Capítulo 16: El pequeño Marqués.

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El bordado fue olvidado, tomo con sus temblorosas manos el sobre y se deshizo de el para desdoblar el delicado papel comenzando a leer las líneas referidas hacia su persona. Todo muy simple y conciso, preparándola para cuando recibiera el edicto imperial permaneciera serena.

La Señora Hao comenzó a tambalearse mientras leía, era simplemente impactante y tubo que apoyarse antes de continuar la lectura de aquellas líneas.

Solo que la sorpresa no fue el hecho de que le enviaran para casarse fuera de palacio, sino que la encargada de buscarle un matrimonio ventajoso no fuera la propia Emperatriz, esta había delegado su situación a la inalcanzable Zhao Hua Xiang y esta la envió al matrimonio más ventajoso que jamás podría imaginar, a la casa del propio Duque de Nanjun, el famoso Primer Ministro, no sabía de palacio para ser una simple esposa, se convertiría en la esposa oficial de Qiao Chen Yu, el pequeño Marqués de la casa del Duque de Nanjun, el único hijo de este, famoso y adorado.

- Mi Señora, ¿algo va mal?
- No, Ni Ni seré enviada al matrimonio.
- Mi Señora, la Emperatriz se lo prometió.
- No, no entiendes, es la Consorte Zhao quien intercedió por mí, seré la esposa principal del pequeño Marqués de la casa del Duque de Nanjun. Se me otorga el nombre de Yueying y el título de Princesa de Xi´an, mi retrato será enviado a mi futuro esposo por una casamentera y todos los ritos serán realizados bajo el mismo mandato del Emperador. Ni Ni escuchaste, seré enviada con todos los honores.
- ¿Princesa? – la muchacha estupefacta no se movía de su lugar, aun no podía creerlo. 

No podía creerlo, enviada con todos los honores. En aquel momento Hao Yueying sabía que su vida comenzaba a cambiar, pero nunca imagino el precio que comenzaría a pagar por ello, aquel era un favor que Zhao Hua Xiang estaría dispuesta a pedir el pago.



Mientras por un lado se celebraba por el otro en la casa del Duque de Nanjun simplemente la paz reinaba, el futuro esposo simplemente no estaba interesado, deseoso de mantenerse a un ignorante de los propios asuntos que le apañaban, recibió la noticia al azar y al azar se quedó, nunca estuvo interesado en alguna mujer en específico, tomando la noticia como algo que simplemente pasaría.

El pequeño Marqués era conocido por su atractivo, inteligente y sobre todo por la indiferencia de su mirada, alguien tan lejano para los simples mortales que lo rodeaban, era un talento conocido, un erudito como ningún otro, aquel era el año en que se presentaría para el examen imperial y antes de que eso ocurriera ya traería al hogar una esposa. Si tuviera deseos mundanos podría presumir de su suerte, pero Qiao Chen Yu era un ser solitario al cual nadie le conocía por tener amigos.

Aquella adorada paz comenzaba a apagarse cuando la esposa del Duque, la madre del joven entraba a la misma habitación cargando un rollo que inmediatamente envió a colgar.

Su madre sonreía satisfecha mientras observaba una pintura que había sido enviada desde palacio, al parecer la joven elegida provenía de una respetada familia de Dazhou, lugar donde había nacido su madre, era él quien se casaba, pero era su madre quien más feliz era pues ya tendría alguien con quien compartir los gustos culinarios.

- Chen Yu, hijo, mira, es tu prometida. ¡Tan hermosa! – volteo la pintura para que el la admirara, aquella era una dama hermosa, muy hermosa, pero el joven simplemente no se ilusiono, los pintores de la corte solían exagerar cuando se les pagaba bien – Su Alteza envió algunos regalos y la lista de la dote, la propia Consorte Zhao es quien realiza los preparativos.
- Esa mujer es realmente astuta, reafirma una alianza con la casa del Duque de Nanjun por medio del matrimonio y nadie parece preocuparse por ello.
- ¿Dijiste algo?
- Que es hermosa. – dijo al azar para luego seguir ignorado a su entusiasmada madre.

La familia Qiao era una de las familias más antiguas del Imperio, emparentada con la familia imperial por varias generaciones y su tía paterna era la propia Emperatriz Viuda, era obvio que todos trataran de emparentarse con ellos, solo que su padre tenía un solo hijo, él, quien a propio pulso se había ganado la reputación de inalcanzable.

Qiao Yan Gui, Duque de Nanjun estaba realmente complacido con la idea del matrimonio de su hijo, no tanto como el hecho de llevar a casa una virtuosa nuera proporcionada por el propio Emperador, lo cual era una aparente recompensa, sino el hecho de que para que permitiera a la joven la propia Consorte Honorable Zhao acepto una serie de condiciones puestas por él, aquellas eran condiciones que beneficiarían al Imperio y habían sido discutidas por la Emperatriz Viuda y su persona. Ahora que el Emperador comenzaba a ser consciente de la verdadera cara de su supuesto pacífico reinado era el momento de moverse.

Ahora ganaba una hermosa nuera, según las propias palabras de la Emperatriz “Es un pájaro enjaulado en este frio y despiadado lugar, demasiado buena para sobrevivir” Le convenció con la buena fe de la solitaria Chen Zhi Xin, aquella dama era después de todo la concubina del Emperador y la Honorable Consorte Zhao era demasiado parecida a su hermana mayor, la Emperatriz Viuda, nunca hacia nada solo porque sí.

Honorable Consorte ZhaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora