31.

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Tranquilizar a Junpei fue una tarea verdaderamente difícil para ambos betas, carecer de feormonas alfa hizo que la tarea por intentar hacer sentir portegido y a salvó fuese casi imposible, y lograr hacer que se durmiera fue un verdadero milagro para ambos además de un alivio.

Pensar que hace unas cuantas horas estuvo llorando de terror, o mejor dicho estaba impotente de no saber cómo proteger a el cachorrito en su vientre de aquel desconocido alfa, pues a pesar de tener una gran distancia entre ellos, podía oler claramente como desprendia feormonas que gritaban muerte quien se atravesara en su camino.

Llevarlo a la protección de su nido fue la mejor opción que habían tomado. Ahora ahí estaba el pelirubio acariciando delicadamente su largo cabello haciendo que solo este se enfocara en sus caricias e ignorara lo que había allá afuera.

Quería quedarse ahí todo el tiempo, pero una beta castaña lo esperaba silenciosamente en la puerta de la habitación. Solo basto una mirada para que el rubio entendiera que debían de hablar. Soltó un enorme suspiro y arropó aun más al pequeño omega.

Nanami bajo sin ninguna prisa para ir a la sala principal donde sabía perfectamente que la beta lo estaba esperando, ambos escuchaban claramente cómo las fuertes ráfagas de viento a causa de la tormenta, incluso los vidrios temblaban amenzando con romperse en cualquier momento.

-Tienes mucho que explicar... Y poco tiempo antes de que te rompa toda la cara .-Nanami no entendía de donde es que esa beta sacaba tanta autoridad que hasta podía competir contra la de un alfa.- Más te vale que comiences hablar ya, soldado del imperio Kaisen.

El aura amenzante que desprendia esa beta era sin duda una muy autoritaria y sin dar más vueltas al asunto comenzó hablar.

-Llegamos aquí solo con un solo objetivo, ver si el sujeto que había reclamado el bosque como su territorio era una amenaza .- El enojo en aquella alta mujer era realmente evidente .- Si este era una amenaza para el imperio debía de ser erradicado.

Ver cómo el ceño de esa mujer se arrugaba en molestia y su sonrisa en una burla, no le daba una buena espina.

-Puedo deducir que sus planes no salieron como esperaban pero... Lo que no logró entender es ¿Qué mierda fue lo que hicieron para hacerlo enojar? .- Por más que intentara adivinar que es lo que había pasado no se daba ni una sola pista.

-El escuadrón de primer contacto... Asesinó erróneamente al omega del dueño del bosque... Un alfa dominante...
.- Sin perder el tiempo conto todo lo que esos estúpidos hombres habían echo sin dejar algún cabo suelto.

Nobara no pudo disimular su cara de sorpresa y su corazón se estrujó por los recuerdos de su pasado, uno del que no nunca olvidaría por muchos años que pasaran, una horrible desgracia... Una que muy pocas personas podían superar y de alguna forma se compadecía de ese alfa, puesto que las heridas del alma nunca sanaban. Recordándose así...

Una herida que aún no sanaba a pesar de haber pasado diez años.


El dolor de perder a la persona que más amas y no poder hacer nada, era el peor castigo en la tierra que podías experimentar, prácticamente morias en vida y no existía medicina en la tierra para aliviar un corazón roto.

Solo pudo cerrar sus puños por debajo de la mesa en dónde ambos estaban dialogando.

-Un alfa cegado por el dolor de perder a su pareja, es la peor desgracia que puede caer en el mundo, no descansara hasta masacrar por completo a los hombres que le arrebataron a su compañero .- La beta sabía perfectamente como debía de sentirse ese hombre. -Nunca me imaginé que los orgullosos soldados de Kaisen fueran a caer más bajo de lo que recuerdo.

Un Omega DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora