— Entonces los dejó para que se acomoden — La rubia dijo — Espero que descansen, en la noche venimos por ustedes para ir a cenar por ahí — Se puso de pie junto a su madre.
— Esta bien hija, no te preocupes por nosotros, preocúpate por tu esposa que este mes es un poco más difícil que los anteriores — la señora puso una mano en el hombro de la rubia — Si no vienes hoy no pasa nada, primero esta tu familia que nosotros — Le sonrió cálidamente.
— Gracias mamá por siempre comprender las situaciones de mi vida — Le dio un abrazo — Le preguntaré a Jennie si quiere salir, si no vengo por ustedes para cenar en la casa.
— Esta bien hija, pero no pasa nada si no cenamos juntos hoy. Tal vez otro día se pueda.
— Pero lo veré con ella — Caminó hasta la puerta con su madre detrás de ella — ¡SAMUEL! — Gritó llamando al pequeño que se había ido con su abuelo a la habitación para enseñarle a usar la televisión porque según el pequeño eran aparatos muy inteligentes para el señor mayor de edad. Y para no llevarle la contraria al pequeño enano, el Señor Manoban aceptó.
— Y eso es todo lo que tienes que hacer abuelo — El pequeño y el señor entraban a la sala tomados de la mano y al ver a Lisa, Samuel corrió a ella. — Vamos mamá. — Dijo luego de tomarla de la mano y verla a los ojos.
Todos ahí se despidieron quedando con qué tal vez en la noche saldrían a cenar por ahí o los papás de la rubia irían a su casa.
[...]
— Mamá iré a jugar a la yarda — El pequeño Samuel le avisó a la rubia al momento de al haber entrado a la casa.
— Esta bien enano pero con cuidado — Le aviso revolviendo su cabello liso y castaño.
El pequeño salió corriendo por la puerta trasera de la casa para salir a la yarda y pasar un buen rato jugando.
La rubia fue a la cocina para servirse un poco de agua.
Cómo al entrar a la casa la castaña no estaba en la sala, supuso que estaría en la habitación así avanzó hacia los escaleras después de haberle dado un último vistazo al pequeño Samuel, el cual estaba muy entretenido jugando afuera.
Para nada le preocupaba que Samuel estuviera fuera en la yarda aunque ésta estuviera destapada, pues se podían ver las demás casas con facilidad lo único que las dividían eran pequeñas tablas de maderas de esas que suelen usar.
El lugar donde ellos viven es muy seguro, pocas veces sucedían robos.
Subió la escaleras, lentamente abrió la letra de su habitación y sus ojos se iluminaron al ver a la mujer tan hermosa que descansaba en su cama.
La castaña al escuchar ruido volteo a la puerta donde se encontró a su novia que le sonreía amorosamente.
— Hola cariño — Saludó la castaña indicándole con golpes en la cama, al lado de ella que se sentará ahí. — ¿Dónde está Samuel?
Y muy obediente la rubia lo hizo.
— Hola Nini. Samuel está en la yarda
jugando — Dijo sobre los labios de su novia antes de besarlos. — ¿Cómo te sientes?Le preguntó llevando su mano a la barriga abultada de su novia y darle unas caricias.
— ¡¿Sentiste eso?! — Asombrada y con un volumen de voz alto le preguntó — Si lo sentiste ¿verdad? — Volvió a preguntar pero ahora con su cara a centímetros de la barriga de la castaña.
A la castaña le dio risa la reacción de su novia y mientras le acariciaba el cabello dijo:
— Claro que lo sentí mi amor, si esa patada fue con mucha fuerza — Dijo haciendo una mueca. — Creo que nuestra pequeña será futbolista — Dijo riendo y contagiando a su novia.
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Amigas Solamente (JENLISA G!P) (editando)
FanfictionUna de ellas se enamoró perdidamente de la otra. Jennie Kim una empresaria importante en la industria de la moda. Lisa una mujer guapa que modelaba. -Jennie me gustas - Lo siento Lisa pero no puedo. - Dijo la castaña. Lo que no sabía, era que lo...