porque no hay objeto que se pueda comprar que defina nuestra amistad, por eso hemos probado con algo nuevo que seguro te gustará– dijo su amiga pelirrosa–