Sentí como mis lágrimas se resbalaba por mis mejillas y caían, acababa de hablar con Chace y seguía esperando, unos ligeros golpes se escucharon desde afuera, al pensar que se trataba de Chace estaba por abrir cunado una voz habló.
—Sam, ¿Estas bien? Matilda me pidió venir a buscarte —Habló Jorge, sorbí mis mocos y seque mis lágrimas.
—Estoy bien, es solo que vomite un poco —Respondí en un hilo de voz—Creo que aún sigo enfermo —Agregué, escuche como hablaba con alguien muy posiblemente con Matilda, no quería preocuparlos con algo como esto.
De repente escuché una tercera voz interrumpiendo, mi corazón se aceleró al instante de recoger a la voz y acomodando un poco mi ropa y poniéndome la capucha que tenía mi sudadera abrí la puerta.
Al instante unos ojos azules encontraron los míos, al pensar en que lo había estado mirando por mucho tiempo baje la mirada y giré un poco la cabeza para ver a mis amigos.
—Voy a irme a casa—Les avise pasando por su lado para ellos tenían mi mochila y me la dieron, miraron a Chace pero no dijeron nada.
—Sammy, cuídate últimamente te enfermas mucho —Expresó su preocupación Matilda a lo que solo pude asentir, me fui junto a Chace cuando ya no pude verlos me acerque al bote de basura más cercano y escupido la sangre que había estado aguantando.
Dentro del auto de Chace, mis ojos se sentía pesados y me costaba respirar por lo que solo mantenía los labios entre abiertos, me recosté contra la ventana del auto y cerré los ojos cayendo dormido
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.Abrí los ojos abruptamente con la frente cubierta de sudor, mi pecho subía y bajaba por la forma tan agitada en la que respiraba, después de calmarme un poco me di cuenta que estaba sobre una cama.
Al sentir algo de frío fue que para mi sorpresa no llevaba puesto mi sudadera, busqué con la mirada hasta que lo vi y estaba cerca de la cama a lo que quise de levantarme.
Pero no pude, sentí un tirón de mis muñecas, estaba amarrado a los barandales de la cama, al principio me quedé mirándolo perplejo sin comprender la situación, mire que mis muñecas tenía marcas rojas y piel pelada por la soja quise quitárselas pero no pude a lo que solo jale más y más de ellas hasta empezar a sentirme inquieto, no entendía que había pasado.
Escuche la puerta abrirse y de ella entró Chace.
— ¿Por qué me amarraste?—La pregunta salió de mis labios sin pensarlo dos veces, lo miré cauteloso mientras esperaba su respuesta.
El solo me ignoró y camino a la cama, y desabotone su camisa, mi cara se puso roja tan pronto vi su clavícula desnuda, estaba por girarme cuando vi la herida en su hombro —Por esto—Dijo señalando la mordida que aunque no estaba sangrando se podía notar a simple vista que era una herida reciente —Cuando te traje te despertaste y me mordiste, no estabas en tus sentidos te lanzaste sobre mí, no tuve de otra más que amarrarte —Explicó antes de que yo hablara, el se acercó y me desamarro la soja, el pensar que él tuvo la molestia de cargarme en vez de despertarme y que yo no hice más que morderlo me hacía sentir avergonzado para mis adentros.
El seguía explicando de forma serena —Las pastillas ya no funcionan contigo—
—Pero estoy bien ahora tal vez ya pue—
—Samuel—Me interrumpió llamando mi nombre a lo que pare de hablar al instante—Tuve que dejar que bebieras mi sangre para evitar que algo más te pasara, no puedes volver así a menos que vuelvas a beber sangre —Sentenció
No quise responder o oponerme a lo que dijo, era algo que ya esperaba pero que no quería admitir, contuve lo mejor que pude mis lágrimas amargamente y también apreté mis labios, solté un suspiro tratando de sacar todos los sentimientos abrumadores que tenía.
—Vas a quedarte a dormir aquí—Solo asentí acariciando mi muñeca él se fue en silencio y cerró la puerta detrás de él con suavidad.
Agarre mi sudadera y saque mi teléfono, era más de las 11 de la noche por lo que volví a acostarme y espere a que el sueño viniera por mí.
Con las luces apagadas, me enrolle entre las sábanas y cerré los ojos
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No podía dormir, no sé si era mi paranoia o por lo que me había dicho Chace pero no podía dormir, había una sensación de pesadez por toda la habitación que me resultaba incómoda, tape mi cara con mi almohada al escuchar ruidos o ecos, algunas veces se parecía mucho a lamentos y quejidos.Esta noche no iba a poder dormir
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Fin del capítulo 15
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Tu asquerosa sangre
VampiroUn chico llamado Samuel accidentalmente se vuelve un vampiro y con su aun ingenua e inocente mente se relaciona con un par de gemelos licántropos que jugaran y experimentaran con su cuerpo para volver a convertirlo en un humano, ¿Lo lograran? o será...