Capítulo 11 Ayudas y más ayudas

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En la noche estaba leyendo un libro, cuando sentí que me observaban, miren toda mi habitación, nada.

A lo mejor ya estaba paranoica.

Ya a la mañana siguiente me sentí mejor, un poco de mi tristeza se había marchado. Hoy me mudaba a la academia, nunca había salido lejos de mi casa y más aún si era para dormir, nunca había salido a la calle así por así. Siempre iba a algún lado; se podría decir que yo era una extranjera en mi propia ciudad, ni una calle me sabía, a duras penas me acordaba el camino de mi casa a mi antiguo colegio, al laboratorio del profesor Diego, a la casa de Valeria, a la casa de Valentina y ahora el camino a la academia.

Bajé sin la maleta, quería despedirme de la abuela, ella estuvo de acuerdo con que yo me fuera, me dijo que era mejor que Harvard, me acuerdo sus palabras claras ante la idea de irme a un internado - "Mereces libertad".

- Abuela ya debo irme. - le dije triste.

- Espero que te cuides, no te olvides venir. - sonreí triste ante sus palabras. - no te pongas así Lucy, irte te va a traer cosas mejores.

- Espero que a ti también te vaya bien en sí mi. - nunca había estado tan separada de ella.

- Te voy a dar un obsequio, espera aquí. - de la nada saco una caja rectangular, estaba envuelta en papel de regalo. - para ti.

-¿Qué es?. - trate de romper el papel pero sonó la puerta, deje la caja a un lado y abrí la puerta. Gran sorpresa.

- Hola. - dijo Alex sonriente

- ¿Hola? ¿Qué haces aqui? - dije feliz me alegraba que estuviera aquí conmigo.

- Bueno Denisse y Francisco iban a ayudar a tus amigas y yo quise hacer lo mismo contigo.

- Que bien, es lindo verte y es maravilloso que estés aquí. - de donde salieron esas palabras no tengo la menor idea.

-No hay porque solo trato de ayudarte por tu ... - estaba nervioso.

- Perdóname no quise decir eso. .. - los dos estábamos hablando al mismo tiempo - ya para ... tu para. - nos invadió la risa. Dos personas podían tener una conexión tan grande.

- Me encanta sacarte sonrisas, te ves linda cuando sonríes.

- Gracias me hacía falta divertirme un rato. - dije sin dejar de sonreír, es que no podía ser más perfecto ese chico.

- Que lindo es volverte a verte Alex. -dijo mi abuela apareciendo de la nada y lo había visto todo. - Lucia no a vuelto a hablar de ti hace días. - hablar si, pensar no.

- Abuela. - dije avergonzada. - el solo viene a ayudarme con la mudanza, arriba en mi cuarto esta mi maleta ve por ella.

- Con su permiso señora. - dijo este entrado y subiendo a mi cuarto.

- Ese chico te tiene enamorada. - dijo ella divertida, no era gracioso.

- ¿A mi qué? Noooo.

- Escuche como se hablaban. - me dijo sonriendo, su nieta tiene un pretendiente y ella sonríe. - pareciera que tuvieran algo más.

- Abuela estas delirando.

- Solo digo lo que veo y se te nota...

- Ni lo digas, a él le gusto pero no estoy lista para eso. - le explique triste, ella me entendía.

- Esto es hermoso, estoy que te esta sucediendo.

- Mejor voy a ayudar a Alex. - subí las escaleras, Alex esta sentado en mi cama mirando a la nada. - ¿Qué estás haciendo?. - le pregunté.

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