Barreras de Amor

CAPITULO 46

P.O.V ANASTASIA

Gritos, disparos y fuertes sonidos de maquinas se reproducen en mi cabeza sin cesar, hasta que por fin puedo abrir mis ojos y apagar todos esos sonidos en mi cabeza.

Entrecierro los ojos ante la luz que se cuela por un gran ventanal a mano izquierda. Observó confundida a mi alrededor, notando que me encuentro en el hospital. Entonces cómo flashback llegan a mi todo lo vivido el día anterior, el secuestro e intento de homicidio. La piel se me congela al pensar en todo lo que vivimos mi pequeño y yo. Teddy, mi bebé necesito saber si está bien y sobre todo saber si Ethan no le hizo ningún daño después de dispararme.

Me quito con un poco de dolor los cables que se encuentran conectados a mi cuerpo, haciendo que algunas máquinas comiencen a sonar, pero eso no me importa necesito saber que Christian y Teddy se encuentran a salvo. Al tratar de levantarme siento un fuerte tirón en espalda que me hace regresar hacia la cama, pero no me doy por vencida, vuelvo a intentarlo por segunda ocasión, lo cual es la vencida.

Como puedo camino despacio hacia la puerta de la habitación, y salgo. Miro hacia ambos lados pero no hay nadie. Camino por el pasillo de la derecha tratando de encontrar cómo salir e ir a casa para saber cómo mi hijo y mi esposo. Después de unos cuantos metros, el dolor en mi espalda es insoportable, lo cual me obliga a recostarme de lado en una de las paredes.

—-¿Se encuentra bien? ¿Necesita ayuda?—. Volteo hacia mi derecha, y veo que se trata de una enfermera del hospital.

Asiento con las pocas fuerzas que tengo, pero antes de poder decir algo, escucho como se oyen por los altavoces <<Código Ámbar>>. La mujer voltea a verme, lo cual se que significa que ya sabe que falta un paciente.

—Señora tiene que regresar a su habitación.

Niego.—P...Por favor n...necesito saber d...de mi hijo y m...mi esposo—. Digo un poco ronca.

Escuchamos varias voces y pasos por el pasillo hasta que escuchó una voz conocida.

—!¿Como carajos mi hermana se les pudo perder?! SU MALDITA E ÚNICA OBLIGACIÓN ERA ESTAR AL PENDIENTE DE SU PUERTA, QUE NADIE SALIERA NI ENTRARA MÁS QUE LAS PERSONAS AUTORIZADAS.

Camino como puedo seguida de la enfermera que me encontró hacia mi hermano que se encuentra de espaldas a mi. Los dos hombres corpulentos que se encuentran frente a él, le dicen haciendo que voltee hacia mi.

—Hermanita—. Corre hacia mi. Tomándome por los brazos sin hacerme daño.—Nos tienes como locos buscándote por todo el hospital, no vuelvas ha hacernos esto.

—Señor, la paciente debe volver a su habitación. La herida de su espalda está abierta, y debo currársela—. Mi hermano asiente, me toma entre sus brazos y sigue a la enfermera hacia la habitación pero viéndolo bien más bien es una suite.

Al llegar Jack me deposita con cuidado y delicadeza como si fuera una pieza delicada en la cama. La enfermera comienza a cuidarme y puedo ver cómo mi hermano habla por el celular, y por la llamada se de quien se trata.

—Si hermano, ya la encontré, nos encontramos en la habitación, puedes detener la búsqueda—. Jack voltea a verme y por su expresión sé que estoy en graves problemas.—okey hermano, aquí estoy con ella—. Jack cuelga la llamada, y la enfermera también termina de curarme.

—Bien, no se le abrieron los puntos por suerte solo fue sangre del esfuerzo que hizo al levantarse. Le avisaré al doctor que ya despertó para que enseguida la venga a revisar. Con permiso—. Mi hermano y yo le agradecemos antes de que salga.