La silla de manos esperaba, dos eunucos supervisaban mientras dentro del Salón Tian la dueña era peinada y adornada. Cada uno de los siervos estaban orgullosos de servir a su señora, la delicada flor que habían visto crecer durante todos estos años y habían logrado proteger.
Zhao Hua Xiang vistió modestamente, apenas y se maquillo, visitaría el templo como cada año en estas fechas, sin mucha ceremonia salía de palacio a la adoración, visitaba a los pobres y donaba dinero.
Aquel año no sería diferente.
Ayudada por sus doncellas lentamente se coloco en la silla de ruedas para así salir del Salón.
- Es tan tedioso - murmuro – tantos cambios de vehículo.
- Soporte un poco Su Alteza, en la salida este está preparado un carro de caballos, es nuevo, es mucho mas cómodo y podrá recostarse durante el viaje.
La Honorable Consorte asintió y suavemente se acomodó. Mantener el decoro al mismo tiempo que soportaba la molestia era parte de su día a día, sobre todo cuando todos la observaban. En los últimos años había mejorado mucho, incluso caminaba lentamente sin ayuda de nadie, pero el incidente del veneno la había dejado muy fatigada, faltándole fuerzas para dicha tarea.
Desde el primer momento entendió que la Emperatriz planeaba algo, no le gustaba que la utilizaran, esos eran sus movimientos.
- Su Alteza, que tenga un buen viaje. – el Eunuco Guang se inclinó mientras la despedía. – La mantendré informada.
Simplemente asintió y con un movimiento de su mano se pusieron en marcha.
***
Era un mal marido, la emperatriz solo pensaba en eso, le había informado de la ejecución de Cairen Jin y a él simplemente no le importo.
- La Emperatriz sabe lo que es mejor para la corte Interior.
¿Acaso eso en la voz del Emperador Shang Ren Jie era sarcasmo? A la emperatriz no le importo, le causaba risa lo tontos que podían ser los hombres.
- Cada uno de los pasos que esta consorte ha realizado han sido por el bien de la familia imperial.
El no discutió eso, era consiente de cada uno de los sacrificios que había realizado a lo largo de los años. Ni una palabra más siempre era así, distantes. Bebieron su te en silencio mientras eran atendidos por los sirvientes, en la intimidad fueron servidos de pasteles de flores, frutas y otros aperitivos para acompañar él te, Shang Ren Jie observo a su emperatriz, se veía delgada y sus ojos cansados.
- ¿La Emperatriz fue examinada por el medico imperial? Se ve fatigada.
- No es nada su majestad, no he logrado dormir bien.
- La emperatriz es la madre de la nación, su salud es importante.
"no tanto como un hijo imperial" se dijo esta mientras solo le dejaba pedir por un medico inmediatamente.
- Este emperador ya está al tanto de la situación en el harem – hablo el como algo completamente casual, así que ella lo trato de la misma manera. – La Honorable Consorte Zhao ha realizado el papel de Emperatriz todos estos años o por lo menos el control de sello, ¿porque?
La Emperatriz Chen levanto la vista y miro a su esposo a los ojos, no existía ni un ápice de temor.
- Poder. Todo radica en el poder, me enviaron aquí a ser un títere, mi persona se negó por completo a ser solo la marioneta en el juego político de los Chen. La Honorable Consorte Zhao había sido educada para tener esa tarea, ella fue criada para ser una titiritera. – una triste sonrisa se dibujó en su rostro – sobrevivimos gracias a ello, muchas cosas han ocurrido en este palacio que usted nunca supo.
- ¿Ignorancia de mi parte? – sarcasmo nuevamente.
- No, por abandonarnos.
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Honorable Consorte Zhao
RomantizmTras 15 años como Emperador, Shang Ren Jie descubre que en el harem no es la emperatriz quien lleva el poder, la mayor influencia en su harem lo lleva su primera esposa, la consorte Zhao, a la que no ve desde su boda cuando ambos eran unos niños. ...