CAPITULO 8

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P.O.V Anastasia

Aún puedo sentir como es estar entre sus brazos, suspiro mirando el amanecer desde la ventana de nuestra habitación, jamás pensé tal declaración por su parte.

Después de aclarar nuestros sentimientos tuvimos una romántica cena en nuestra habitación y estuvimos conociéndonos un poco más aunque claro Christian tuvo muchas cosas que contarme a diferencia de mi, lo que me hizo pensar en querer investigar acerca de si tengo padres o quizá parientes vivos, aún puedo recordar el día en que desperté en ese hospital asustada con tan solo una medallita rota en donde se apreciaba el nombre Rose así que ese fue el nombre que supusieron que era el mío.

— Buenos días cariño, desperté y no te vi en la cama— besa mi mejilla rodeándome con sus brazos, me volteó hacia él y acaricio su mejilla con espesa barba

— No podía dormir más así que decidí admirar el amanecer además estoy nerviosa porque hoy tengo que ir a ver a Aron.

— Cariño sobre eso Taylor junto con el equipo de seguridad y yo planeamos entregarle documentos que tendrán información de cuentas bancarias falsas las cuales permitirán que al ellos tratar de accesar, podremos ver sus movimientos así tener evidencias en contra de ellos — lo miro tratando de asimilar su plan

-Christian creo que este plan no funcionará, ya que si Aron llega a descubrir que esas cuentas no existen todo se descubrirá y sobre todo descubrirá que yo trabajo para ti y me querrá matar, c...creo que debemos buscar otra forma..— toma mi rostro mirándome a los ojos

— Rose este plan está pensado en tu seguridad y mantenerte a salvo, entiende que yo me muero si te llegara a suceder algo por mi culpa o te pusiera en peligro.

— De acuerdo — antes de que me conteste escuchamos ruidos y un poco de alboroto afuera, la puerta se abre abruptamente causando que ambos volteemos hacia la entrada encontrando a una mujer de mi misma edad, cabello castaño, de ojos color chocolate, complexión delgada y sobre todo bien vestida.

-Me puedes explicar qué es lo que está pasando Christian?, llego de Nueva York tras el desfile y me recibe la noticia que haz roto nuestro compromiso pero sobre todo que te casaste, dime que no es verdad, por favor?- dice casi lo último llorando, lo cual hace nacer en mi remordimiento ante el sufrimiento que le estoy causando a esta mujer.

— Leila, por favor no hagamos un drama, te explicaré pero por favor ve al estudio ahorita iré — le dice Christian, ella lo mira y después a mi.

-Bien te espero abajo pero más te vale que haya una explicación para esta broma de mal gusto- sale de la recámara dejándonos a ambos solos. Lo miro paseando de un lado a otro preocupado pasando sus manos por su cabello.

— No pensé que el momento llegara tan rápido — camino hacia él para abrazarlo pero me detiene — Lo lamento Rose pero ahora no es un buen momento, necesito tomar un baño y bajar a hablar con Leila, perdón— niego tratando de verme despreocupada y considerada ante su situación.

Veo cómo se mete al cuarto de baño dejándome sola, tomo asiento en la orilla de la cama y respiro profundo, sabía que esto iba a pasar pero no pensé que Christian le fuera afectar mucho la presencia de su ex-prometida, eso me da una idea de que aún por más mínimo que sea aún siente algo por ella.

Sin saber cuánto tiempo estuve en mis pensamientos, veo que sale recién duchado y vestido, se acerca para besarme la frente y sale de la habitación dejándome aquí sola.

Desesperada ante lo impredecible e impulsada por mis dudas salgo de la habitación sigilosamente para que nadie me escuche, al estar casi en las escaleras me encuentro de nuevo con la empleada del día de ayer, al verme me sonríe — Se le ofrece algo Señora Grey?.

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