Capítulo 1: Veneno

632 80 5
                                    


Parecía que alguien había muerto, las damas de la corte estaban consternadas, los eunucos susurraban y caminaban deprisa, las concubinas no reían, la emperatriz aguantaba sus lágrimas mientras hablaba. Lo que más le llamo la atención al emperador es que el médico imperial parecía preocupado y daba órdenes meticulosas a la farmacia real, todo eso sin contar que todo eso ocurría a su alrededor y ninguno le prestaba atención a su persona.

- Emperatriz, ¿Ocurre algo?

Su Emperatriz le miro por primera vez y totalmente extrañada, como si no comprendiera que hacia el allí.

- Su Majestad, Su Alteza la Consorte Zhao ha sido envenenada.

- ¿La consorte Zhao? ¿Pero no está embarazada? ¿el niño?

- No, Su Majestad, esa es la Consorte Zhan, hablo de la Consorte Honorable Zhao, la noble señora en 1er grado, Huang Hou, Zhao Hua. Vuestra antigua Princesa Heredera.

El, después de tantos años recordó aquella niña, la niña con la que se había casado cuando tenía solo 13 años, aquella de ojos llorosos y siempre enferma. La que supuestamente viviría en un templo, en realidad vivía en el palacio, bajo el amparo de la emperatriz.

- Su Majestad ya ha sido suministrado el medicamento y aplique personalmente la acupuntura, está fuera de peligro. – termino de informar el médico imperial a la Emperatriz, la cual ignorando al propio emperador entro inmediatamente a la recamara principal.

- Hermana Mayor, - desde fuera se sintió el estruendo de la voz de la Emperatriz- Recupero el conocimiento, hermana mayor, me alegro tanto, estaba tan preocupada.

El Emperador Shang Ren Jie se recordó que toda esta situación estaba muy mal, habían intentado matar a una de sus consortes y el no fue informado, es más, era una consorte no favorecida y aun así veía que el Palacio Interior Tian era mucho más hermoso que el de la propia emperatriz, pero aunque el comportamiento de esta era extraño, lo era más el hecho en sí, ¿quién querría matar a una consorte olvidada y sin ningún poder sobre él?

Se adentro a la recamara, hermosas cerámicas, flores y una pintura de una hermosa joven era lo primero que se encontró. Era hermosa la dama del cuatro enmarcado en seda dorada, vestida con un traje blanco y rojo, el cabello semirecogido, adornado con una corona de fénix, pero la hermosa sonrisa lo deslumbro, se veía natural, sin maquinaciones, sin perder el brillo inocente de la mirada.

Al final del salón la hermosa cama adornada con cortinas pálidas ocultaba a la consorte que había olvidado, mientras la Emperatriz sollozaba en el regazo de esta.

- Xi'er, no llores, eres la emperatriz, que dirán las damas de la corte, no está bien que llores, sécate esas lagrimas, no fue la gran cosa, fue más el problema que armaste que lo que ocurrió.

- Pero esa zorra oso intentar hacerle daño, claro que la voy a castigar, hare que las próximas generaciones de esa familia caigan en desgracia.

- Xi'er no debes hacer eso, no debes acabar con todo un clan solo por esta tontería.

Junto cuando la Emperatriz iba a replicar, ambas se dieron cuenta de la presencia del emperador, este solo veía la mano de la noble consorte, una suave mano, sin adornos, esa misma mano dejo de acariciar el cabello de su acompañante y retiro suavemente la cortina que tapaba todo su torno de la vista de su esposo.

- Su Majestad, no sabía – intento incorporarse, pero aun débil se disculpo – disculpe que no presente mis respetos – mientras él la miraba anonadado, ella buscaba con la vista a sus sirvientes – alguien – llamo nerviosa- Xi'er, - se ruborizo dulcemente – Emperatriz, Su Majestad esta aquí. – susurro al oído de esta.

