Honorable Consorte Zhao

Capítulo 5: Ojos vacíos de la Emperatriz Chen, el deber antes del apego.

Chen Zhi Xin mejor conocida como la Emperatriz Chen era solo una marioneta a los ojos de los funcionarios, pero su poco apego hacia el Emperador era realmente la única razón por la que prefería invitar a otras mujeres a la cama de su esposo.

Criada para algún día tomar un esposo según los deseos de su padre, de esa forma traerle honor a la familia.

Quizás a los inicios de su matrimonio pensó que algún día ganaría el corazón del emperador, pero tras tantos años ella solo cumplía con su trabajo, eso era lo único que su esposo esperaba de ella. Desde el momento en que vistió la túnica del Fénix su padre se arrodillo ante ella y la llamo "Su Alteza" nunca nadie la volvió a llamar por su nombre, solo la Consorte Zhao dejaba a un lado el protocolo.

No jugo a la política, le entrego ese trabajo a la Consorte Zhao, la palabra de ambas era la ley del harem, pero el odio y la responsabilidad no estaba con la Emperatriz. Los ministros y cortesanos no lograron utilizarla, mucho menos su familia, en estos 15 años dos de sus hermanos habían cometido crímenes de malversación utilizando su nombre y uno de sus tíos intento utilizarla para alcanzar un cargo en la corte real, todos los intentos de ensuciar su nombre fueron erradicados por la consorte, movió influencias y con la ayuda de varios generales expidió a sus dos hermanos a unirse al ejército y su tío ahora vivía recluido fuera de la capital.

Ser olvidada es peor que la muerte en el harem, el ver como la hermana mayor había sido olvidada por su propio esposo llenaba de dolor a Zhi Xin, durante estos años respeto el deseo de esta de ser olvidada y permanecer como la sombra de la corte imperial.

Solo que ahora era diferente, estaba muriendo, de alguna manera había sido envenenada lentamente, su médico confidente llevaba un año retrasando el efecto de esta en su cuerpo, ahora solo quedaba una solución, venganza.

Jugaría a la política por esta vez, no tenía nada que perder. Rompería cada uno de los protocolos del harem, si tenía que ofender al emperador que así fuera.