En el juego del ajedrez el movimiento del caballo es muy diferente al del resto de piezas. Mientras las demás se mueven en diagonal, recto, o de ambas formas a la vez, el caballo forma una L saltando por encima de otras piezas hasta acabar en su nueva posición eliminando una pieza del contrario. Es la pieza sorpresiva por excelencia, como si vieras pasar por sobre tu cabeza un proyectil que acaba justo delante de ti pero no te alcanza, a no ser que seas su objetivo. Un caballo es una pieza menor en principio, pero puede tener un papel muy importante en la partida. En la vida real, el caballo blanco empezaba un camino recto pero hacía un giro de noventa grados y se malograba.
Li Xian era médico por méritos propios. No venía de una familia rica o acomodada, al contrario. Su familia era humilde, de un pueblo del interior donde sus padres tenían un pequeño restaurante de comida tradicional. Durante sus estudios de secundaria además de ayudar en el negocio familiar, tenía un trabajo de medio tiempo en una tienda de conveniencia, de esa manera podría costearse sus estudios superiores. Siempre había soñado con estudiar cirugía y sabía lo difícil que lo iba a tener por esa falta de financiación. Se esforzó mucho en conseguir una beca por excelencia académica y poder cumplir su sueño, por eso era aún más dolorosa la difícil situación en la que se encontraba en la actualidad.
Su padre tenía un problema con el juego y en los últimos años de universidad de Li Xian, había acumulado una deuda considerable con unos prestamistas menores de la zona. Ante la falta de pago, le dieron una paliza que acabó con el padre de Li Xian en estado de coma irreversible. Como no podían obtener el dinero, amenazaron a su madre con destruir el restaurante y tomar represalias con el resto de la familia. Li Xian tampoco podía hacer frente a la deuda, apenas estaba terminando los estudios, trabajaba a medio tiempo para poder mantenerse, siempre alcanzando las mejores calificaciones para no perder la beca con la que se pagaba los estudios. Su situación y la de la familia era muy difícil más allá de la deuda de dinero que tenían con los prestamistas. Sus vidas empezaban a estar en peligro real.
Cuando finalmente terminó sus estudios y empezó a trabajar en el hospital, los prestamistas le hicieron una visita a su casa. Ya no iban a esperar más, o recuperaban su dinero o se la cobrarían de otra manera. Li Xian estaba desesperado, no sabía cómo evitar el desastre y ante aquella desesperación, los extorsionadores le hicieron una propuesta con la que vendería su alma al diablo. Si quería pagar la deuda le propusieron colaborar en el tráfico ilegal de órganos. Él solo tenía que recabar el permiso de forma legal de las familias, pero los órganos eran vendidos después en el mercado negro. Eso iba en contra de sus principios como médico y como persona, pero la vida de su familia estaba en juego así que aceptó en hacerlo una vez. Pero después de la primera vez, vino la segunda y la tercera. Le amenazaban con delatarle y que fuera expulsado de su profesión además de ir a la cárcel, ya no podía salir de ese círculo vicioso. Últimamente si aspecto ya de por si delicado y frágil, le hacía parecer más desvalido que nunca y también últimamente pasaba muchas veces por la farmacia en busca de medicación que se guarda bajo llave.
XingChen se sentía mal al verlo tan silencioso y finalmente aceptó tomar al menos un café antes de ir al entrenamiento.
—Estabas muy callado en la operación del otro día ¿Te pasa algo en lo que te pueda ayudar?—El daozhang blanco siempre estaba presente en cada gesto de XingChen, siempre cuidando de quien lo rodeaba con una calidez que no era de este mundo.
—No, no, XingChen, no te preocupes. No es nada grave, solo que ando estresado esta semana.
Agarró la taza de café con las dos manos para que XingChen no viera que le temblaban. Hasta ahora había podido controlar su pulso o de lo contrario no hubiera podido entrar a quirófano, pero XingChen sí que notó el leve detalle.
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Redención 2. El Rey Blanco
Fiksi PenggemarEl juego comienza de nuevo, la rueda se pone en marcha y las piezas del tablero buscan su lugar por enésima vez. Se ha doblado la apuesta, el reto es más arriesgado pero en esta ocasión hay una diferencia importante: Mueve el rey blanco y tiene vent...