Incorporándose con delicadeza, la emperatriz no mostro para nada la actitud que anteriormente presentaba.

- Su Majestad, creí que se había retirado tras la noticia de la recuperación de la Noble Consorte.

- Dado la preocupación de la Emperatriz me precipite a preocuparme personalmente por la Consorte Honorable.

Ambas mujeres se miraron extrañadas, era de esperar tal situación, ya que él había olvidado preocuparse por su primera esposa por muchos años.

***

El Eunuco principal extendió las pinturas sobre la gran mesa, los bosquejos de la Consorte Honorable Zhao que no habían sido entregadas al emperador, había varias de ellas, al parecer la Consorte Honorable era la favorita entre todos los artistas en el palacio, las pinturas sobre ella eran exquisitas. Era un recordatorio de estos años, las muchas facetas de su consorte, las miradas, estilo de peinado y ropa que había utilizado durante este tiempo.

- Su Alteza es muy popular entre los pintores, los músicos suelen enviar los mejores Qi para que ella los examine, las mañanas en esa parte del palacio suelen ser las más tranquilas y animadas. – levanto la cabeza antes de continuar – Su Alteza tiene una hermosa voz y la mayoría de las mañanas suele cantar mientras prepara arreglos florales para adornar la cámara el Emperador. Ha sido su rutina en los últimos 9 años.

- ¿La Consorte Honorable es quien envía cada día los arreglos florales de mi cámara? – el eunuco asintió – ¿debo entender que la consorte de la que nadie me ha hablado desde que subí al trono es quien se encarga de que el palacio interior funcioné perfectamente? – nuevamente el eunuco asintió.

Se quedo mirando las pinturas de la esposa que no recordaba, cada una era en diferentes poses, tocando el Qi, leyendo, incluso con una armadura mientras tensaba un arco, bella y delicada interpretación de las líneas del pincel en cada una de las pinturas. Ni siquiera habían tenido una boda como se debe, en el momento en que se casaron eran unos niños y ella no podía caminar por sí sola, las damas de la corte tuvieron que prestarle ayuda para realizar los arcos en la boda. Después de eso solo la vio dos veces más, cuando la despidió en su viaje para el templo taoísta y cuando fue a las montañas cuando aún era el príncipe heredero y ella su princesa. Hacía diez años desde que era el emperador y en todo ese tiempo su antigua princesa heredera fue solo un vago recuerdo, realmente era un mal esposo.

- ¿Quién intentaría matarla? ¿Por qué?

- Su Majestad, - un silencio incomodo - hay algo más. – el eunuco extendió el rollo, mostrando una última pintura, en esta la joven esposa vestida como Emperatriz – Esta fue un encanto de su Emperatriz. Su Alteza, aunque no es favorecida por usted es tiene la mayor influencia en el harén y desde que regreso al palacio la Emperatriz y la Emperatriz viuda relegaron el sello del fénix a ella. Usted vio el Salón Tian, eso refleja su poder. Aunque los cortesanos y los ministros no pueden pedirle que interceda por ellos, suelen solicitar audiencias con ella antes de pedírsela a usted, el primer ministro la visita con frecuencia y sus elocuentes intervenciones tienen mucho que ver con ella.

- El sello del fénix está en manos de mi antigua princesa heredera, la emperatriz finge ser un mero adorno, hay que temerle a las mujeres, ambas dividieron el poder, así los clanes no pueden intentar utilizar el harem. Las mujeres son aterradoras.

Si, las mujeres eran de temer, la Emperatriz de Clan Chen era una de ellas, inteligente tras la fachada de inocencia infantil, su mayor aliada era un hueso duro de roer, una Consorte Honorable adoptada y casada en Clan Imperial, descendiente de generales, su padre había sido el Gran General Zhou, había comandado 1/3 de la fuerza militar del imperio para morir por la peste, que dura era la vida, ni siquiera pudo ser en el campo de batalla.

Honorable Consorte ZhaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora