CAPITULO 11

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P.O.V Anastasia

Ambos guardamos silencio mientras que trato de inventar una respuesta rápida, pero nada se me ocurre — Hablen, que es aquello que mi hermano te tiene que prometer y que yo no puedo enterarme, Rose? — Nos mira a Jack y después a mi hasta que Jack decide contestarle

— Christian, aquí Rose quería pedirme de favor si tengo algún puesto de trabajo vacante en mi empresa y como no quería preocuparte con esas cosas me pidió que lo mantuviera en secreto, no es así Rose?— asiento ante la pequeña mentira

—Si Christian, no quiero preocuparte con este tema y es que me siento aburrida estar solamente en la casa.

—Y por eso no me podía enterar?—voltea hacia a Jack —Gracias hermano pero de mi esposa me encargo yo, mañana mismo hablaré con Ross para que le de el puesto de asistente.

Jack levanta las manos — Bien, tranquilo hermano solamente quería ayudar, pero creo que ahora salgo sobrando y Rose necesita descansar así que los dejo— me abraza susurrándome — Debes confiar en él, dile ante de que sea tarde — sale de la habitación dejándonos solo a mi y a Christian.

Me mira cruzados de brazos y sé que aún se encuentra molesto — Lo lamento Christian, sé que debo decirte pero con tantas cosas entre Aron y tu ex creo que está demás que te diga que quiero hacer algo productivo como trabajar.

—Rose— toma mi mano — Yo sé que estás acostumbrada a hacer las cosas sin rendirle cuentas a nadie pero debes confiar en mi, me prometes que ya no habrá más secretos entre nosotros?— me mira con aquellos ojos grises y reúno todas mis fuerzas para mentir.

—Lo prometo Christian, prometo contarte todo lo que me preocupa o me haga sentir confundida— sonríe atrayéndome entre sus brazos para estrecharme.

No puedo evitar llorar, sé que a los poco segundo de hacer una promesa, yo la estoy rompiendo al ocultarle aquellos pequeños recuerdos. Pero si lo oculto no es porque no quiero que se entere sino porque no quiero que piense que estoy mal.

Horas más tarde miro por la ventana hacia fuera y veo que es de noche, miro a mi esposo dormir relajadamente en la cama mientras que yo no puedo conciliar el sueño. Tomo la bata de mi camisón y salgo de la habitación por un vaso de agua a la cocina.

Cuando llego a la cocina me sorprendo encontrándome a la hermana de Christian llorando para ser frágil pero rápido se cubre aparentando aquella mujer fría y hostil que siempre me muestra ser — Lo lamento por importunar, solamente venia por un vaso con agua pero vengo más tarde— me doy vuelta para salir de ahí pero me detiene

—No debes fingir ser inocente y santa, mi padre y mis hermanos te la pueden comprar pero en cambio yo conozco a las mujeres de tu clase.

Cansado de aguantar sus desprecios y faltas de respeto, no me detengo y le contesto — Y según tú, de qué tipo de clase de mujer soy?— cuando quiere hablar no la dejo contestando por ella —Mira Mía o como quiera que te llames, según tú crees conocerme pero la verdad es que una princesa como tú jamás sabrás que es vivir en hogares temporales con demás niños que buscamos una familia, no viviste aquellas amargas experiencias de que te tocaran familias que tan solo te veían como una mina de oro para ellos o tan siquiera te hiciste la pregunta, porque a mí? — me mira con ojos rojizos tratando de no llorar pero no me importa estoy cansada de que me pisoteen.

Me acerco a ella — Cuando salgas de tu maldito y estúpido castillo de nubes rosas y de colores, veas más allá a parte de ti, puedes venir hacia a mi y poder decirme todas las cosas que con mucho gusto te recibiré y no replicaré— me doy la vuelta para irme de vuelta a la habitación pero antes me detengo volteando hacia donde se quedó parada — Ah y puedes decirle a Christian, a tus padres o a quien quieras y no lo negaré, porque no me avergüenzo de ser como tú dices una callejera, huérfana sin clase ni educación que no le dieron una opción de elegir pero créeme si me lo hubiera dado escogería tener a mi verdadera familia o tan siquiera poder saber cuál es mi nombre realmente no escogería lo que Tú eres.

Retomo mi camino pero tropiezo con un somnoliento Jack entrando a la cocina, al verme a mi y detrás como estatua a su hermana frunce el ceño —Que sucede aquí? Hay una reunión nocturna y no me invitaron?— dice con una sonrisa pero al ver que ni su hermana sonreímos ni contestamos, mira de nuevo a su hermana que ni se mueve — ¿Estás bien Mía? Te sucede algo?.

Ella niega saliendo rápido de la cocina sin contestar a la pregunta de Jack quien voltea a verme pidiéndole una explicación a la cual no me queda de otra que contestar — Esta así por lo que le dije antes de que llegaras, perdón Jack pero estoy cansada que tú madre y tú hermana me estén ofendiendo o atacando solo por el simple hecho de que no soy como ustedes, de que no cuento con una cuenta millonaria en el banco ni mucho menos procedente de una cuna de oro.

Jack niega tomando mi mano — Tranquila Rose, entiendo tu punto y tienes razón, a ambas no les da derecho de agredirte pero dime que te dijo para enfurecerte tanto.

—Me dijo que conocía la clase de mujer que era, así que le contesté que no tenía derecho de decirme eso, ya que no sabía por lo que he vivido— me coloca una tasa de té frente a mi, la cual agradezco — La verdad tan solo deseo encontrar a mi hermano o a mi familia para poder cumplir con mi sueño y después irme lejos para comenzar una nueva vida— suspiro cansada.

—Perdón que lo diga Rose pero mi hermano en qué lugar queda si quieres irte, piensas abandonarlo?.

—No...Si...No lo se Jack, pero desde que acepte ser la esposa de Christian mi vida se ha convertido en un caos, aunque es un caos hermoso sé que él se merece a alguien de su clase como Leila Williams su ex, una señorita de clase, refinada que se mueva en los mismos círculos de sociedad que ella y si no es ella al menos alguien igual a ustedes— me mira negando

—Rose quiero que solo pienses en una cosa, tú no podrás tener todas cosas antes mencionadas pero tienes algo que te hace superior y es esa bondad, gentileza e inocencia que te caracteriza y te hace ser una maravillosa mujer, mira que si no fueras la esposa de mi hermano y no viera en ti aquel amor secreto que le profesas a mi hermano te robaría para pedirte que te casaras conmigo— me rio con tal ocurrencia.

—Jack, me alagas pero amo a tu hermano a pesar del poco tiempo que llevamos casados ha sabido ganarse mi corazón y es por eso que quiero pedirte un favor.

— Dime Rose, soy todo oídos— le comienzo a decir a Jack todo mi plan para prepararle a Christian una pequeña sorpresa por todo lo que ha hecho por mi pero también le pido ayuda con algo que necesito librarme antes primero que nada.

Barreras de Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora