Amigas Solamente (JENLISA G!P) (editando)

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Si alguien le hubiera dicho meses atrás, que encontraría a esa persona de la cual se enamoraría profundamente al grado de casi depender de ella, no lo hubiera creído, probablemente se habría reído en sus caras. Porque ella jamás quiso enamorarse, era más del tipo de persona que anda del tingo al tango, de aquí y allá. Jamás con una sola persona.

Pero aquí está ella, enamorada de una castaña que en estos momentos está dormida boca abajo con la espalda desnuda y sus manos bajo la almohada.

Esa persona es por la que la rubia trata de ser mejor persona cada día, para poder sentir que merece el amor de ella.

Esa castaña acostada en su cama, es por la que lucha cada día que se levanta para nunca rendirse y ser fuerte para ella.

La rubia estaba de lado, con su mano sosteniendo su cabeza, su cabello suelto caía de lado, las puntas de su cabello tocando el cómodo colchón.

Al igual que la castaña, Lisa se encontraba completamente desnuda tumbada en la cama, la cual fue cómplice de las cosas que pasaron anoche en esas cuatro paredes.

La rubia llevó su mano larga hacia la espalda desnuda de su acompañante para dar unas caricias en aquella zona.

La castaña al sentir eso, comenzó a removerse adormilada sobre la cama y hacer sonido de quejido.

— Despierta dormilona — Dijo la rubia tiernamente sobre el oído de su novia sin dejar de hacer caricias. La castaña solo movía su cabeza en señal de negación — Vamos cariño, tengo hambre y quiero desayunar contigo — Ahora, la rubia comenzaba a dejar besos por la espalda desnuda.

— Entonces ve a desayunar — Dijo la castaña aún con voz adormilada — Yo aún no tengo hambre.

Lisa seguía con sus caricias y besos por la espalda desnuda.

— Li..lisa — Gimió la castaña al sentir cómo la mano larga y delgada de su novia se dirigía hasta su trasero — Lisa — Suspiró — No hagas eso mi amor.

La rubia sonrío sobre la piel desnuda — ¿Por qué no? Ya voy a desayunar. Tú me dijiste que desayunara sola y es lo que haré.

La castaña al oír eso, volteo a ver a su novia ahora poniéndose boca arriba teniendo a su novia a un lado.

— No dijiste que querías ese tipo de desayuno — Dijo la castaña — ¡Lisa! Mis ojos están aquí — Señaló sus ojos ya que su novia tenía la vista en otra parte de su cuerpo que estaba a la vista al haberse volteado Jennie.

— E..eh? — — La rubia no podía despegar la vista de sus liados pechos, los cuales al verlos pasó la lengua por los labios secos. — ¿Qué dijiste cariño? — Preguntó la rubia intercambiando la vista entre los ojos de la castaña y los pechos.

— Lisa ponme atención por favor — Dijo la castaña agarrando las mejillas de su novia.

— Lo siento mi amor pero es imposible cundo esos lindos, hermosos, bellos, y apetecibles pechos están al aire y con los pezones así — Dijo la rubia.

La castaña soltó una risa al oír lo que su novia había dicho.

— ¿Desayunarás conmigo? — Preguntó la rubia comenzando a dejar besos en el cuello de la castaña quien trataba de acercar más a la rubia a su cuerpo.

— Ya esta muy listo ¿verdad? — Comentó la castaña al sentir el miembro que comenzaba a ponerse duro. — Lo siento mi amor, pero necesito bañarme para ir a recoger a Samuel — Dijo la castaña comenzando a sentir placer por los besos que dejaba su novia en su cuerpo. — Así que dame  permiso — Retiró la cabeza de su novia para dejarle un beso rápido en los labios para después ponerse de pie y caminar hasta el baño, dejando a un rubia  excitada en medio de la cama, apoyada en su codo.

— Ni modo hijo mío, nos dejaron vestidos y alborotados — Comentó la rubia viendo su miembro y elevando sus hombros.

[...]

— Papá Gracias por estos sándwiches están deliciosos — Dijo el pequeño quien estaba sentado comiendo su desayuno.

— Que bueno enano. Tienes que terminar pronto porque tú mamá no tarda en llegar por ti.

— Buenos días a los hombres más hermosos- Se escuchó la voz de una mujer quien era más y nada menos que Krystal quien iba bajando las escaleras.

— Hola Tistarl – Saludó el pequeño con comida en su boca por lo que no se le entendió lo que dijo.

— Samuel, te he dicho que no hables con la boca llena — Dijo Kai con voz seria.

— Lo siento papá, no lo volveré hacer — El pequeño agachó la cabeza masticando otro bocado de su desayuno.

Krystal fue a la cocina para servir su desayuno. Al terminar de hacerlo, se unió a los otros dos en el comedor para desayunar juntos.

— ¿Qué les parece si hoy vamos al parque de diversiones? — Preguntó Krystal llevando un pedazo de su comida a la boca.

— ¡Sí! — Respondió el pequeño emocionado.

– No podremos enano, recuerda que tu mamá vendrá por ti para llevarte a tu cita médica — Contestó Kai viendo a su hijo.

— Mmm — Emitió el sonido con tristeza y agachando su cabeza.

— No te preocupes Samuel, otro día puedes venir y la pasaremos muy divertido — Dijo Krystal tratando de que Samuel estuviera feliz.

Kai veía la relación entre su hijo y su novia, y se sentía feliz de saber que los dos se llevaban bien.

Él ama demasiado a Krystal y no quisiera romperle el corazón con lo que va hacer con Jennie.

Pero si no trata de que Jennie vuelva a sus brazos y finjan ser una familia feliz, su empresa se irá a la ruina.

Kai quedó en que si iba a volver a estar con la castaña, pero al ver a Krystal todo se pone en duda.

Si no hace lo que el señor Kim le dijo, quedará si trabajo y no podrá darle todo lo que Krystal se merece, en cambio si lo hace, podrá darle todo lo que le ha dado pero vivirá mintiéndole.

— Tocan a la puerta iré abrir — Escucho que Krystal decía, por lo que salió de sus pensamientos.

— Hola Jennie — Saludo Krystal a la persona recién llegada.

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