9.

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Cálido, tranquilizante y además de un olor en el ambiente que le hacía sentir sumamente cómodo. Eran los le pensamientos de Itadori cuando comenzaba a despertar, en la búsqueda de acercarse aún más de esa reconfortante fuente, removió si cuerpo en busca de más contacto, cuando unos fuertes brazos lo acercaron más a esa fuente de calor, soltando así un gemido de santisfaccion por dicho acto.
Como si de una cubeta de agua helada hubiera sido arrojando a su cuerpo, abrió los ojos en sorpresa, e inmediatamente intento levantarse del lugar, intentó sentarse cuando un dolor el zona baja de su espalda se presentó, llevado inmediatamente su mano al lugar. Dolor que le hizo recordar lo sucedido los días anteriores, su celo se había adelantado, además de pasarlo con  un alfa totalmente desconocido que también lo había marcado.
Su mente se puso en blanco, no sabía que decir o hacer, del que se había metido en un gran lío lo había echo, sus pensamientos fueron interrumpidos, cuando unas grandes manos tiraron de el haciéndolo caer nuevamente en su esponjosa cama. Iba a reclamar cuando la voz de aquel sujeto le ganó la palabra.

-Aun es muy temprano, vuelve a dormir.- La voz ronca de aquel sujeto a acababa de despertar le hizo sonrojar. Y volvió a tirar de el para que quedara su cara contra su pecho.

Su vista se dirigió de aquella voz la imagen delante de él podía dejarlo sin palabras, un hombre de ojos rojizos cuál la rubí no despegaba su mirada de el sus 4 ojos estaba concentrados en el evaluandolo de pies a cabeza, su cara de toscas facciones masculinos adornada de tatuajes que abarcaba sus mejillas nariz, frente y barbilla, su bicolor cabellera un color rosa mas fuerte y profunda y un negro en la parte de abajo tal parecía un poco descuidada pero aún así le era muy hermosa, la sonrisa en su rostro dejaba ver los blanquecinos y puntiagudos caninos que resaltaban ahí, una figura musculosa adornada de extraños tatuajes en su piel morena llamaron la curiosidad, abarcaba la mayor parte de su torso y brazos y unos pocos en las piernas, sus grandes brazos le rodeaban la cintura en busca de acercarlo aún más a él.
Era en cierta forma tan parecido a el, cuando el movimiento de la cola del contrario captó su total atención, eran de la misma especie, tenía delate de el un cambia formas lobos. No estaba solo, al fin podía tener la oportunidad de compartir el resto de sus días con alguien igual que el. Su interior se removió de felicidad, el omega en su interior se sentía completo, finalmente sería atendido como debía.
Salió de ensoñación para volver a la realidad.

-Creo que ya e dormido suficiente.- Respondió un tanto sonrojado el joven muchacho. Intento soltarse de aquel agarre pero esto desistía.

-No lo creo.- Soltó con risa. Que tenía de gracioso, sintió que había dormido casi una semana.- Si de verdad crees que has descansado lo suficientemente, intenta levantarte...- Aquel hombre solo seguía observandolo con burla.

-Por supuesto que e descansado lo suficientemente.- Lo había retado y claro iba a aceptar ese reto. Bien podía ser omega pero si le ofrecían una pelea lo haría.

Intento sostenerse en sus dos piernas, levantadose de poco, pero como si este se trataran de gelatina lo hizo volver a caer sobre la cama. Estas temblaban demasiado, sabía que por más que quisiera levantarse no lo podría hacer sin ayuda.

-...Claro si es que puedes.- ese hombre solo seguía cada uno de sus movimientos.- Es normal que no puedas levantarte, después de todo no me pediste que me detuviera y ve aquí lo resultados.- Los recuerdos de Sukuna aún estaban frescos, el tener a ese chico gimiendo bajo su cuerpo, fue una de las mejores experiencias que había tenido. Aunque también la resistencia del muchacho era de aplaudir, ya que en el acto a pesar de haberlo anudado tantas veces en su interior este solo seguía pidiéndole más.

-Auch!.- Su cuerpo le estaba cobrando con intereses los actos que había echo con anterioridad. Su alfa de verdad había sido duro con el.

La risa de Sukuna se hizo presente, la actitud infantil de ese mocoso se adueñó del ambiente, no le molestaba en lo absoluto, al contrario le gustaba, aquel singular chico de una forma quería de su atención, algo que por supuesto le daría. Sabía que desde el momento en el que lo vio era un tanto extraño, si bien en el pasado aunque ocultaba su aroma del resto, estos con su solo presencia se sometían a el con la intención de al menos tener una pequeña oportunidad para sobrevivir, cuando este les dirigía la palabra contestan tan cortadamente que ni siquiera podía una conversación descente, y ni hablar de los omegas estos apenas lo sentían cerca, comenzaban a soltar feormonas demasiado agrias, pero hay estaba ese niño respondiendo tan tranquilamente sin vacilación, le resultaba muy atrayente quería seguir escuchandolo no importaba si de tonterías se trataran escucharía a su omega con atención.

Un Omega DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora