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Un gemido de dolor y placer se escapó de mis delgados labios a la par que la parte inferior de mi cuerpo era follada de forma ruda hasta ser desgarrador, sentir sus ásperas manos tocar mi cuerpo y lamer de forma morbosa, el sabor a sangre en mi boca era abrumador. Quería más de ella, a pesar de su amargo sabor la deseaba con tal fuerza que mis colmillos cosquilleaban, aún recordaba con resentimiento el origen de todo esto.
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Entre la ruidosa ciudad, personas iban y venían de un lado a otro, estaba caminando hasta que de uno de los callejones alguien me jaló hacia él, era oscuro y olía a basura pero eso no era muy importante ahora pues me encontraba aturdido por el golpe que había recibido al ser estampado contra la pared y antes de que pudiera siquiera reaccionar, el jaló de mi cabello hacia atrás dejando mi cuello descubierto y lo mordió, un chillido salió de lo más profundo de mi garganta mientras me retorcía del dolor y trataba desesperadamente de quitar a ese tipo de mi pero el no se movía en lo absoluto.

Sus dientes incrustados en mi cuello como si lo quisiese desgarrarlo y hacer a la sangre brotar, escalofríos corrían por todo mi cuerpo a cada que el apretaba aún más sus dientes con desesperación y hambre, golpeé débilmente su espalda y arañaba sus brazos. El chupaba la sangre con tanta efusividad que la fuerza y conciencia que aún tenía me fallaban por la perdida de sangre , forcejeaba o lo trataba de empujar con una vaga esperanza de que pudiera escapar, las lágrimas mojaban mis mejillas y quejidos se escapaban de mis labios.

Al borde de perder la conciencia sus ojos se cruzaron con los míos... Eran de un rojo brillante y su cabello era negro y desordenado, todo se volvió oscuro.

Ni siquiera había podido ver su rostro.
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Fin del capítulo 1.0- Ataque

Tu asquerosa sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora