3.

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Una exquisita combinación de miedo y silencio se presentó en el bosque una sensación que solo provoco cosquilleo en la entrepierna del monarca sentirse tan libre y ligero era un placer que estaba disfrutando tan sublime y exquisito.
Tan parecido a la sensación de una presa recién cazada la calides de la carne y sangre escurriendo de sus labios hasta el hueso en su garganta. Observando nuevamente el pasaje noto que habían cambia cambiado la forma del terreno aún que no había mucha diferencia si era un poco diferente era sumamente lógico habían pasado más de 1000 años encerrado así que como primera tarea tenía que explorar los alrededores de su nuevo territorio ver posibles amenazas para el mismo y buscar un nuevo lugar para asentarse.

Restiro sus músculos antes de comenzar a caminar dando pequeños movimientos a sus brazos, pues estar en una sola posición durante un milenio si que casaba. También debía hacer algo con su imagen pues su cabello estaba largo y descuidado tal ves un pequeño recorte le vendría bien pero después se encargaría de ello.

Conforme pasaban los varios minutos en rápidos momentos ya estaba en los límites del bosque comenzó la inspección de su área comenzado por su aroma la atmósfera estaba extraño agudizó sus sentidos centradose en el aroma antes de ser sellado podía oler los aromas de su especie pero ahora no encontraba nada ni una pizca quedaba en el ambiente al parecer llevaba muchos años desde que no había ningún aroma pero eso solo extraño mas.

-¿Dónde están esos bastardos? .- Preguntadose a si mismo pues era cierto que los de su especie mantenían distancia de el pero a pesar de estar a decenas de kilómetros no había nada que no podría captar su nariz.

Le resto importancia y conforme avanzaba en los límites del bosque iba marcandolo con su esencia dejándose llevar por su instinto de mantener alejando a sus rivales por este.

Ya por haber terminado su trabajo se dispuso a buscar un lugar donde establecerse uno cómodo y acogedor dónde pasar el resto de la noche y así siguió adentrandose en la oscuridad del bosque decidido a ir lento observando las ventajas del terreno llegó a una vieja cabaña ya descuida.

Meditando un poco que hacía una cabaña a mitad de un bosque que al parecer nadie quería entrar acaso alguien estaba lo suficientemente loco para vivir ahí rodeado de animales y bestias salvajes.

Entro a la vieja cabaña era cierto que solo unas cuantas reparaciones quedaría y como nueva miro con detenimiento llevaba unos cuantos años deshabilitado le resto importancia tal ves las personas que vivían ahí están muertas y quedó la casa sola. Busco las habitaciones que dentro de ella y miro la única que estaba en buenas condiciones abrió las ventanas y un solo movimiento de sus manos hizo salir todo el polvo acumulado solo pasaría la noche ahí tal ves al día siguiente buscaría una mejor zona donde asentarse.

Al adentrandose un más a la habitación un estornudo salió de sus pulmones y llevado sus manos a sacudirse tal ves la noche están más fría de lo que pensó o simplemente fue el polvo.

Entro en aquella suave cama que pensó que en cualquier momento podría hundirse en ella y por así después de un milenio encerado pudo por fin de dormír adecuadamente.

Por otra parte Itadori en su cabaña con puertas cerradas y ventanas cubiertas preparaba su mochila con el nuevo cargamento de hierbas medicinales que llevaría ella busco separar las raciones de la comida para la ida y vuelta hacia notas mentales de las cosas que llevaría del pueblo para su hogar además vería la posibilidad de comprar unos cuantas flor de miel que le ayudaban a qué los deliciosos postres que hacía en casa quedarán con una potencia de sabor suprema.

Continuó con la vena cena tranquilo y meditando que camino le resultaría más rápido para llegar al pueblo cercano a unas cuantas horas de los límites del bosque. Ya iba a cumplir el mes de la última mercancía que hacía llevado y los más seguro es que la anterior ya había terminado hace unos cuantos días siempre que se iba solía irse 3 días fuera de casa debía de descansar apropiadamente antes de emprender su viaje era un tanto fastidioso y no que no quería hacerlo sino que le gusta ir aunque se unos cuantas horas a ver un poco más de personas estar solo durante años si era un tanto duro aunque soportable se sirvió en un plato hondo un poco de arroz y verduras con una considerable porción de carne de ciervo que había casado hacia unas cuantas horas. Una delicia suprema ya que los ciervos en este bosque eran muy escurridizos y difíciles de cazar podía saborear por el olor de la comida.

Un Omega DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora