Tu asquerosa sangre

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Los párpados de samuel se abrieron de golpe acompañado de un quejido de dolor en el que apenas se logró mover su cuerpo ardió en dolor, no sabía cuanto tiempo había pasado desde que perdió el conocimiento pero había sido arrojado de nuevo a esa asquerosa habitación de mierda, Samuel reviso su cuerpo que aún tenía una leve erupción y algunas incluso había explotado dejando salir sangre, tan pronto estuvo del todo consciente comenzó a buscar a Dan quien estaba no más que un poco más lejos de el, al verlo se sintió extrañamente aliviado que creyó que incluso podría soltar una que otra lágrima por el...

Gateo hasta llegar a su lado y con cuidado puso su cabeza sobre sus piernas, alzo levemente la camisa de Dan para revisarlo y notar que el estaba peor que él, con toda la camisa cubierta en sangre y la carne viva de su espalda, con delicadeza los delgados dedos de Samuel movieron algunas hebras del azabache cabello que cubrían su rostro sucio  también tenía erupción en su rostro y algunas burbujas incluso habían explotado dejando marcas dolorosas en su rostro. Samuel observo a Dan, no se había fijado con atención pues siempre estaba molestando o tratando de ignorarlo que ahora que estaba en silencio pudo apreciar que este era realmente guapo, Dan tenía unos rasgos bien marcados junto con unas pestañas largas y cejas delgadas y si podía fijarse más de cerca había pequeñas casi invisibles pecas esparcidas por su rostro en especial debajo de sus ojos y en el puente de su nariz, en ese momento fue imposible para Samuel el no poder acariciar el puente de su nariz y la forma de sus cejas, y entonces Samuel pensó que cuando Dan no estaba molestandolo, el era realmente sexy.

No se dio cuenta que paso el tiempo apreciando al vampiro que de un momento a otro un par de rubíes lo miraron con el ceño fruncido a lo que Samuel solo pudo quedarse en silencio y rígido, sintiéndo sus orejas ponerse un poco rojas por la vergüenza de ser atrapado.

—No digas nada, solo sigue durmiendo —Rogó tratando de mantener una voz tranquila mientras cubría sus ojos con sus manos pero podía ver la sonrisa llena de burla de Dan.

—Sammy~, ¿Qué estabas haciendo? Yo creí que eras un perro fiel —Se burló quitando la mano de Samuel de sus ojos pero al querer darse levantarse del regazo de el solo consiguió un punzante dolor para volver a usar a Samuel de almohada.

"Si no abrieras tu boca tan seguido incluso podría considerarte mi tipo" Pensó Samuel más no se atrevió a decirlo pues ya sabía la respuesta a así que solo se levantó dejando caer la cabeza de Dan al piso.

A pesar de fingir que ya no le importaba el estado de Dan cuando lo escucho maldecirlo se giro para verlo y resoplo por lo bajo "Si tiene la suficiente fuerza para insultarme no creo que muera pronto".

Contrario a lo que había pensado el volvió a acercarse cuando escucho a Dan vomitar y volvió a desplomarse, al principio quiso dejarlo así pero jalo de la camisa de Dan y lo acercó a él —Si sigues moviéndote te dolerá más imbécil —Lo reprendió dándole un zape en la frente causando el sonido "splad" y un pequeño "Aack" salió de los labios de Dan en un quejido pues no se esperaba tal acción.

Samuel miró con una mueca las heridas de quemaduras en Dan y el como estas no estaban sanando aún si estaba en reposó, Samuel no se preocupaba por el pues ya estaba casi sanado, se quedó pensando en una forma de hacer que Dan sanara con más rapidez pues ya estaba harto de escuchar sus quejidos.

—Si bebés sangre, ¿te recuperaras?—Y como siempre Samuel solo tenía de guía las películas de vampiros que alguna vez llegó a ver  y es que, que más podía hacer si no sabía casi nada sobre el tema.

—Naturalmente —Contesto Dan mientras su pecho subía y bajaba por su respiración irregular.

Dan se quedo en silencio silencio los ojos cerrados esperando alguna respuesta de parte de Samuel pero eso jamas llego lo que se le hizo raro ya que siempre que el tenía una duda iba a él a preguntarle aún cuando eran estupideces le gustaba que lo hiciera, abrió los ojos extrañado y lo primero que vio fue como Samuel prácticamente se ponía sobre el y bajaba su camisa hasta mostrar su cuello y hombro—Bebé —Ordené con un tono frívolo y hasta aterrador, un escalofrio viajo por la columna de Dan.