Capítulo 5 Mientras mas me alejo de ti

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Me quede hasta tarde despierta, pero lo malo fue que dormí poco y si mas no me faltaba puse mal el despertador a las 6 de la mañana, cuando yo lo ponía a las 7 para iniciar clases a las 8. Como pude trate de apagar el despertador.
Me gire para acomodarme en mi cama y seguir durmiendo, solo que enseguida me asuste al ver el bulto que se encontraba a mi lado. Grite.
El bulto enseguida cayó al piso y se comenzó a mover.

- Mmmm. - gimió el bulto.
El bulto seguía moviéndose y de un momento a otro se destapó. Era Alex.

- ¿¡Alex!? ¿Qué haces aqui? ¿Qué haces en mi cama? - pregunté alterada.

- ¿Me ayudarias a levantarme? Me he caído muy feo.

- Oh si claro.
Le di la mano y lo ayude a ponerse de pie, se recostó en mi cama y cerró los ojos. Yo me puse a su lado.

- ¿Qué haces aqui?

- ¿Por qué gritaste? Son las 6 de la mañana, acaso te despiertas a esta hora siempre, ahora entiendo porque pasas con sueño.

- ¿Qué? No no es eso... tu contesta mi pregunta ¿Qué haces aqui?

- Quería asegurarme de que estuvieras bien.
Me arrepentí de haberle gritado él solo quería ser bueno conmigo y yo lo tome mal, como siempre.
Me gire y me acomode en su pecho, juro que escuche como sonreía, no se como pero lo se.

- El doctor te mando a descansar deberías hacerlo. - me recordó.

- El doctor se equivoca, no necesito nada de eso.

- No quiero que te suceda algo.

- Ya ya ahora me explicas ¿que haces aquí? - dije levantándome un poco para mirarlo a la cara. El mantenía una sonrisa en su cara.

- Bueno como ya te dije sólo me aseguraba de que estés bien y eso.

- Prometes no meterte de nuevo sin permiso. - levante mi dedo índice.

- Prometido. - levantó su dedo e hicimos una promesa, como en los viejos tiempos.
Nos quedamos mirando pero no era un momento incómodo, solo nos mirábamos. Dicen que los ojos son las puertas al alma, realmente yo no lo veía así, la gente se miraba siempre a los ojos, no era nada especial.
Con él era diferente, todo era diferente eso era lo que el efecto "Alex" me producía.

- Creo que debo irme. - dijo Alex levantándose. - Denisse y Francisco se preocuparán si no estoy en mi cama.

- No te preocupes, estoy bien, ve no quiero que se pongan a gritar a Fran y Denisse.
Nos despedimos y fue extraño yo quería que se quedara un rato mas.
Ya estaba despierta y no me iba a volver a dormir, ya no podía. Tome un lápiz y una hoja y dibuje - aunque parezca muy cursi y de niña - la primera vez que Alex y yo nos besamos, luego me arrepentí pero no quería romperlo. Lo guarde entre alguna página de mi diario.
Se me vino a la cabeza.
"Mientras más me alejo de ti me dado cuenta, que la vida sin ti no es perfecta, tu me haces sentir que todo es posible"
Se que lo que voy a decirlo he dicho miles de veces pero no me falta recordarlo pero me encantaban las clases de la academia - lo repito mucho, pero era verdad - y es mas si tuviera que elegir una, seguro elijo literatura. Esta profesora era diferente a otras, a mi me parecía divertida y entretenida, diferente a muchas en comparación. Ella era escritora y daba teatro - aunque esa clase tenía el segundo lugar de mis clases menos preferidas, en primer lugar se hallaba defensa personal - siempre nos leía poemas y obras literarias que a mi me encantaba.
En la últimas semanas como tengo la suerte más grande del mundo, me había tocado al lado de Alex y al otro lado mio Denisse. Lo malo de estos dos es que dormían en clases y sus sonidos emitidos no me dejaban oír la clase. No eran los únicos que se dormían, casi todo el mundo se dormía en esta clase.

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