CAPITULO 41

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P.O.V Anastasia

—...Entender que Christian. Es mi padre y quería ver a Teddy, lo cual no se me hizo nada peligroso, ya que si recuerdas que es su nieto—. Me encuentro tratando de hacer entrar en razón a un muy enojado Christian Grey, puesto que al venir en camino se enteró que Raymond había venido y en vez de no recibirlo lo recibí, lo cual según para el señor controlador me puse en peligro al igual que a nuestro hijo.

—Entiéndelo Anastasia, ahora no eres solamente tú sino también nuestro hijo. Por si no recuerdas, Raymond está casado con Elena y es padrastro de Leila, si te da cuentas que todo esto puede ser un plan en maña de esas arpías—. Pongo los ojos en blanco ante la exasperación que me produce este hombre.

—En primera Christian, yo no soy capaz de poner en peligro a mi propio hijo, y en segunda no debemos juzgar a Ray solo por eso.

Christian niega mientras pasea por la habitación sacándole los gases a nuestro pequeño, lo cual es una  tierna y hermosa imagen, saco mi celular y inmortalizo ese hermoso momento.

—Amor entiende, desde que te vi ahí tirada en el piso de la casa en sangre y después saber que tenía que decidir entre salvar a uno u otro...yo no quiero perderlos Ana, ambos son mi tesoro más preciado, por lo cual si algo les llega a pasar, yo me hundo en la miseria—. Se sienta a la orilla de la camilla para acariciarme con una mano mi mejilla.

—Te amo, mi controlador y obsesivo esposo—. Beso sus labios sacándole una sonrisa.

—Igual yo mi loca y traviesa pero hermosa esposa.

Un leve golpe se escucha en la puerta. Por ella entra la doctora Greene que al verme sonríe.

—Hola Ana—. Sonrió, mira hacia Christian.—Señor Grey—. Christian asiente. La doctora se acerca y toma mi expediente.—Bien veamos. Según tus análisis y estudios, todo está en perfecto estado, tú herida se encuentra en perfecto estado por lo cual no veo inconveniente alguno de que hoy mismo te vayas a casa.

Christian y yo nos miramos sonriendo.—¿De verdad doctora?—. Ella asiente.

—Si al igual que este campeón. El pediatra vio el visto bueno, y por lo tanto Señor Grey tengo que decirle que hoy mismo se lleva a su familia a casa.

Mi amor sonríe feliz que sin esperármelo abraza a la doctora.—Gracias, Gracias doctora por haber salvado a mis dos amores, no sabe cuánto la estimo por eso.

—Señor Grey por eso soy lo que soy. Por qué deseo que ninguna familia se rompa. Por eso hago todo lo que esté a mi alcance además Ana y ese pequeño son todos unos guerreros valientes.

—Ya lo creo—. Dice Christian mirándome. La doctora sonríe.—Bien llenare el alta de ambos y se podrán ir en una hora—. Asentimos.

Sonrió emocionada al saber que ya iremos a casa.—Al fin podré dormir en mi propia cama.

—Al fin te tendré en mis brazos, o más bien los tendré en mis brazos a ambos.

—Lo sé amor.

Saco de la maleta la ropa que prepare para cuando saliera del hospital. Tomo un ligero baño para vestirme con ropa cómoda y ligera.

 Tomo un ligero baño para vestirme con ropa cómoda y ligera

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