Barreras de Amor

CAPITULO 38

P.O.V Anastasia

7 meses después...

Nerviosa juego con mis manos.—Hermanita, esto se lo tienes que decir a Christian, no es la primera vez que recibes algo como eso Ana—. Kate me mira haciéndome sentir regañada.

—Lo se Kate pero de primero pensé que solamente se trataba de una broma de mal gusto. Ahora estos mensajes se han vuelto constantemente amenazantes, pero no quiero preocupar a Christian.

—Ana, esto no es de querer, Christian y todos deben saber de esto, es necesario. acuérdate que casi nos quisieron matar aquella ocasión en el coche, y ahora no eres solamente tú sino también está mi sobrino de por medio.

—Ni me lo recuerdes Kate—. Suspiro frustrada, debatiéndome si decirle o no hasta que gana decirle la verdad.—Tengo una ligera sospecha de la persona que pueda estar tras de estos mensajes.

—Y ¿Quien piensas, que es?

—Leila. Sabemos que no soy grata para ella ni para mi "tía", sospecho que ellas puedan estar detrás.

—Igual lo creo, también la bruja de nuestra queridísima suegra quien es todo un ángel. No dudo que las esté apoyando—. Kate suspira mirando hacia la ventana.

—Y ¿como la llevan, tú y Elliot?  ¿ya todo se ha arreglado?—. Pregunto mirándola, pero Kate tan solo niega.

Suspirando me voltea a ver.—Creí que este viaje que hicimos nos vendría bien pero hay momentos en que estamos bien y otros siento que se aleja de mi, y todo porque no puedo darle un bebé—. La mejillas de mi hermana se empapan con sus lágrimas.

—Hey hermanita, no desesperes veras que muy pronto nos darás la noticia de que viene un sobrino o sobrina en camino-. Digo cubriendo su mano con la mía para confortarla.

—Es lo que más anhelo, ser madre, pero a la vez me siento presionada ante lo que esa víbora de Grace hace. ¿Sabes que le dió a la ex de Elliot su número de teléfono? Ahora esa mujer le vive enviando mensajes.

—Lo entiendo Kate igual me sucedió, pareciera que esa mujer no desea la felicidad de sus hijos—. Niego al recordar todas y cada una de las cosas que Grace Grey me ha hecho.— Deberías dejar tus puntos claros Kate, eso nos ayudo a Christian y a mi, míranos ahora, una hermosa relación y un bebé en camino—. Acaricio con ternura y amor mi pancita de siete meses recién cumplidos.

—Pero tú fuiste valiente, lo dejaste y eso hizo que reaccionara para luchar por ti—. Mira sus manos, toca con la mía la suya, para después mirarme.—Y no sé si yo pueda.

—No te digo que lo dejes Kate tan sólo habla con él y aclara todas esas inseguridades, ademas Elliot te adora y te ama.

Mi hermana se levanta de la cama con una sonrisa de lado a lado mirándome.

—Tienes razón hermana, hablaré con él de esto—. Y cómo si lo invocáramos, Kate recibe un mensaje de Elliot preguntándole si deseaba ir a pasear un rato al pueblo, después de insistirle que fuera y que yo estaría bien, aceptó.

Al ya estar sola en la habitación con un poco de tranquilidad y calma en la casa, decido dormir un poco. Cuando estoy por cerrar los ojos un ligero toque en la puerta me hace salir de ese mini sueño.

—Adelante.

La puerta se abre entrando por ella Alice, la nueva chica del servicio que contrató la señora Jones unas semanas atrás.

—Perdón que la moleste señora, pero abajo se encuentra una mujer que pide hablar con usted—. Frunzo el ceño.

—¿Como es...—. No termino de decir la frase al ver entrar por la puerta a mi queridísima suegra, nótese el sarcasmo.