El pabellón universitario de vóley estaba completamente lleno y el griterío en las gradas era ensordecedor. De nuevo se enfrentaban los juniors con los antiguos alumnos y las aficiones estaban muy exaltadas. Los más jóvenes estaban rodeados de los suyos, pero los otros eran leyendas en la universidad. Los partidos que jugaban eran de diversión por el deporte, pero también era de forma tácita, un enfrentamiento entre los junior y los senior por ver quién mantenía el liderazgo como mejores jugadores de la universidad, o quién entraría a formar parte de las viejas glorias universitarias que serían recordadas por muchos años.
Ese año era realmente competitivo, entre los jugadores veteranos había algunos que tenían un palmarés realmente imponente. No solo habían ganado la liga universitaria durante varios años seguidos mientras estuvieron cursando sus estudios allí, además había varios distintivos de máximo anotador, mejor rematador, mejor líbero, o mejor bloqueador central. Sin duda, los juniors tenían mucho por lo que pelear y demostrar.
La bocina que indicaba el término del set dejó paso a un clamor del público que animaba a sus favoritos con todo tipo de objetos para hacer ruido. En mitad de todo el griterío entraron Elke, Anne, Song Lan y XingChen buscando los asientos que unos amigos les habían guardado. Era una suerte haber contado con ellos, de lo contrarío sería imposible entrar al pabellón. Las banderas color lila de la universidad con el escudo circular colgaban por todos los lados. La mayoría del público llevaba pañuelos, camisetas o cualquier prenda con el escudo universitario.
Anne y Elke, habían conocido a Song Lan uno día antes y le habían invitado a pasar el día con ellas. Él ya tenía planes con XingChen en su universidad, así que cuando terminaron las conferencias, quedaron con ellas para divertirse. XingChen no es que tuviera muchas ganas pero tuvo una sensación de amargor cuando vio a Song Lan y a Anne tan cercanos. Era mejor marcar su territorio antes de que nadie se interpusiera.
—Pues sí que tenéis animación en la Tsinghua.—Song Lan se sentó entre Anne y XingChen. Las chicas ya se estaban colocando las bufandas lilas acordes al resto del público.
—Hay mucha expectación en los partidos de vóley. Somos competitivos hasta con nosotros mismos. Los de lila son los veteranos, los de blanco los junior que juegan con la camiseta de visitante.
—¿Quiénes son vuestros amigos? —XingChen comenzaba a sentirse algo más tranquilo. No le hacía mucha gracia cambiar de un entorno controlado a otro tan desenfrenado como aquel, pero al menos tenía a Song Lan a su lado.
Elke miraba a los jugadores veteranos buscando a Zi Xuan y Zhen Wen. Estaba justo detrás del banquillo y solo los veían por la espalda. Estaban bebiendo agua, alguno repasaba los vendajes o se recolocaba las rodilleras y coderas.
—El ocho es Zhen Wen pero no veo a Zi Xuan, lleva el dorsal catorce.
—Es cierto, no está en el banquillo. Ah, mira, ahí viene.
Zi Xuan había estado junto al equipo técnico para volver a vendarse los dedos y volvía ahora junto a sus compañeros para recibir las instrucciones del entrenador. Llevaba una toalla en la cabeza que no dejaba ver mucho su rostro. Bebió de una botella que le ofreció Zhen Wen y luego se secó el sudor con esa toalla que desechó a un lado mostrando su rostro.
—¿Sigue tan guapo como siempre?—dijo Elke a Anne para burlarse un poco de ella.
—Y tan idiota como siempre.
XingChen se quedó paralizado cuando al fin pudo ver quién era el tal Zi Xuan. El corazón le dio un vuelco, miro a Song Lan por si él también lo había reconocido, imposible puesto que no recordaba nada. Pero aún así, necesitaba mirar a otro lado que no fuera al psicópata que tanto dolor les había causado en el pasado. Song Lan no tenía reacción alguna, no lo reconocía.
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Redención 2. El Rey Blanco
FanfictionEl juego comienza de nuevo, la rueda se pone en marcha y las piezas del tablero buscan su lugar por enésima vez. Se ha doblado la apuesta, el reto es más arriesgado pero en esta ocasión hay una diferencia importante: Mueve el rey blanco y tiene vent...