Capítulo 17: La favorita.

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Aunque para muchas la incertidumbre de permanecer o marcharse del harem era la única preocupación la mujer que estaba segura de tener la suficiente influencia para permanecer, la imagen del vientre pronunciado que se acariciaba, llena de una satisfacción peligrosa. Solo que aquella mujer no podía simplemente permanecer segura, aquel era un movimiento peligroso si todo salía mal.

Recostada, mantenía su acto como la mejor de las artistas, su interpretación como mujer virtuosa, débil y amorosa se debía mantener incluso si el propio emperador no estaba presente, los ojos y oídos podían encontrase en cualquier lugar de aquel palacio. Todo en ella era impecable, su trabajo era verse pura y sensual aun incluso aunque simulara un embarazo, estiro suavemente su mano hasta donde estaba depositada la fruta servida era presentada en un delicado plato de plata, su única extravagancia era aquella vajilla de plata, nunca se era lo suficiente cuidadoso. Comió suavemente la fruta, saboreo lentamente antes de proseguir, las criadas sirvieron en silencio mientras Zhan Peng Jie comía aquellos alimentos que supuestamente hacían bien al embarazo. 

Todos los movimientos para destronar a la Emperatriz habían sido en vano y, por otra parte, la Consorte Zhao había tomado en el asunto en sus propias manos, aquella Emperatriz solo de nombre consiguió nuevamente el favor del Emperador tras su última acción al desligarse de los asuntos del Clan Chen.

Zhan Peng Jie con mucha paciencia logro mucho a lo largo de los años, fue cautelosa mientras ganaba aliados dentro y fuera del palacio. Solo la idea de que ella sería la madre del heredero la llenaba de regocijo.

- Señora – la joven junto a ella se arrodillo antes de hablar – Hay noticias del Patio Oriental, la Concubina Hao se marcha.

- ¿Concubina Hao? Ya recuerdo, aquella chiquilla siempre callada que solo borda. – sonrió – El palacio no puede mantener a gente inútil, envía alguna ofrenda al templo donde la envíen.

- No mi Señora, será un regalo del Emperador para casa del Duque de Nanjun. – el silencio reino en la habitación – El Emperador la nombro Princesa Xi'an y le otorgo un nuevo nombre para casarse con todos los honores.

¿Casarse con todos los honores? ¿Aquella insípida niña? Había logrado mantener su posición como favorita del Emperador, fue intenso y trabajoso, aquella Concubina Hao fue una de las que entro a palacio junto con ella y desde que la conoció no soporto aquellos honestos ojos, la delicada apariencia, todo en la Concubina Hao le gritaba todo lo que le faltaba, todo aquello que le constaba mantener en aquella niña era tan fácil y natural. 

- ¿Cuál es la familia de aquella niña?

- El clan Hao de Dazhou, nadie influyente.

- No puede ser, algo más debe haber...




La maquinadora de toda aquella orquesta en realidad era quien más tranquila había pasado la mañana, ni se emocionó, ni se molestó, solo permaneció como si todo el bullicio el lugar fuera insignificante para su persona, la noticia del matrimonio de la concubina Hao era escuchada por los pasillos y fuera ya de los muros. Aunque la dama no era una de las favoritas del Emperador el revuelo del simple hecho de que la dama fuese otorgada era una rara noticia que solo ocurría pocas veces en cada dinastía. Solían ser solo matrimonios políticos entre naciones o para premiar por méritos satisfactorios que una dama del harem lograba salir del harem con tales honores.

Zhao Hua Xiang practicaba su caligrafía cuando el Eunuco Guang le conto algunos de las habladurías entro de aquellos muros, sobre todo la reacción de cada una de las influyentes esposas del Emperador. Las otras tres Consortes que continuaban en el harem por debajo de ella habían seguido su propio ejemplo y permanecieron a un lado de cualquier habladuría, incluso una de ellas envió un presente de felicitación directamente. El revuelo fue principalmente en aquellas que no tenían una posición estable en el Harem, algunas habían tratado de acercarse a Zhan Peng Jie pero la Emperatriz envió a sus sirvientas a dejar mensajes no muy halagadores para que nadie en el Harem hablara de más o tratara de confabularse. El hacer que el propio Emperador sellara aquel matrimonio había logrado que Hao Yueying se mantuviera en sus últimos días en el palacio como una figura estable.

- El Emperador envió presentes – las sirvientas se acercaron y mostraron los presentes.

Desde que su Palacio Interior Tian fue visitado por el propio Shang Ren Jie, la dama había comenzado a moverse más libremente, aquello le permitió ganar un poco más de terreno y extendió a su gente sin recelo entre los demás palacios de las concubinas, ya no hacía falta ocultar su presencia en aquel lugar. Podía decir que Shang Ren Jie se comportaba muy bien con ella desde los últimos días, incluso mejor desde la noche anterior, tras enviarle las copias de los diarios y cartas no solo había estampado su sello en la proclamación de Yueying sino que también envió una capa de piel de zorro particularmente exquisita, ahora en la mañana le enviaba algunos otros regalos raros y halagadores.

Al descubrir el nuevo regalo encontró que se trataba de una piedra de tinta, la talla de la piedra era exquisita, un fénix y un dragón, no era particularmente extraña, ni simplemente hermosa, el significado de aquel regalo era satisfactorio y demostraba la aceptación de su posición.

Con una sonrisa en su rostro, con un gesto llamo a una de las sirvientas, la muchacha rápidamente acepto el comando y busco entre los cofres un abanico limpio y sin rastros de tinta. Zhao Hua Xiang mojo un pincel y escribió allí de pie frente al eunuco principal del Emperador.

Noche sin fin. No puedo dormir.

La luna llena resplandece allá arriba.

Muy lejos en la noche oigo que alguien llama.

Sin esperanzas contesto, "Sí". ***

Deposito en la bandeja el abanico sin cerrar, abierto para que cada uno de los presentes pudieran leer la invitación que enviaba al Emperador.

Con una prominente reverencia se retiraron con premura dejando atrás a aquella que pronto serviría al esposo.

Tranquila y sin preocupaciones, escribió una carta a la Emperatriz, la artífice del encuentro del Emperador y ella debía saber cada uno de sus próximos movimientos. 

Lo único que realmente le molestaba era la Emperatriz, en los últimos días se había recluido y varios médicos la habían visitado, aunque alegaban que se trataba de un resfriado no podían estar demasiado confiadas de las conspiraciones.

- Envía a la Emperatriz aquel cofre.

El cofre al que se refería era una caja esmaltada que contenía unos zapatos bordados, su propósito era hacérselos llegar a Hao Yueying, zapatos para su boda como regalo.

- Alteza no sería mejor enviárselos directamente. – ella negó.

- La Señora Hao ahora es la Princesa Xi'an, muchos ojos puestos en ella, cualquier movimiento será mal interpretado.

Personalmente había bordado aquel par de zapatos, aquel era el regalo más sincero que podía dar para orar por la felicidad marital.

- Alteza, hay noticias del Emperador. – ella dejo su caligrafía y presto atención. – esta noche comerá en el Palacio Interior Tian.





*** POEMA "NOCHE SIN FIN" (Anónimo, Seis Dinastías)

Honorable Consorte ZhaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora