Barreras de Amor

CAPITULO 14

P.O.V Anastasia

Entramos al estacionamiento subterráneo del departamento de Christian. El auto se estaciona en uno de sus lugares y sin esperar baja del auto encaminándose hacia el ascensor .

Su chofer Jason Taylor, me abre la puerta para que salga, camino hasta alcanzar a Christian colocándome a un lado de él —Por lo menos si vas a estar enojado conmigo tengo que saber el motivo— antes de que me conteste las puerta del ascensor se abren entrando los tres.

Durante la subida el silencio se hace incómodo y frustrante por  la actitud de mi esposo, lo cual me pone de mal humor. Al abrirse las puertas nos da paso al elegante vestíbulo del departamento. Los de seguridad llevaban las maletas a nuestra habitación para después despedirse e irse a su lugar de descanso.

Volteo a ver a mi esposo quien se encuentra en el mini bar sirviéndose una bebida de color ámbar para después tomárselo de un trago, vuelve a servirse otro , tomo su mano deteniéndolo, me mira a los ojos —Que crees que estás haciendo?, Suéltame!— me dice con los dientes apretados y furioso pero no hago caso.

—No hasta que me digas que carajos te sucede Christian!— se suelta de mi agarre y camina hacia el ventanal de la sala, se toma de un solo trago la bebida antes de darme una respuesta.

—Quieres que te diga que me sucede Rose?!.

—Si, eso es lo que quiero, quiero saber el porqué nos fuimos de la casa de tus padres? pero sobre todo porque el cambio de actitud para conmigo— camina hacía a mi tomándome entre sus brazos fuertemente.

—Quieres saber porque?, bien te lo dire porque me moría de celos, porque me di cuenta la clase de mujerzuela que eres, porque entendí que eres una ...— No lo dejo terminar porque le propicio una bofetada. Me mira fríamente sorprendido con su mano en la mejilla

—Nunca en tu miserable vida me vuelvas a llamar mujerzuela, JAMÁS escuchaste!— me toma de nuevo acercando su rostro frente al mío.

—Y TÚ NUNCA VUELVAS A PONERME UNA MANO ENCIMA, Porque sabes que tengo razón, yo lo vi todo Rose, vi aquel momento en donde estabas abrazando a mi hermano. QUE no fui suficiente para ti?!, ahora vas a ver si mi hermano te da lo que yo no— me suelto contendiendo las lágrimas

—Eres un hijo de...— no terminó de decirlo, ya que las lágrimas salen por mis ojos — No sé de que carajos hablas Grey, pero sea lo que sea estás equivocado.

—Con que la señora Grey no sabe de lo que hablo?Bueno déjame refrescarte tu memoria, Jack y tú en el distrito de las bodegas abandonas, abrazo cariñoso — lo miro sorprendida ante lo que me está diciendo.

—Me estás vigilando Christian! Como te atreves!— abre los ojos sorprendido, por lo visto creo que no quería haber dicho eso

—Que querías que hiciera al ver a Mi mujer muy misteriosa un día antes, después al día siguiente la veo muy arreglada a temprana hora y sale con su cuñado— lo dice en tono enojado pero sobre todo celoso. Lo cual me causa risa sin poder contenerme exploto, frunce el ceño sorprendido ante mi reacción — Cual es el chiste Rose?

Lo miro riendo— Quieres saber el chiste Grey?— asiente —Bueno, tú eres el chiste o bueno eres el resultado— me acerco hacia él quedando a tan solo un toque de distancia —Toda tú historia inventada en tu cabeza es producto de tu desconfianza, por no creerme en mi. Actúas como un macho opresor que desea tener todo bajo control, no es así? — me cruzo de brazos.

—Bien, quieres saber qué hacíamos ahí Jack y yo?. Jack me me presto el dinero para pagarle la deuda a Aron con el objetivo de me dejará en paz y no me estuviera chantajeando, de ese modo tú y yo podríamos comenzar a ser felices — trato de contener las lágrimas que amenazan con querer salir — Pero no será posible porque

Pero creo que no será posible, porque no existe confianza entre nosotros y así no va a ...

—Rose, y..yo no quise...— levantó la mano interrumpiéndolo

— No Christian, quizá no lo quisiste decir pero admite que algo dentro de ti se moría por decirlo, y siempre será así Christian. Admite que nunca confiarás en mi por qué vengo de la calle. Porque no soy una refinada como tú Ex, pero ten en cuenta algo que seré de la calle pero soy honrada y tengo dignidad.

—Rose, Rose—. Sin hacerle caso camino hacia la habitación y cierro azotando la puerta. Me siento en el piso y comienzo a llorar, ante todo esto.

Él jamás me mirará como una mujer refinada sino cómo allá chica de la calle quien fue contratada para estafarlo, pero no permitiré que me sigan mirando así. A partir de ahora le demostraré que puedo cambiar y que dentro de mi vive la personificación e imagen de la elegancia. Nadie jamás me volverá a tratar por el suelo, ahora seré yo quien los aplaste.