Capítulo 19 Igual que lo viejos tiempos

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Fin de semana y no había nada que hacer. Francisco, Denisse y Alex salieron a jugar no se que cosa, dejándonos solas y aburridas no sabíamos que hacer. Las tres estábamos tumbadas en la cama de Valentina esperando que alguna idea surja.

- ¿Día aburrido? - dijo Valeria.

- No me digas. - dijo Valentina.

- Claro como no está tu novio estas aburrida. - dijo Valeria.

- Chicas... - trate de llamar su atención no resultó mucho.

- Ahh así que te molesta mi novio. - dijo Valentina. Las dos estaban encima de la cama peleando encima mío.

- Chicas. ..

- No me molesta sol...

- Basta. - grite. - ya no hablan de eso, saben en vez de esperar que las ideas vengan a nosotras, nosotras tenemos que salir a encontrar la aventura. ¿Que les parece?

- Mmm puede ser ¿a dónde vamos? - dijo Valentina.

- Vamos donde el profesor Diego hace mucho que no lo visitamos. - propuse.

- Cualquier cosa menos estar encerradas aquí. - dijo Valentina.

Lo que dijo Valeria era verdad, Valentina pasaba con Denisse, no la culpaba era su primer novio y como nunca antes habíamos pasado por está situación de que alguna de nosotras tenga novio, no sabíamos que hacer. Primero eran las amigas, luego los novios, o eso pensaba yo.

Llegamos donde el profesor, todo su laboratorio estaba igual que hace unos meses atrás. Desordenado.

- Chicas. - dijo corriendo a abrazarnos. - no saben como las extraño.

- Nosotras también profesor. - dije.

- Aquí no es lo mismo sin ustedes.

- La academia es silenciosa nos falta sus explosiones. - dijo Valentina.

- Papá, ¿que hay de nuevo?

- Estoy preparando un proyecto que voy a presentar sobre energía limpia. Si quieres les muestro.

El sabía que nos encantaba ver sus inventos, eran ingeniosos. El profesor Diego quería ayudar a los demás, convertir el mundo en algo mejor, yo lo admiraba por su actitud, no pensaba en él sino en el bienestar de los demás.

Me fije mientras el nos guiaba a su nuevo invento que tenía colgado un collar. El collar tenían algo que me decía que lo cogiera. Me sentí rara pero tenia que tocarlo.

- Lucia... - dijo el profesor Diego.

- Yo no...

- ¿Qué piensas que es? - dijo él, noté que solo estábamos los dos, Valeria y Valentina había seguido sin nosotros.

- Es un collar ¿o no lo es? - pregunté confundida.

- Es un collar, pero no un collar ordinario.

- Entonces. ..

- Me dijeron que tiene propiedades mágicas.

- Pero la magia no existe.

- Quien dice que no existe.

- Profesor eso es algo ilógico, esta científicamente comprobado, usted debería saber de eso se supone que es científico.

- El dicho dice que no hay que ver para creer algo.

A veces el profesor hablaba cosas que ni su propia hija le entendía, caminamos hasta donde Valeria y Valentina. Es que la magia para mi no existía, no podía existir siempre había un truco detrás de todo.

- Este es invento. - dijo el profesor Diego.

Era una maquina conectada a una bicicleta estática.

- ¿Qué es eso? - dijo Valentina.

- Muy bonito papá pero ¿qué es?

- Es una máquina de chocolates.

- Qué rico. - solté emocionada.

- Pero eso no es un invento, ya lo crearon. - dijo Valeria.

- Pero... usa energía limpia creada por una bicicleta, quieres hacer ejercicio pero también quieres chocolates, es una manera de que el ambiente no se contamine.

- Ay papá que se puede hacer contigo.

- Pero por lo menos tenemos chocolate. - dijo Valentina.

El profesor Diego y sus "inventos" locos., era como los viejos tiempos el profesor construía y nosotras probabamos su experimento y tratábamos de que no nos explote.

- Yo creo que si ayudaría a la sociedad. - dije sinceramente.

- Esa es Lucia. - dijo sacando su puño y yo lo choque. Eran los momentos que amaba, por un momento sentía que tenía un papá. Y me preguntaba ¿Así se sentiría? ¿ Mi papá y yo nos llevaríamos también como el profesor Diego y Valeria? Sería tan bueno haber podido responder todas esas preguntas.

Y escuchamos un estruendo ruido proveniente de algo de las salas, corrimos a ver que sucedía pero ya había desaparecido y también  el collar.

- Vamos por él. - dijo Valentina.

- No puede ser peligroso. - dijo el profesor.

- Pero siempre lo hacemos nos entrenamos para situaciones así. - dijo Valeria.

- Esto es un poco más peligroso no quiero perderlas. - nos abrazo a los tres. ¡¡Nos estaba ocultando algo!!

Era una de las personas de las que menos pensaba que ocultaria algo pero no lo juzgaba nos intentaba proteger y eso es mejor que todo.

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