CAPITULO 27

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P.O.V Anastasia

Aún adormecida abro los ojos y puedo ver por la ventana de la habitación que aún es de madrugada. Toco mi cabeza que se encuentra a punto de estallar ante el exceso de alcohol de anoche y al tratar de moverme siento algunos músculos que no sabia que dolían dolerme.

Giro la cabeza hacia la derecha encontrándome a un guapo y tranquilo Christian dormido. Sonrió al recordar lo que unas horas atrás hicimos, no puedo creer que fui mujer entre sus brazos, el amor de mi vida me hizo suya. Cuando estoy a punto de acariciar su mejilla escucho mi celular vibrar. Me acerco a la mesita de noche de mi lado y lo tomo. Veo que es un mensaje de Jack, lo abro y lo que leo me hace reír.

<<Hey cenicienta, yo sé que la hora del baile ya pasó y que estás con tu príncipe pero no tarda en amanecer y debes volver a casa>>

Recuerdo que tengo que estar antes para arreglarme para la reunión del día de hoy temprano. Tecleo rápido una respuesta.

<<Hola hada madrina, primero me das la oportunidad de huir con el príncipe sin una hora límite, y ahora ¿quieres que regrese?. Jaja 😛 no te creas llego enseguida, y gracia hermano. Te debo una>>

Cuando estoy enviando el mensaje siento un suave beso en mi hombro desnudo provocándome una placentera sensación.

—Me debo preocupar por aquella otra persona que causa la sonrisa de mi mujer—. Dice Christian en voz sensual pero a la vez cariñosa.

—Mmm no porque no tiene nada de que preocuparse señor Grey, yo solo soy de usted—. Me acerco a él besando su sensual boca. Se recuesta dejándome arriba de él.

— Ahora si casi buenos días.

—Buenos días, mi amor—. Me inclino para besar su cuello mientras el masajea mis pechos pero lo detengo.— Mi amor aunque deseo volver a tenerte dentro de mi, creo que tenemos que dejarlo para después, ya que tengo que ir a casa para poder arreglarme para la reunión de hoy, y creo que tú deberás hacer lo mismo, ¿no crees?.

Niega como niño pequeño, haciendo un tierno puchero.— Mmm, y si mejor nos quedamos aquí los dos en esta cama juntos, recuperando el tiempo perdido—. Se voltea dejándome ahora debajo de él causando que ría.

—No se puede señor grey, hay que volver.

—La dejare ir bella señorita, siempre y cuando me prometa que pasando esta tediosa reunión, usted y yo nos tomaremos dos semanas solo para nosotros. ¿Que dices nena?—. Acaricia mi pierna.

—Creo que acepto esa propuesta. Es un trato—. Nos besamos para después levantarnos y comenzar a vestirnos de nuevo para ir a arreglarnos. Me ayuda a subir el cierre del vestido acariciando en el transcurso mi espalda.

—No puedo sacar de mi mente el mágico momento, mi amor—. Besa mi cuello rodeando mi cintura por detrás.

—Ni yo—. Me volteo quedando frente a él. No puedo explicar cómo es que una persona llegue a estar loco o loca de amor por alguien en tan poco tiempo.—Te amo Christian Grey, y aunque deseo demostrártelo tenemos que irnos para poder llegar a tiempo.

Después de despedirnos. Salimos de la casa rumbo a la de mis padres, durante el trayecto no paramos de darnos suaves caricias.

Al llegar por fin a la casa de mis padres, me despido con un apasionado beso y una promesa de ir a comer después de esa tediosa reunión. Me detengo antes de abrir la puerta de la entrada viendo como el auto de Christian desaparece por el camino.

Entro a la casa, me quito estos zapatos que me están matando, los tomo con una de mis manos y camino hacia la cocina con una sonrisa de lado a lado, recordando la magnífica noche que pase en los brazos de Christian.

—Buenas Noches hermana—. Salgo de mi magnifico recuerdo encontrándome a Jack apoyado en la isla de la cocina mirándome con una sonrisa. —Al parecer la reconciliación es oficial, ¿no es así?

Sonrió, caminando hacia la jarra de agua para tomar un poco de agua.— No sabes lo maravilloso que fue volver con Christian, Jack. Y eso te lo debo a ti hermano, gracias—. Lo abrazo cariñosamente.

—No tienes que agradecerme pequeña, tan solo quiero que hacerte feliz por todos aquellos momentos en los que no estuve.

Jack desde que se enteró que era su hermanita se ha culpado de todo lo que he vivido ya que dice que debió haber sido él, pero yo no permito que se culpe por algo que alguien más lo provoco.

—Creo que será mejor que vaya a tomar un baño antes de que despierten los demás.

—Si, gracias por recordármelo—. Se retira graciosamente simulando que se sacude, lo cual hace reírme. — Mamá aún no despierta pero Ed (Edmond) y Ethan salieron a correr.

—Y ¿por qué tú no estás con ellos?.

Finge una tos — Hay creo que ya es muy tarde, adiós—. Sale casi corriendo de la cocina, mmm Jack se trae algo en mano o también acaba de llegar a casa.m, tendré que averiguarlo.

Suspirando lavo el vaso donde tome agua para después salir de la cocina. Cuando estoy por subir las escaleras la puerta principal se abre entrando por ella, papá y Ethan, al verme me sonríe pero Ethan frunce el ceño al verme con el mismo vestido de anoche.

—Hola princesa—. Dice mi papá saludándome.— No preguntaré la razón por la que acabas de llegar porque ya eres adulta. Así que los dejo porque tengo que arreglarme. Al igual que ustedes.

Ambos asentimos y mi padre sube las escaleras dejándonos a ambos solos en un silencio incómodo. Cuando voy a volver a subir las escaleras Ethan me detiene.

—Estuviste con Christian, ¿no es así?

Sonrojada asiento.— Si, Christian y yo lo volveremos a intentar de...— no me deja terminar porque resopla suspirando.

—Pensé que te tenías mínimo amor propio por ti, pero veo que no, Ana.

—¡¿Q...que?!— digo exaltada.— NO VOY A PERMITIR QUE ME HABLES ASÍ ETHAN. No sé qué es lo que te sucede pero no dejare que me insultes.

—No te estoy insultando Anastasia, solo estoy diciendo que tan poco amor propio tienes hacia ti cuando ESE tipo no lucho por ti y te dejo ir por alguien más—. Me dice enojado. Siento un golpe en mi pecho.

—É...él no hizo nada de eso, fui Yo la que no quería nada con él hasta que arreglara las cosas.

—Si y ahora pareces una estúpida arrastrada por é...—. Le doy una cachetada con lágrimas en los ojos.

—A MI NO ME VAS A INSULTAR NI HABLAR ASÍ ETHAN. Podrás ser mi hermanastro y amigo pero no dejare que me insultes ni mucho menos me agredas.

—¿Que esta sucediendo aquí?—. Miro a Jack bajar recién duchado y arreglado. Nadie contesta y tan solo nos retamos con la mirada. —Alguien me va a contestar. ¿Que está sucediendo?

Niego.— Nada, aquí Ethan que se cree con el derecho de insultar.

Sin decir nada más subo rápidamente las escaleras dejando a Ethan y a Jack discutiendo. Entro a mi cuarto azotando la puerta enojada.

Nunca pensé que Ethan pudiera decirme algo como eso, creí que él que deseaba mi felicidad quería que fuera feliz pero al parecer me equivoqué.

Dejo en mi guardarropa mis zapatos y me quito mi vestido para tomar una ducha y arreglarme para la hora de la reunión.

Barreras de Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora