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— ¡Mamá ya estoy listo! — Dijo Samuel llegando a la cocina donde se encontraban su madre y Lisa.

Las dos adultas se separaron de beso pero aún permanecían abrazadas.

— Bien cariño ya vamos. — Dijo la castaña viendo a su hijo por sobre el hombro de su novia rubia.

Minutos más tarde la castaña, el pequeño y la rubia salían de la casa tomados de la mano.

Lisa se adelantó para llegar primero hasta su auto y así poder abrirle la puerta de atrás al pequeño Samuel indicándole que su subiera con la ayuda de ella.

Después se dirigió a la puerta del copiloto para también abrirla y poder ayudar a su linda novia a subirse, pero antes de que se subiera la detuvo para darle un beso en los labios que tardó vario tiempo, pero tuvieron que separarse porque un niño impaciente las interrumpió.

— ¿Ya nos podemos ir? Se está haciendo tarde — Dijo El Niño asomándose por delante.

Las mayores se separaron y sonrieron por la impaciencia del pequeño.

— Ya vamos enano solo estaba demostrando mi cariño a tú madre. — Dijo Lisa ayudando a su novia a subir al coche.

— Se lo puedes demostrar en otro momento, ahora solo hay que llegar al parque y divertirnos.

— Está bien en otro momento se lo demostraré. Acomódate en tu asiento enano que ya nos vamos — Dijo Lisa antes de dejar otro beso en los labios de su amada novia y cerrar la puerta para rodear el carro y subirse a su lugar de conductor.

Todos sentados en sus lugares y con los cinturones puestos, comenzaron su camino hacia el parque de diversiones.

En el camino iban escuchando música, algunas canciones las cantaban todos juntos. Lisa y Jennie tenían sus manos entrelazadas muestras descansaban en la pierna desnuda de la castaña.

— ¿Falta mucho para llegar mami? — Preguntó el pequeño desde atrás.

— Faltan unos cuantos minutos Samuel — Contestó Jennie.

Y cómo ella dijo en menos de 20 minutos, Lisa se encontraba buscando un lugar de estacionamiento vacío para ella ponerse.

Dando varias vueltas al estacionamiento sin poder tener existo de encontrar un buen lugar para estacionarse, al doblar por un pasillo la castaña le informó a su novia que más adelante iba saliendo un auto. La rubia sin esperar a que otro carro le ganase el lugar, aumento la velocidad del auto hasta estar cerca de ahí y disminuirla para estacionar correctamente el auto.

Después, bajaron del auto. El pequeño tomó de la mano a su madre y la rubia llegó a ellos para luego tomar la mano de Jennie enredándola con la suya. Caminaron un largo tramo para llegar a la entrada donde se vendían los boletos.

Llegaron a la fila que había para comprar su pase teniendo que esperar varios minutos Gracias a que había bastante gente para entrar.

Por fin era el turno de ellas para comprar su entrada.

— Buenas tardes ¿En qué le puedo ayudar? — Preguntó una alegre mujer con una sonrisa tierna.

— Buenas tardes. Me puede dar dos boletos de adulto y uno de Niño, por favor — Dijo Lisa soltando la mano de su castaña novia para sacar la cartera de su bolsa trasera. Pero una mano la detuvo.

— Yo pagaré – Dijo Jennie entregando una tarjeta de crédito a la muchacha que estaba vendiendo los boletos.

— Pero amor yo quería pagar. — Dijo Lisa

Amigas Solamente  (JENLISA G!P) (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora