Amigas Solamente (JENLISA G!P) (editando)

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La rubia tocaba la gran puerta de color café.

Segundos más tarde, la puerta era abierta por un pequeño muy sonriente a pesar de su aspecto físico que al verlo, el corazón de la rubia se oprimió.

¿Cómo era posible que a pesar de su enfermedad tan mala, él se mostraba tan alegre y sonriente?

Lisa si que lo admiraba por ser tan fuerte y valiente, era su pequeño guerrero.

— ¡Lisa! — El pequeño Samuel al verla corrió a ella para abrazarla fuertemente del cuello.

— Hola enano — Lisa de igual forma lo apretó contra su cuerpo — ¿Cómo te sientes hoy? Pequeño

— Ahora me siento bien, pero tuve que salir de la escuela porque me sentía muy mal, estuve vomitando mucho — Dijo el pequeño triste.

— Ay enano — Entraron a la casa abrazados — Pero lo bueno es que ahora ya te sientes mejor. ¿Cuándo iras a que te pongan tú medicamento? — Preguntó la rubia tomando asiento en el sofá.

— Creo que mañana — Dijo pensando el pequeño — ¿Me podrás llevar tú?

— Con gusto lo haría pequeño — Dijo la rubia sonriéndole — ¿Y tú mamá? — Preguntó la rubia viendo al pequeño tomar un juguete.

— Es arriba arreglándose, dijo que en algunos minutos bajaba — Dijo el pequeño llegando junto a Lisa — Mira mi mamá me compró este carraso — Se lo mostró.

— Wow enano esta muy padre, ¿me lo prestarás? — Preguntó la rubia ayudando al pequeño Samuel a sentarse junto a ella.

— Por supuesto Lis, mis juguetes son tus juguetes — Dijo el pequeño abrazándola.

— Hola mis amores — Los dos voltearon con dirección a la escalera donde una hermosa castaña vestía un vestido sumamente sexy para la rubia quien al verla alguien quiso despertar.

— Hola mami — El pequeño volteo a darle un beso cuando la castaña estaba junto a ellos.

— Hola cariño, te vez muy hermosa — Lisa decía pasando su mirada por todo el cuerpo de su novia, estaba hipnotizada por la castaña.

— Tú no te quedas atrás Lili — La castaña le besaba sus labios.

— Mamá ¿Ya podemos irnos? Porque ya tengo un poco de hambre — El pequeño hacía con sus dedos la seña de poco.

— Si pequeño — La castaña se ponía de pie — Solo deja veo los sobres que llegaron — Dijo caminando a la mesa donde los sobres estaban.

El pequeño se quedó en el sillón sentado jugando con su carro, mientras Lisa seguía a la castaña por detrás.

La rubia alcanzó a Jennie y pegándola a la mesa le abrazó por la cintura para susurrarle algo en su oído.

— Te vez jodidamente sexy con ese vestido mi amor — Le mordió el lóbulo de la oreja — Pero creo que te verías más sexy sin nada de ropa en tu lindo cuerpo — La castaña rió.

— Es mejor que pares tú carro Lisa — Ahora la rubia empezaba a besar el cuello de su castaña y esta hacía la cabeza a un lado dejando el camino libre a la rubia mientras tomaba los sobres.

— Está bien, esta bien — Dijo la rubia levantando sus manos y separándose de la castaña — Iré al baño – La rubia informó y la castaña asintió.

Minutos más tarde la rubia salía del baño más relajada, no se liberó de nada solamente entró al baño a mojar su cara.

Al salir camino hasta donde había dejado a la castaña más linda del mundo.