Redención 2. El Rey Blanco

Lucha por tu peón.

El cuartel general de la banda Wen estaba en una de las zonas más ricas de la ciudad. Una  casa de estilo siheyuan en una finca de 5 kilómetros cuadrados  que además contaba con una piscina gigantesca, un auditorio al aire libre y una pista de carreras de cars. Cuando Zi Xuan veía aquella pista no podía dejar de acordarse del sobrino del anciano, Wen Hai, que terminó muriendo en un accidente después de conducir borracho y sin protección. Desde entonces nadie había vuelto a usar aquella pista que aunque en perfectas condiciones, se mantenía abandonada por todos. Wen Hai no era sobrino real del anciano como tal, pertenecía a la familia del verdadero fundador de la banda Wen, Wen Mo. Chen Zheng Yang, el anciano, había sido la mano derecha de Wen cuando la banda apenas era un grupo de matones indisciplinados y juntos, habían llegado a la cumbre del crimen organizado. Sus negocios se balanceaban entre una red de prestamistas y el blanqueo de dinero proveniente de la prostitución y otros negocios menores. Por otro lado, también habían conseguido establecer una red de favores entre altos cargos políticos y financieros no solo de la ciudad, también del país. 

Unos veinte años atrás, Chen Zheng Yang vio la oportunidad de dar un golpe de efecto y quedarse con el control de toda la banda. Aprovechando que había problemas familiares entre Wen Mo y su hermano menorWen Yuang , apoyó a este último que terminó muriendo en la rencilla. Chen entonces tomó ese lado y se enfrentó a Wen Mo, tejiendo una tela de araña de afectos a su causa que terminó con el lado de Wen Mo aniquilado. Sin embargo, esta guerra interna se cobró muchas vidas, buenos hombres que murieron en emboscadas y en enfrentamientos en las calles. También murió el propio Wen Mo y entre tanta muerte quedó un huérfano de padre y madre, el pequeño Wen Hai.

Chen Zheng Yang que no tenía hijos, lo adoptó como suyo cuando apenas tenía cinco años tras la muerte de los cabezas de familia. Desde entonces, el muchacho lo aceptó como padre, más aún sabiendo que defendió la causa de su verdadero progenitor. Chen lo celaba mucho, siempre estaba pendiente de que no le pasara nada y cuando en la secundaria tuvo un problema, nada serio por otra parte con otros hijos de grandes magnates de las financias y la política, puso su cuidado también en quien lo defendió.

Era un chico serio, silencioso y con pocos amigos que viendo la situación, no dudó en defender al chico Wen. Golpeó con bastante acierto a los atacantes de Wen Hai, tres muchachos algo mayores a pesar de que lo amenazaban con el poder de sus padres para castigarle por la osadía. Aquel muchacho no era especialmente un chico rico, su familia era acomodada pero nada que ver con la élite a la que pertenecían tanto atacantes como atacado. Sin embargo se metió al medio sin importar las amenazas y eso, llamó la atención del anciano. Ese chico silencioso, callado y efectivo era Zi Xuan.

Chen Zheng Yang siempre había tenido la esperanza de que aquel chico trabajara para él en el futuro, había algo en él que lo atraía sobremanera, algo que le decía que era un arma de destrucción masiva muy conveniente para militar en sus filas, pero nunca logró tentarlo ni con una vida fácil ni con la falta de una difícil. El chico se mantenía en sus trece a pesar de que al principio andaba en peleas y pequeños actos vandálicos junto con Wen Hai. Con el tiempo, la amistad entre los dos jóvenes aunque no desapareció si se hizo más distante debido a que Zi Xuan fue a la universidad y Wen Hai comenzó a aprender el oficio sin querer estudiar nada más. Desde ese momento, solo se veían de cuando en cuando, pero ya no había esa complicidad. Wen Hai había pasado a otro nivel en el que o estás  dentro o sobras porque siempre había algo que no debías oír, saber, o ver.

Unos años después, el trágico accidente en la pista de cars de la finca acabó con la vida del joven Wen Hai. En el propio funeral Chen Zheng Yang le dijo a Zi Xuan que ellos siempre estarían para él a pesar de que su nexo de unión había desaparecido. Zi Xuan terminó la universidad y aprovechó aquella deferencia hacia él para desmontar muchos planes de Wen que tenían que ver con jóvenes delincuentes. El anciano le dejaba hacer, sabedor que la trama que dirigía no podía ser desmantelada por los intentos heroicos de un muchacho justiciero con debilidad por los niños abandonados. Además, así tenía la oportunidad de saber de él por él mismo, aunque Zi Xuan ya sabía que sobre su persona había una sempiterna vigilancia de la banda Wen.