Mi otra familia.

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Cuando perdemos algo importante, nos ponemos a buscarlo de forma incansable. Recordamos nuestros pasos, buscamos en los lugares donde podríamos haberlo dejado, recorremos los itinerarios una y otra vez con la esperanza de finalmente toparnos con ello. Pero Yu Hao no podía hacer eso. No podía seguir el itinerario de Li Xian porque se había cortado en aquel maldito parking del centro comercial. Donde hubiera ido Li Xian después de estar ahí, no lo podía saber. Sin embargo Xue Yang tenía un recurso muy valioso del que nunca se alegró tanto como en aquel momento.

Yu Hao podía iniciar una investigación policial ordinaria pero no le llevaría a ningún lado. Más sabiendo que los delincuentes a gran escala tenía tentáculos en todas partes y manejaban a su antojo cualquier esfera ya fuera política, policial o judicial. Yu Hao tenía muy difícil encontrar a Li Xian y a XingChen de esa manera. Pero Xue Yang era otra cosa, Xue Yang sabía cómo tratar con gente de esa calaña y tenía la herramienta perfecta, aunque eso le costara muy caro.

—No debería haberle dejado solo. Debería haber pedido una excedencia, alguna cosa, algo.—Yu Hao estaba desesperado dentro de su coche.

—No digas eso, has hecho lo que debías hacer. No sabíamos lo que estaba pasando, de haberlo sabido hubieras actuado de otra manera. No es tu culpa.—Xue Yang miraba al frente mientras pensaba en la solución a todo aquel problema.

—Zi Xuan, No se dónde buscar, he hablado con gente del departamento que lleva ese tipo de actividades y tienen poca información. Si se lo han llevado no es para quedarse en la ciudad, deben estar a muchos kilómetros de aquí. Si les pasa algo...yo...¡Joder!—Golpeó varias veces el volante lleno de frustración.

—Yu Hao, esto no lo podéis solucionar con los métodos normales. Si un pez más grande que tú te ataca solo hay una solución para salvarte. Llama a otro pez mayor que se lo coma.

Yu Hao miró a Xue Yang extrañado. No entendía muy bien a qué se refería o más bien no quiso entender por el bien de todos.

—¿Es lo que estoy pensando?

—Hablaré con el viejo ahora mismo. Yu Hao—Esta vez, dedicó toda su atención a su amigo, lo que le iba a decir era delicado.—Eres policía y vamos a cruzar la línea. Más aún, las cosas se van a poner feas a partir de ahora. Debes dar un paso atrás y dejármelo a mi.

—No, a partir de ahora no soy policía. Haremos lo que haga falta para recuperarles, si tengo que pagar las consecuencias, ya las pagaré después.

Yu Hao conocía a Zi Xuan desde hacía varios años. El trabajo de los dos los había hecho coincidir y hacerse amigos, así que Yu Hao sabía algo de la relación que tenían Zi Xuan y Chen Zheng Yang, el anciano jefe de la banda Wen. Zi Xuan no hablaba de ello, pero Yu Hao sabía cosas. Cosas como a lo que se dedicaba la banda Wen, cosas como la relación que tuvieron de amistad Wen Hai y Zi Xuan, cosas como la protección que el anciano ejercía sobre su amigo y su incansable intento de que perteneciera a "la familia" de verdad. Esas cosas no se las había dicho Zi Xuan, esas son cosas que como policía conocías, como también conocias que Zi Xuan se mantenía al margen de todo aquello salvo por las veces que lo usaba para rescatar a niños delincuentes.

Que Zi Xuan recurriera al anciano para encontrar a Li Xian y XingChen era algo bueno, lo malo es que el precio sería muy alto y temía que Zi Xuan lo tuviera que pagar solo. Si alguien podía saber lo que había pasado, qué gente se había llevado a los dos médicos y dónde, era Chen Zheng Yang.

—Iré solo, no le gustan los extraños que son policías. Espérame en tu casa.—Xue Yang se ajustó el cinturón esperando que Yu Hao lo llevara hasta la mansión Wen, pero este no arrancó de inmediato.

Redención 2. El Rey BlancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora