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Un día nuevo comienza, los rayos del sol entrando por el gran ventanal de la habitación de la pareja.

La castaña que está apoyada en el pecho de su esposo el cual aún seguía dormido con una respiración tan relajada.

Jennie decide levantarse de la cama para preparar el desayuno de sus dos personas favoritas.

Quita las sábanas de su cuerpo que está completamente desnudo. Camina hacia una camisa que está tirada en el piso, es de su esposo, se la coloca y ésta le llega abajo de sus glúteos, se coloca unas bragas y un pequeño short. Recoge su cabello en una coleta un poco desordenada, después de darle un último vistazo a su esposo que sigue dormido, sale de la habitación.

Camina por el pasillo deteniéndose en la puerta de la habitación de su pequeño Samuel. Entra al cuarto el cual está en completo silencio pues se asoma a la cama que tiene barreras dando forma como de una cuna y su hijo igual que su padre sigue profundamente dormido, así que sale de la habitación ahora si para bajar las escaleras e ir directo a la cocina y preparar un delicioso desayuno.

Minutos después la cocina olía delicioso al perfecto y exquisito desayuno que preparó Jennie a su familia.

Dejó la mesa arreglada con platos servidos ya de comida y los vasos igual, para luego subir al segundo piso y despertar a sus bellos durmientes.

Primero entró a la habitación de su hijo, el cual ya estaba despierto aún en su cama jugando con unos peluches de su cama con los cuales duerme abrazados. Tomó a su hijo en brazos dejándolo a un costado de ella sobre su cadera.

— Hola pequeño, buenos días amor — Saludó la castaña dando un beso en la mejilla del niño.

— Hola mami buenos días — le regresa el beso.

Salieron de la habitación de Samuel y caminaron hacia la de la castaña donde estaba su esposo Kai. Abrió la puerta Jennie y entraron encontrando a Kai a un dormido.

Se acercaron a la cama sin hacer ruido, cuando llegaron junto al cuerpo dormido sobre la cama, Jennie se aventó a la cama junto a su hijo haciendo que Kai se sobresaltará al recibir el impacto de los dos cuerpos.

— ¡Buenos días! — Gritó Jennie

— Buenos días papá — El Niño gritó encimándose a Kai.

— Buenos días Jen y buenos días campeón — Dijo Kai, Jennie se iba acercar a darle un beso, pero Kai interpuso su dos manos — Tengo mal aliento amor — Hizo una pausa para después volver a hablar —¿Qué hora es ya?

— Son las 9:30

— Llego tarde al trabajo Jennie ¿Por qué no me hablaste si ya estabas despierta? — Hizo una cara de molestia y se levantó directo al baño para arreglarse.

Jennie quedó un poco dolida por la actitud de Kai por como le habló y le reclamo por no haberle hablado.

Decidió por salir de ahí e ir hacia la cocina para darle de desayunar a su hijo.

Minutos después ya estaban sentados lo dos en la silla de la mesa y su hijo en su silla especial para niños, mientras en la televisión se transmitía videos para niños para que su hijo se entretuviera y comiera.

— Preparé el desayuno — Habló Jennie cuando vio a Kai bajar las escaleras.

— No quiero Gracias ya voy tarde, si me hubieras hablado estaría desayunando con ustedes pero no lo hiciste así que ya me voy nos vemos luego — Se acercó a su hijo — Adiós campeón — Se despidió de él y después salió de la casa sin darle un beso de despedida a Jennie como todos los días le daba.

Terminó de darle de comer a su hijo y de comer ella, después recogió la mesa dejando todo en su lugar y los trastes sucios en el fregadero.

Subió junto a su hijo a la habitación para ponerse ropa decente.

Hoy no iría a trabajar, pues pensó que Kai tampoco lo haría ya que todos los miércoles los dos faltaban a su trabajo para pasar el día en familia y salir a pasear o hacer cualquier cosa juntos.

Jennie jamás dudo de Kai sobre el tema de la infidelidad. Nunca tuvo motivos para desconfiar de él.

Menos ahora que solo fue a trabajar siendo que ese día lo dedicaban a la familia.

Comenzó a limpiar la casa dejando a su hijo que jugara con sus juguetes en la sala, cuando se asomó a verlo se arrepintió de haberlo dejado solo, pues tenía un reguerete por doquier.

Abrió la puerta de su casa para salir al buzón y ver la correspondencia que había llegado, cuando se detuvo al ver una caja de chocolates adornada con un moño rosa y una tarjeta que decía:

No se que chocolates son tus favoritos así que decidí comprarte unos kisses. Espero te gusten te veo pronto.
L.M

Al ver la iniciales supuso que era un regalo de Lisa, lo que le hizo sacar una pequeña sonrisa y que su corazón se acelera por el detalle.

Recogió el correo del buzón y regresó a su casa para seguir con la limpieza pues ahora no venía la persona que le ayudaba a preparar la comida y hacer el quehacer.

Terminó de hacer todo al rededor de la 1:00 de la tarde. No tenía planes para salir por lo que decidió ponerse a jugar con su hijo.

Cuando el timbre de su casa sonó.

Puso cara de duda, pues no esperaba a nadie.

Tomó a su hijo en brazos y caminó hacia la puerta. Cuando la abrió su corazón se aceleró descontrolada mente.

— Hola Jennie — Habló La rubia que sostenía un pequeño ramo de rosas rojas. — Te traje estás rosa ojalá sean de tu agrado.

— Hola Lisa, no te hubiera molestado pero gracias están bonitas — las tomo con su otra mano desocupada — ¿Cómo supiste dónde vivía? —

— Le pregunte a tu secretaria, pero no quería decirme por lo que batallé para que me diera la dirección, pero aquí estoy.

— Esa Nayeon — Sonrió Jennie por la actitud de Nayeon hasta que cayó en cuenta que aún seguían en la puerta — Perdón pasa — Se hizo a un lado para dejar paso a Lisa.

— Oh gracias por lo chocolates Lisa — Habló Jennie

— No hay de qué espero te gusten —

La invitó a sentarse en el sillón después ella siguió su acción quedando las dos sentadas, Jennie aún con su hijo en brazos.

— ¿Es tu hijo? — Preguntó la rubia esperando como respuesta un no porque si no significaba que Jennie ya tenía pareja y ella no tendría oportunidad con la castaña, lo que la ponía triste. Pero luego pensó en que podría ser madre soltera y si Jennie se lo permitía ella podría ser la otra mamá.

— Sí él es mi hijo Samuel — El Niño no despegaba la vista de Lisa mientras hacía ruidos para llamar la atención.

A Lisa le pareció un niño muy guapo pues era hijo de una mujer con belleza inalcanzable y única, era obvio que El Niño saliera así de guapo.

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Amigas Solamente  (JENLISA G!P) (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora