Tu asquerosa sangre

31.

La boca de Samuel se abrió para refutar en contra de lo que había dicho Mark pero cuando se dio cuenta habían vuelto a la habitación de Samuel.

—deberías de pensarlo un poco más —dijo Mark en el umbral de la puerta.

—Aunque tampoco es como si importara mucho, incluso si no lo haces tú lo haremos nosotros —se entrometió Chace estando al lado de Mark.
Ya era de noche por lo que ellos iban a irse a sus habitaciones, en alejarse fue Chace y me quedé con Mark, aún me sentía relativamente tímido y avergonzado al sentir su mirada sobre mí.
—B-bueno… buenas noches —Habló queriendo cerrar la puerta antes de que el licántropo pudiera decir algo pero la puerta fue detenida por su brazo lo cual lo hizo sobresaltar y sintió como una mano lo tomaba del mentó para que alzara la vista, él era una cabeza más alta que Samuel, fácilmente Mark podía poner su mentón sobre la cabeza del vampiro, incluso si no había una gran brecha entre sus estaturas era lo suficiente como para hacer que el hacer que el rostro sin color del chico tuviera ambos mejillas ligeramente coloreadas de un tierno color rojizo  y sentirse aún más pequeño ante la mirada intensa del licántropo.

—¿acaso no te ibas a despedir bien?—Pregunté con cierto tono de diversión y antes de que Samuel dijera algo sus labios fueron atrapados por los del otro, al principio lo tomo por sorpresa este repentino acto y no supo corresponder, aunque tampoco es como si hubiera tenido oportunidad de hacerlo pues aquel beso prácticamente estaba causando estragos en su boca, sintiendo como su lengua era tomada por la de Mark y justo cuando creía que estaba por poder seguir el ritmo de él, sintió como el hombre no solo lo tomaba de la nuca con una mano si no que la otra presionaba sobre su cintura hasta pegarlo a él y procedió a chupar la lengua de Samuel causando que por instinto este pusiera sus manos sobre sus hombros para separase sin poder creer lo que había ocurrido hace un momento, por un segundo creyó que se podría ahogar con su saliva de la sorpresa.

Una dulce risita llego a sus oídos,  podía ver a simple vista que Mark molestándolo —Eso es suficiente, ¿no? —Samuel en ese momento no sabía del todo lo que decía, el creía que a cada beso que Mark le daba se volvía más estúpido, aunque si era honesto esto siempre pasaba con cualquiera de sus crushes…

—No, no lo es —Fue lo único que dijo para volver a juntar sus labios, esta vez fue más fácil para el chico corresponder el beso al ser más lento, ninguno de los dos hombres se contuvieron a tocar el cuerpo del otro, ambos siendo conducidos por las hormonas y el calor del momento que cierto hombre lobo estaba pensando seriamente si arrastrar al joven vampiro dentro de su habitación y el vampiro también estaba pensando lo mismo, cuando los dos se separaron, los labios normalmente pálidos de Samuel habían tomado un apetitoso color rosa, si bien al inicio había tenido el valor para ir dentro hasta la cama, al separarse y pensar un poco, cuando las hormonas y calentura en su cuerpo ya no estuviera rápidamente se acobardo, Mark al ver esto decidió no presionar a Sam por lo que esta vez sí se despidió de él.

En su cama, se quedó mirando su techo sin poder dormir por su insomnio por lo que después de un rato se puso prácticamente a rodar sobre su cama recordando lo que había ocurrido hace poco o al menos hasta que recordó a otro vampiro "¡Cierto! Dan" Recordó de golpe Samuel, no podía decir que se habían vuelto amigos íntimos pero de cierta forma sentía que esto era su culpa al meterlo en esta situación. El vampiro soltó un suspiro lleno de pesadez mientras miraba por la ventana que daba al jardín y a lo lejos podía ver un bosque relativamente denso en árboles, mientras miraba por la ventana con la única iluminación era la de la luna se sintió absorto sobre sus pensamientos pensando en formas para evitar que algo serio le pudiera ocurrir a Dan.

El transcurso del tiempo pasó rápido y cuando se dio cuenta ya había estado por lo menos una hora solamente pensando, sus vellos se pusieron de punta al sentir la mirada pesada en él, giró la cabeza en alerta pero lo único que se encontró fue a un licántropo, a simple vista no podía diferenciar si se trataba de Chace o Mark.