7

315 46 4
                                    


1... 4... 7 días habrán pasado o incluso más desde que recibí aquella bolsa de sangre y bebí sangre de nuevo.

Hasta el momento había podido sobrellevar el hambre, aunque no siempre era tan fácil y más cuando estaba en clases rodeando de tantas personas, había pasado de estar rodeando de personas a evitarlas son contar las náuseas que también eran un gran problema a la hora de querer pasar desapercibido.

Camine bajo el sol abrasador, mi piel se sentía casi que ardiendo, comencé a sudar más de lo normal y respirar agitado.

-Sam, ¿Te sientes bien?-Hablo con preocupación una matilda que se sentaba a mi lado y quien trató de tocarme pero que con algo de disimulo aparte su mano de mi.

-S-si, estoy bien... Es solo que hace un poco de calor-Desabotone algunos botones de mi camisa.

-¿No será que te dio un golpe de calor?-Pregunto de nuevo, no quería que siguiera preguntando, me dolía la cabeza, siguió siendo insistente hasta el punto de acercarse y poder sentir como el olor que desprendía inundaba mis sentidos. El olor a sangre.

-Solo me duele un poco la cabeza-Mentí a medias con la esperanza de que parara de hablar, por debajo de mi asiente mis manos se retraian y movían con ansiedad al igual que a veces mordía mi labio hasta hacerlo sangrar para calmarme.

Cuando las clases finalizaron salí disparado del aula, no podía soportar estar otro segundo con tantas personas, el que fuera un día caluroso lo empeoraba todo pues podía oler su sudor, era mucho más sensible a ellos todo me parecía tan tentador...

Pude respirar más tranquilamente cuando estuve alejado de las personas, me recoste en la pared de algún local descansando un poco y respirando por la boca dando bocanadas

Y justo cuando estaba por irme sentí como alguien me jalaba dentro de un carro.

_____________________

Fin del capítulo 7-Olor

Tu asquerosa sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora