En una partida de ajedrez, escoges el color de tus piezas, colocas a cada una en su lugar y planeas una estrategia para que ciertos movimientos después, ganes la partida. Entiendes cómo se mueve cada figura, el caballo, la dama, el alfil, la torre y entonces vas haciendo tus movimientos en base a eso. Pero la partida que jugaban Xue Yang y XingChen era diferente, no eran ellos los jugadores sino las piezas principales y aún así, se movieron buscando sus objetivos. Esta partida especial hizo que los reyes se acercaran para permanecer juntos, los caballos ocuparan como suelen el centro del tablero, pero en lugar de atacarse se protegieran. Las damas jugaron para que sus reyes estuvieran a salvo, tanto que la dama blanca hizo su mejor esfuerzo para separar a los reyes y sin embargo los unió aún más. Las torres, piezas decisivas en una partida hicieron sus enroques, pero en contra de sus propios reyes. No, aquella partida era diferente a cualquier partida que se conociera, ni las estrategias habituales funcionaron ni las piezas se comportaron al uso.
Desde un principio, nada era lo que parecía, ni las piezas eran las que se pensaban. Lo que parecía real fue mentira y lo que parecía imposible finalmente se cumplió. No se trató de que las blancas o las negras obtuvieran la victoria al final. Se trataba de que aquellas piezas eran personas con sus propios anhelos, sueños e inquietudes y se movieron para cumplir todos y cada uno de sus deseos. La vida terminó por girar, retorcerse y finalmente seguir adelante.
Los niños le pusieron la venda a Li Xian y le giraron varias veces. Como siempre, comenzaron a correr de un lado para otro frenéticos y formando un gran escándalo. Li Lian corría con ellos y de cuando en cuando se escondía detrás de Xue Yang o de XingChen que la abrazaban y la empujaban para que fuera con los demás. Li Xian se reía sin saber qué pasaba a su alrededor, realmente estaba feliz en ese momento, olvidando todo lo que había pasado y creyéndose realmente que la vida le sonreía al fin. En ese momento, en ese campamento junto a todos sus amigos y los niños de acogida todo brillaba. Comenzó a dar pasos indecisos, buscando con las manos tocar alguna cabecita para capturar algún pollito. Entonces se produjo un momento muy extraño a los ojos de Xue Yang.
Li Xian levantaba una mano, como queriendo agarrar el aire y Yu Hao se acercó y entrelazó sus dedos con los de Li Xian sonriendo lleno de ternura por el cirujano. A Xue Yang le recorrió un escalofrío por la espalda. Tuvo un deja vu en ese momento, esa escena la conocía perfectamente. Entonces comenzaron a venir más recuerdos de Li Xian y de Yu Hao. La herida del brazo del policía, el intento de suicidio de Li Xian, sus ojos extraños y apagados, la incansable determinación de Yu Hao por reunirse con el cirujano. Li Xian sonreía y bajaba tímidamente la cabeza con la venda blanca en los ojos y Yu Hao le acariciaba la mejilla. ¿Qué estaba viendo realmente? ¿Qué estaba pasando con Yu Hao y Li Xian?
Cuando encontraron al profesor no dudó en que había sido la Xuanwu quien habían acabado con él. Shau Kee le dijo que la Wen no había sido pero que entendía que la propia Xuanwu se había encargado del asunto. No le dio importancia a lo que Shau Kee le había dicho sobre la manera en la que había sido torturado. Ahora dudaba realmente que hubiera sido Xuanwu quien se hubiera encargado del profesor. En ese momento también le llegó a la memoria la imagen de Yu Hao entrando al hospital con sangre en su ropa.
Li Xian dijo el nombre de Yu Hao en alto y se quitó la venda. El policía le besó delante de todos y le abrazó para después guiarle tomando su cintura fuera del círculo de juego. La mirada del policía se cruzó con la de Xue Yang durante algunos segundos y finalmente, Yu Hao le sonrió.
—¿En qué piensas tan concentrado?—XingChen se le acercó al oído y le sacó de sus pensamientos.
—¿Eh? Ah, nada, tonterías. A veces pienso que el destino es realmente extraño. A veces miramos y no nos damos cuenta de que estamos ante un espejo.
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Redención 2. El Rey Blanco
Fiksi PenggemarEl juego comienza de nuevo, la rueda se pone en marcha y las piezas del tablero buscan su lugar por enésima vez. Se ha doblado la apuesta, el reto es más arriesgado pero en esta ocasión hay una diferencia importante: Mueve el rey blanco y tiene vent...