Capítulo 14 El gran momento

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No se cuando sucedió o alguien adelanto el tiempo, pero ya era vísperas del baile, un día antes y yo seguía sin ninguna canción. De tener algo lo tenia pero no era la canción más grande.

Me haces sentir especial.
Que puedo lograrlo contigo.
Que puedo ser diferente.
Que puedo ser mejor y mucho más.
Solitaria en el camino me encontraba.

Apenas tengo eso un trozo de una rima, de algún verso. Ojalá no me hubiera comprometido para realizar, pero hay veces que no se decir no.
Se podría decir que uno de los instrumentos más delicados es el piano, además que era uno de los únicos instrumentos que yo sabia tocar —además del violín y la flauta— pero era el que mas me gustaba a mi. Los pianos tenían algo especial, o tal vez yo lo veía así. Cada vez que observaba el piano de mi casa una invasión de alegría se apoderaba de mi, quizás era porque sabía que aquel piano había sido de mi mamá y el algún momento ella tocó ahí.
La abuela me dijo que a mi madre le gustaba tocar el piano, ella no sabia como hacerlo, al parecer fue mi padre quien le enseñó. No sabría explicar bien esta historia porque simplemente aún no entiendo, la historia de mis padres es cada vez más confusa para mi. Mi abuela me ha dicho ciertas cosas que al intentar entrelazar no encajaban.

— ¿ Ahora eres cantante? —salte del susto, creí que me encontraba sola. Al voltearme me encontré con Monica, ¿¡que rayos hacia ahí!?

— Monica que sorpresa — es raro que una persona aparezca en tu habitación sin tocar la puerta. Los hechiceros tenían el poder de tele transportación, cosa que yo no podía hacer aún.

— Si que lindo verte niña, pero no vengo a ver como estas sino a regañarte — Monica va directo al punto, y que tenía que reclamarme ella, no lo podía hacer, ni siquiera vivía con ella. La única que me podía regañar era mi abuela, la que si estuvo toda mi vida conmigo — ay Lucy madura, no porque no viva con vos significa que no pueda hacerlo.

Me quede confundida, como es posible que ella pudiera saber lo que yo estaba pensando.

— Usted... ¿Cómo supo que estaba pensando?

— No lo entenderías, no sabes usar tus poderes — comencé a sentirme un tanto asustada, no estaba segura delante de ella —porque te asustas, no eres humana. Asustarse de la magia es de humanos.

— Está .. ustedes está leyendo mi mente — pero ya no lo dije asustada, estaba molesta.

— Lo que te falta aprender —se rió falsamente. Debía dejar de pensar, así tal vez no sucedería nada —¿que compones?

— Una canción no es lógico —dije cortante, quería que se vaya de aquí y tenerla lejos de mi cabeza.
Ella comenzó a hablar, solo que no preste atención a lo que hablaba, más importante es la canción. Todavía no iba ni por el coro.

— Y ahora pasemos al regaño — dijo Monica irritada — me prestas atención en este momento.

No vi como lo hizo, solo sentí una fuerza, no podia controlar mi cuerpo y de un tiro ya estaba pegada a la pared. Busque rápido a Monica con la mirada, ella sonreía burlonamente.

— Monica, suelteme — grite desesperada.

— Liberate sola — respondí cortante.

— Pero déjeme ir.

— Guarda silencio y escúchame — tranquilice mi respiración, si le prestaba atención esto terminaría rápido — eso muy bien, ahora en que nos hallabamos... primero tu te puedes liberar sola.

— Claro que no, no puedo.

— Si puedes — se volvió a mi insistente — si supieras manejar tus poderes, pero mejor no entremos en el asunto. Segundo... ¿Qué rayos haces? — me pregunto ella molesta, mientras caminaba de un lugar a otro en mi habitación — ahora cantas, tarareas, estas sonriente, mejor vestida ...

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