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— Hola hija — La señora Manoban saludaba a su hija — Hola Jennie que linda te vez — Le dijo saludándola por lo que la castaña emitió un "Gracias" junto a una sonrisa tierna.
— ¿Donde está mi lindo nieto? — preguntó buscándolo con la mirada por la sala de estar.

— Está en su habitación dijo que ya bajaba — Informó la castaña caminando junto a su suegra hacia el sillón de la sala.

— ¿Y papá? — Preguntó Lisa frunciendo el ceño al no verlo llegar junto a su madre.

— Dijo que ahora venía, fue a buscar algo.

La rubia levantó los hombros, cerró la puerta y se acercó a ellas sentándose al lado de su novia poniendo su brazo detrás de los hombros de la castaña.

— Que linda esta su casa — Halagó la suegra viendo la hermosa decoración que había en ella — Y por supuesto ustedes están muy lindas. Me da gusto que mi hija eligió bien a su mujer. — Les regaló una cálida sonrisa.

— También a mi me pone feliz poder compartir mi vida con esta bella mujer que a pesar de todo, sigue aquí a mi lado — Dijo la castaña tomando la mano de la rubia para besarla.

La madre de Lisa estaba al tanto de todos los problemas que la rubia y la castaña pasaron, porque Lisa quería consejos de alguien que supiera bien la cosas sobre el amor y para ella la persona que todo lo sabía era su madre. Cómo siempre los hijos pensamos, que para cada problema la madre tiene la solución.

La señora Manoban no se metía en los asuntos de su hija a menos que ella se lo pidiera, pero de ves en cuando le daba consejos de cómo vivir su vida de una manera buena, por eso la rubia es una grandiosa persona.

— Ese es amor del Bueno, que a pesar de todo sigan juntar amándose incondicionalmente. Me alegra saber — La madre de Lisa dijo.

Se escucharon unos toques en la puerta y la rubia se separó de su novia y su madre para poder ir abrirla.

— ¡Papa! — La rubia dijo abrazándolo con mucho amor — Que bueno que estás aquí — Dijo haciéndose a un lado para que su padre entrara a su casa.

— Hija me alegro de verte otra vez — Besó su cabeza al momento de pasar a un lado de ella. — Hola Jennie — Le saludó cuando estuvo reunido junto a su esposa y su nuera.

— Hola señor Manoban — Juntó su mano con la del señor porque ya no podía pararse con facilidad, pues la barriga ya le estorbaba para hacer ciertas actividades. — Nos da gusto tenerlos aquí. Samuel en un momento baja.

Los mayores asintieron para luego comenzar a platicar sobre muchas cosas.

De rato el pequeño Samuel se encontraba en la sala y muy alegre saludó a su dos abuelos, a pesar de apenas conocerlos hace un día, el ya los quería como si de toda su corta vida los conociera.

Estaban sentados en las sillas del comedor apuntó de comenzar a comer.

— Espero que sea de su agrado — La rubia dijo pasando los platos con comida a cada persona presente ahí.

— De seguro esta delicioso mi amor — La casta dijo besando la mano de su novia.

— No dudamos de que esto esté sabroso
hija — Su madre dijo recibiendo el plato con comida.

— Bueno espero que les guste y que todo esté bien porque teniendo un Chef profesional aquí hace que me ponga un poco nerviosa — Dicho esto tomó asiento al lado de su novia.

— Tranquila hija — El hombre contestó para después probar un poco de la comida — Esto esta rico solamente le hace falta sal, pimienta, salsa maggi y algunos otros ingredientes pero esta bien —

Amigas Solamente  (JENLISA G!P) (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora