CAPITULO 20

1.1K 137 23
                                    

P.O.V Anastasia

Después de haberle contado de todo lo que me acuerdo al amigo de Jack, y ponernos de acuerdo cuando nos volveríamos a ver, salimos del restaurante rumbo de vuelta a la editorial.

—Rose, ¿todo esta bien con mi hermano? -. Volteo hacia él, y suspirando negando.

—La verdad no, creo qué hay veces que no entiendo a Christian, Jack. Hay veces en que dice que me quiere y me lo demuestra, otras veces es celoso, posesivo y impredecible. Creo que fue un error haber aceptado su propuesta—. Jack me mira como si me hubiera salido una segunda cabeza.

—C...como? Tú y mi hermano no se casaron enamorados?, pensé que tú y él...—. Niego

—Creo que sabes lo qué pasó con Aaron—. Jack asiente.— Lo que nunca conté fue que la madre de Leila quería quitarlo del camino al igual que todo su dinero, y aquí es donde entro yo, contratada para seducirlo y quitarle todo, pero no pude así que confesé todo, me propuso que nos casáramos y fingiéramos que fue amor a primera vista —. Digo lo último suspirando.

—Al parecer me lo creo tanto que tengo algunos sentimientos hacia Christian, pero tan solo verlo cerca de ella hace que sienta miedo ha perderlo pero sobre todo me hace pensar que él aún siente algo por ella.

—Rose, conozco a mi hermano desde hace tiempo y sé que él jamás te mentiría. Si en verdad él no sintiera nada por ti te lo hubiera dicho pero hoy vi como te comía con la mirada, como quería asesinar a Luke al estar cerca tuyo—. Niego

—Pueda que te equivoqué Jack.

—No tengo tendencia a equivocarme, además creo que mi hermano estaba en todo su derecho de enojarse al haberle ocultado recuerdos de tu pasado. ¡Por Dios Rose! estamos hablando de tu posible familia, esto es algo importante que deben hacerlo juntos, no tienes que ocultárselo.

—Lo se Jack, ni yo, pero si se lo oculte fue porque ni yo quería hacerme ilusiones. Primero quería asegurarme que estos recuerdos que tengo no sean producto creado de mi imaginación, entiéndelo—. Siento como mis lagrimas resbalan por mis mejillas. Jack se acerca, me toma entre sus brazos haciéndome sentir protegida y querida, pero no de forma romántica sino de manera familiar, un amor que hace mucho tiempo no había sentido, me reconforta absolutamente.

Narrador

Sin saber ellos dos que un abrazo puede significar la destrucción de todo lo que queremos. Principalmente cuando existen personas que desean con todo su corazón separar a dos personas que están destinadas a estar juntas.

A un par de metro se encontraba alguien escondido tomando con una cámara fotográfica varías fotos de Jack y Rose abrazándose, en otras estaban como si ambos se estuvieran besando, pero no era eso sino que Jack limpiaba las lagrimas derramadas por Rose en sus mejillas.

—Las tienes?!

—Por supuesto, si las quieres págame lo que me prometiste.

—Creo qué querré que sigas siguiéndolos y tomes toda foto que parezca comprometedora, a esa callejera, su medianoche se acerca. Muy pronto dejará de ser esa principesca que se cree para ser lo que siempre ha sido una basura insignificante.

...............................

Después de un día largo y agotador, regreso a casa. Al entrar por la puerta noto un silencio absoluto en toda ella. Eso significa que Christian aún no ha regresado aún.

Camino hacia la habitación, y busco ropa cómoda para tomar un baño y descansar pero me sobresalto asustada hacia la puerta de la recámara que es azotada al cerrarse dejándome ver a Christian sin saco y corbata, con el cabello desordenado.

Noto que por su expresión se encuentra enojado o más bien furioso. — Ahora mismo Rose, me dirás que carajos sucedió en la tarde. PORQUE CARAJOS NO ESTABA ENTERADO QUE ESTABAS TENIENDO RECUERDOS DE TU FAMILIA, ¿PORQUE?.

—Christian, tranquilo, te lo explicaré. Si te lo oculte fue porque ni yo misma estoy segura si son verdaderos recuerdos, y no quería que te enteraras hasta que al menos tuviera una pista, así que por eso no te lo dije para no preocuparte.

—PERO PORQUE A MI HERMANO, Y NO A MI QUE SOY TÚ ESPOSO, ME PEDISTE AYUDA—. Pasa las manos por su cabello repetidas veces caminando de un lado a otro.—ya se porque— . Voltea a mirarme.— Te enamoraste de él, ¿no es así?

—¡¿Q...que?! Por Dios Christian qué cosas dices. YO JAMÁS TE HARÍA ESO ESCUCHASTE, y entonces si vamos por ahí te digo QUE HACIAS TÚ CON TU EX EN UN RESTAURANTE MUY CONTENTITOS RIÉNDOSE.

—Rose, eso no es así, déjame...

—No Christian. NO permitiré que pisotees mi dignidad así ni mucho menos insinúes cosas de tu hermano, Y te lo advertí, No dejaría pasar ni una más.

—¡¿D...de que estás hablando Rose?!

—De que no soportaré ni un minutos más, tus celos obsesivos Christian. Por eso creo que esto debe terminar aquí, creo que necesitas pensar y aclarar si aún sigues amando a tu ex, y créeme no te culpare si aún lo haces porque duraste tiempo con ella hasta te ibas a casar así que será mejor que todo esto termine aquí.

Sin esperar a que diga algo más, camino hacia el armario tomo una pequeña bolsa, y comienzo a meter mis pocas cosas que me pertenecen. Suspiro tratando de aguantar el llanto que quiere brotar desde me interior, esto es por el bien de los dos. Cierro el cierre, tomo mi pequeña bolsa y salgo del armario. Veo a Christian en la terraza, al sentirme se voltea hacia a mi, y con mi corazón partiéndose retiro los dos anillos que me entregó cuando nos casamos, camino despacio hacia él, colocó los anillos en su palma y la cierro sobre ellos.

—Adiós Christian, espero que en verdad logres encontrar lo que deseas, y sobre todo gracias por ayudarme a salir adelante sin ti no hubiera podido descubrir cual era mi propósito, gracias—. Me acerco ha él, para darle un pequeño y delicado beso en su mejilla queriendo trasmitirle a través de él el amor que siento por él y que desgraciadamente no es correspondido porque hoy lo vi, él aún la sigue amando y sobre eso yo no puedo competir.

Tomo mi bolso y salgo de ahí partiéndose mi corazón por completo en mil pedazos pero sé que es lo mejor para ambos. Sabré como reponerme de esto, hay veces en la que toca ganar y en otras perder, y en esta ocasión me toco perder con su ex. Antes de entrar por el ascensor, volteó hacia la puerta esperando aunque sea un milagro que Christian me detenga plantándome  un beso, en el cual me diga no te vayas, pero eso solo pasa en las películas, porque ni nunca sale y el ascensor suena al llegar al piso.

—Adiós Christian Grey, espero que seas muy feliz—. Y así las puertas del ascensor se cierran permitiéndome ahora si poder derrumbarme.

.......................................................

Maratón 2/5

Barreras de Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora