Capítulo 7: Damas del templo, reuniones ocasionales.

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Ella era una mujer y era parte del harem imperial, dado su estatus tenía prohibido participar en la política, las leyes eran rigurosas en ese aspecto, pero durante años había hecho caso omiso, ella y todos sus partidarios. Junto a la Emperatriz había sacado del poder poco a poco de aquellos que planeaban utilizar el harem como una fuente de poder, y dado que el Emperador no tenía un heredero las facciones contantemente trataban de plantar espías en el palacio.

En la corte imperial hasta el más mínimo movimiento tenía un protocolo, verter e té era un arte y Zhao Hua Xiang había sido educada para alcanzar la perfección en toda acción que realizara. En el año solo cuando realizaba peregrinaje al templo podía dejar a un lado la etiqueta, pero aquella tarde frente a ella se encontraba una inesperada visita.

Qiao Yan Gui era el confidente más confiable de la Gran Emperatriz Viuda, en los últimos años había censurado a los miembros de la corte y esto había creado un conflicto entre el emperador y el ministro.

- Ministro Qiao, no está bien visto que venga a visitarme mientras me encuentro en peregrinación para rezar por mi salud.

- Su Alteza, la Honorable Señora sabe que si no fuera urgente no molestaría su tiempo de oraciones.

El anciano era astuto, él le había dado lecciones cuando era una niña, aunque sus palabras eran educadas, el tono y el sentido contaba otra situación.

- Los asuntos del Harem no son importantes para la corte – sonrió mientras sus ojos no lo hacían – o acaso el Ministro desea aleccionar a mi persona por dar una orden que le afectaba.

El hombre carraspeo y dócilmente miro hacia otro lado.

- Cairen Jin era la sobrina del Ministro Jin.

- Cairen Jin fue descubierta cometiendo infidelidad. – el anciano se atraganto – a mi parecer solo fue un peón de Cairen Zhan, Cairen Jin sabía algo y debían callarla. – le acercó la tasa de té al ministro – trampa o no, Cairen Jin fue descubierta y el Harem tiene leyes, leyes que veló por que sean cumplidas.

El ministro no estaba muy contento, pero no podía ir contra la mujer frente a él.

- ¿Cómo planea Su Alteza aplacar la ira del Ministro Jin?

- Yo no calmo la ira de nadie, no está en mi naturaleza, puedo ser magnánima dado la situación. Enviare las pruebas al ministro Jin y permitiré que la familia realice un funeral, dado la gravedad del crimen no puede ser enterrada con los honores de una concubina de Su Majestad.

- Gracias Su Alteza.

- No debe agradecerme Ministro Qiao, aún no se si el crimen fue real o una trampa.

- Su Alteza es magnánima, el simple hecho de permitir a los Jin recuperar el cuerpo y realizar el funeral es magnánimo de su parte.

- Usted aun piensa muy bien de as personas, por mi parte no creo que ellos crean lo mismo de mi persona. Ahora lo que más me preocupa son las influencias de la Cairen Zhan y su presunto embarazado – El Ministro se quedó mirándola.

- Acaso Su Alteza sospecha que la Cairen Zhan miente sobre su embarazo.

- Es muy sospechosa su actitud, solo la visita un médico en concreto.

El anciano ministro se incorporó y se inclinó formalmente.

- Entiendo las palabras de Su Alteza, personalmente investigare el asunto.



El incienso fue prendido y colocado en el altar, los ritos se establecieron correctamente, su plegaria pedía salud y prosperidad para el reino, rezo egoístamente por recuperarse completamente. Nuevamente la ayudaron a incorporarse, lentamente un paso y luego otro, esa horrible cojera era parte de ella, no le molestaba, pero odiaba los ojos compasivos que le mostraban compasión.

La compasión es para los débiles y ella no lo era.

Su percepción de debilidad difería mucho de las palabras que los eruditos solían hablar, que más daba la fuerza física o moral, había aprendido a sonreír para sobrevivir, había aprendido a atacar antes de ser atacada, aprendió demasiado temprano que no todo es para siempre. Hoy está viva, pero mañana puede ser completamente diferente.

Sus doncellas aguardaban junto a la silla de manos y otras dos la ayudaban a caminar, quería decirles a todos que no era una incapacitada, solo cojeaba, pero es mejor mantener las formas y su reputación de dama virtuosa es más importante que un arrebato de ira.

- Su Alteza, noticias de palacio. – la doncella susurro – tras nuestra partida Su Majestad visito a Cairen Zhan y la Emperatriz fue con él. No se habló de la muerte de Cairen Jin, Su Majestad pidió noticias sobre usted, se le informo del viaje.

- Su Majestad debe sentirse frustrado, su vida no era tan controlada por el cómo creía y el harem no tan pacifico como hacía notar. – suspiro – retirémonos, pasaremos la noche en el templo, la peregrinación no debe detenerse por una nimiedad.  

Honorable Consorte ZhaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora