Amigas Solamente (JENLISA G!P) (editando)

24

Un rayo de luz solar se metía entre las cortinas para dar directo a la cara de una rubia que estaba en su sueño más profundo soñando con una linda castaña de ojos felinos y piel canela, mientras se imaginaba en una gran casa con un patio inmenso donde ella y su esposa jugaban con sus tres hijos, estaban tan sonrientes y disfrutando la felicidad que en ese momento tenían.

Pero ese sueño fue interrumpido por el rayo de luz dando en su cara.

Comenzó a fruncir el ceño mientras hacía movimientos para tener fuerza y despertarse. Abrió un ojo y después el otro, a su lado descansaba una linda castaña que seguía dormida, solamente podía ver la espalda de esta, pues estaban de lado acostadas, Lisa abrazándola por detrás, aún se encontraban desnudas.

La rubia contempló ver dormir a su linda castaña, cada que la veía su corazón latía más fuerte, ella estaba completamente enamorada de Jennie.

Hace unos meses atrás, la rubia  jamás se imaginó que una mujer llegaría a su vida para ponerle un estate quieto de andar por ahí de mujer en mujer buscando solamente algo de una noche, pero al momento en que vio a Jennie sintió algo diferente, con ella quiso pasar el resto de su vida. Al conocerla más a fondo, lo supo, ya estaba decidida que ella era la mujer con la cual pasaría su vida.

Un sonido comenzó a escucharse, sacando a la rubia de sus pensamientos. Buscó de dónde provenía el sonido, hasta que volteo a ver su teléfono el cual le estaba entrando una llamada.

Sin perder tiempo lo contestó, para que su linda castaña no despertara.

— ¿Bueno?

— Lisa, ¿Dónde demonios estás?

— Estoy en casa de Jennie, ¿Por qué? ¿Ocurre algo? — Preguntó un poco preocupada por imaginar que algo de pasó a su amiga.

– Jisoo y yo veníamos a ti cada para que nos des de comer — Reclamó — Pero al parecer tú te nos adelantaste en desayunar.

— Calla Moon — Dijo volteando a ver a la castaña que comenzaba a moverse — Vayan a comer a otro lado, porque no pienso irme solo para darles de comer, así que arréglenselas como puedan. Adiós — Dicho esto colgó la llamada, dejó el celular en la mesa que había al lado de la cama.

Dejo salir un suspiro mirando al techo, unos segundos después sintió una mano posarse en su abdomen desnudo.

Volteo a ver a su lado para encontrarse con la mujer más hermosa del mundo entero.

La castaña se estiró hasta estampar sus labios en los labios ágüenos que tanto le gustaba besar.

— Mmm... Buenos días Lili — Dijo la castaña entre el beso.

El beso iba subiendo de intensidad por lo que la rubia abrazó de la cintura a su acompañante para subirla arriba de ella.

La castaña metió la mano entre sus cuerpos hasta llegar a la intimidad de la rubia para tomarlo en su mano y bombearlo lentamente— Hola cariño buenos días para ti también — Saludo la castaña al miembro de la rubia que comenzaba a despertar

— No hagas eso princesa si no quieres que la fiera despierte – Dijo la rubia entre gemidos.

La castaña soltó una carcajada — Esta bien como tú quieras, pero luego no te quejes. ¿Qué hora es?

La rubia besó los labios de su linda castaña para luego tomar su celular y ver la hora.

— Son las 10:30 — Dijo con asombro la rubia. — El enano ya está despierto.

— Tranquila no creo hoy es sábado, el se despierta tarde — Besó los labios de su compañera para después quitarse de encima de ella y ponerse de pie bajo la atenta mirada de la rubia.

— Iré a bañarme — Dijo la castaña estando de espalda a la rubia porque estaba tomando la ropa interior que se iba a poner ese día. — ¿Te unes? — Preguntó dando media vuelta viendo a Lisa — ¡AMOR! — Gritó la castaña al ver que Lisa se estaba tocando sus partes íntimas mientras veía la parte trasera de su compañera.

La rubia tenía una cara pícara mientras sonreía al ver la reacción de su novia la castaña.

— Deja de hacer eso Lisa — Dijo la castaña aventándole lo que tenía en su mano.

La rubia atrapó lo que le había enviado sonriendo al ver lo que era.

Eran una bragas de encaje negro, sus favoritas. Las levantó mostrándoselas a la castaña.

– ¿Y así quieres que me quede tranquila? — Dijo sonriente y negando con su cabeza n la cabeza poniéndose de pie caminando hacia la castaña.

Después de ese momento de un poco de tensión sexual las dos se fueron a bañar juntas tardándose el menor tiempo posible.

Después salieron de la habitación tomadas de la mano, con rompa limpia y arregladas para comenzar su nievo día.

Bajaron dándose cuenta que el pequeño castaña estaba entretenido viendo una película de Disney en la sala de estar mientras comía una manzana.

— Hola enano — Dijo Lisa.

— Hola mi amor – Dijo la castaña caminando a el y dejando un beso en su cabeza.

— Hola mami, hola Lis — Saludo volteando a verlas para con la mano saludar acompañado de una gran sonrisa en su rostro.

Luego de unos momentos más, fueron a desayunar unos deliciosos hot cakes hechos por Lisa.

— Hola abuela — Saludo el pequeño emocionado de ver a su abuela después de muchos meses.

Sí muchos meses, porque el padre de Jennie le prohibió que fuera a visitarla, pero ese día la mamá de la castaña se dio una escapada para ir a verla y cuidar a su nieto por petición de su hija, llevándose la sorpresa de que Lisa estaba ahí.

– Hola mi nieto favorito — Lo abrazó besando mi has beses su mejilla. — ¿Dónde está tu mamá?

La abuela del niño tomó de la mano a su nieto caminando hacia la cocina, al abrir la puerta encontraron a las dos mayores besándose muy entretenidamente.

La mamá de la castaña carraspeó, llamando la atención de las otras dos por lo que dejaron de besarse.

— Hola mamá — Saludo la castaña con la cara sonrojada de que su madre la encontrara así con Lisa.

Lisa por el contrario estaba más que nerviosa por dos cosas. Primero por cómo la madre de su novia las encontró, ella estando en plena erección.

— Eh.. Hola soy Lisa — Dijo la rubia extendiendo su mano para ser estrechada por la madre de Jennie quien no dudó en agarrarla.

— Hola Lisa un gusto por fin conocerte — Dijo sonriente y amable la mamá de la castaña.

— Bueno madre gracias por venir a cuidar al pequeño pero me voy a la empresa. — Dijo pasando por su lado después de dar un beso en la mejilla de su madre y otro en la mejilla de su pequeño hijo.

Varios minutos después salieron la rubia y la castaña tomadas de la mano, luciendo como una pareja enamorada.

Subieron cada una a su carro, la rubia caminó junto a su novia para acompañarla y ésta se subiera, despidiendo con una largo beso de labios. Cada una se fue de ahí, la rubia a su casa y la castaña a la empresa.

En la tarde, Jennie iría a ver a su padre para hablar de lo que su padre le había dicho.

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