Traidores | JaeDo

25: Te he echado de menos

Otro ordinario día más en el instituto.

A Doyoung le sorprendía ver a todo el mundo igual que antes, mientras que a él le había cambiado la vida. Todos le hablaban de la misma manera, cosa que no harían si supieran que era capaz de desgarrar gargantas con sus dientes, puede que aún no hubiera aprendido, pero la capacidad la tenía.

Sus amigos también habían sufrido ese gran cambio, pero ellos podían agarrarse a la idea de que sólo tenían una pequeña parte de lobo, no como él, que todo este tiempo cargó con una voz dentro de sí que le corrompía su lado humano, y él creyéndose que tenía esquizofrenia o algún trastorno así y en realidad era el espíritu de un lobo.

Fue con nerviosismo hacia la cafetería pensando en que después tendría un difícil examen de matemáticas que creía saberse, pero nunca se sabe con las mates, con un pequeño fallo te cargas el ejercicio entero. Divisó a sus amigos en el fondo y fue a sentarse con ellos, de camino fue asaltado por muchas miradas, sobre todo de chicas que seguían dolidas porque les había "robado" a Jeong JaeHyun.

— Dios mío chicos, creo que voy a vomitar– dijo nada más sentarse–

— No te preocupes, seguro que te sale bien.

— Gracias, Woo.

— ¿Hoy no te vas con "Mr. Colmillos"?– bromeó Rosé mientras bebía de su refresco–

— Está en su casa enfermo y no le llames así– advirtió serio–

— Vale, fiera, no me pegues.

— Perdón, es que estoy nervioso.

— ¿Sabes quién ha venido a hablar con nosotros antes de que tú llegaras?– preguntó retóricamente JungWoo–

— Sorpréndeme.

— Mingyu, ha venido a recordarnos lo del cumpleaños de tu señor novio y a decirnos que esperaba vernos allí. ¡Ay! Es tan lindo.

No es que a Rosé le guste el capitán del equipo de fútbol, pero era inevitable no derretirse con esa mirada y esa bonita personalidad. Si el muchacho quisiera algo con ella, la australiana no se rehusaría, menos cuando hacía unas semanas que había roto con su novia y estaba nuevamente soltero. Ahora que JaeHyun había dejado de ser el soltero más cotizado, Mingyu le ha sucedido y tiene a medio instituto comiendo de su mano.

— Presiento que va a ser una noche muy movida– confesó el omega–

— Sé que no tengo ninguna posibilidad con él, sólo me ve como a una compañera de clase que le ayudaba con el inglés en primaria, pero Woo sí tiene bastantes.

— ¿Qué?.

— Oh vamos, ¿vas a hacerte el ciego ahora?. Desde que éramos unos críos se te quedaba mirando y tartamudeaba cada vez que hablaba contigo, aunque fuese sólo para pedirte un mísero lápiz. Desde hace unos días todos bromean con que tú y otras dos chicas que van con él a clase de química son sus opciones para el sábado. Así que ya sabes, ve preparado– dijo la chica riéndose por lo último–

— Ni borracho, no pienso ser una segunda opción.

— Oh créeme, todo apunta a que eres el plan A– agregó el omega pelinegro–

— ¿Por qué crees eso?.

— Rosé y yo siempre tuvimos la teoría de que le gustabas, así que un día empezamos a buscar pruebas y era más que obvio, pero nunca te lo dijimos porque él empezó a tener novia y como a "olvidarse" de ti.

— Sois unos peliculeros. Nunca ha pasado ni va a pasar nada entre nosotros.

«Ajá» dijeron Doyoung y Rosé al unísono.