Capítulo 14.

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El día siguiente a su cumpleaños siempre era como una especie de extensión de su fiesta. ¡Felix lo adoraba! Todas las personas que no habían podido asistir a su celebración lo buscaban para ofrecerle disculpas y darle obsequios bonitos que, por supuesto, lo hacían sentir importante.

No fue una sorpresa para nadie que, al final del día escolar, el pecoso saliera del edificio cargando –con ayuda– más de veinte cajas y bolsas, listo para acomodarlo todo en los asientos posteriores de su automóvil nuevo. Había abierto algunas cosas durante la hora del almuerzo, pero el resto las quería revisar con más calma en su hogar.

—Gracias, Yuta. Gracias, Chen Le. Simplemente no sé qué haría sin amigos tan increíbles como ustedes —rio.

Cerró la puerta de su automóvil y se despidió de aquellos chicos que lo habían ayudado. Estaba por subir al asiento del piloto cuando reconoció a Chan a la distancia. El mayor se acercaba corriendo a él, sonriendo y con una preciosa bolsa de regalo color rojo en su mano derecha, feliz de no haber tenido muchas dificultades para encontrarlo.

—¡Felix!

—¿Chan hyung?

Tan pronto como hizo contacto visual con él, sintió ganas de contarle que Eun Jin lo estaba engañando con otro chico, pero se mordió la lengua para guardar esa valiosa información. Si podía evitar causarle dolor, lo haría. Contarle la verdad al inocente australiano era su segundo plan, tenía que ver si el primero funcionaba, pero para eso necesitaba hablar con la novia de Chan, también conocida como "La maldita infiel" en sus pensamientos.

—¿Qué tal? ¿Ya te vas?

—Sí, sí, ya me iba. Pero qué sorpresa que estés aquí, Chan hyung. No esperaba verte en mi escuela... ¿Quieres que te lleve a algún lado? —Le ofreció—. Mi auto es nuevo —agregó con una sonrisa.

—No, gracias. Vine por Ji Sung y por Seung Min porque les prometí que comeríamos juntos —explicó de manera sencilla—. Pero la verdad es que también esperaba alcanzarte ya que quería darte esto —le mostró la bolsa de regalo.

—¿E-en serio? O sea que... ¿También viniste por mí?

—Sí... Escucha, no nos fue muy bien con la recolección de peluches para los niños del orfanato y se supone que debemos entregarlos este fin de semana. Me sentí presionado por la falta de tiempo, así que fui a una juguetería esta mañana para comprar —comenzó—. Y... supe que ayer fue tu cumpleaños, así que se me ocurrió conseguirte algo. Sé que esto no es la gran cosa, pero hubo un peluche que en verdad me hizo pensar en ti, ¿sabes? Incluso tiene pecas y... —Rio un poco—. Es mejor que tú mismo lo veas —extendió la bolsa de regalo hacia el menor—. Ten. Feliz cumpleaños atrasado, Felix.

El rubio aceptó la bolsa, sin ser capaz de soltar siquiera un agradecimiento decente en voz baja, pues estaba impactado. Chan obsequiándole algo por su cumpleaños parecía una escena sacada de un sueño.

Abrió la bolsa con cuidado de no romperla o hacerle daño alguno y tras un minuto entero finalmente pudo sacar de su interior un pollito de peluche que, en efecto, tenía unas cuantas pequitas en su rostro y adorables pestañas decorando sus ojos. El juguete usaba además una playerita negra que completaba su aspecto simpático.

—E-esto es...

—Su nombre es BbokAri. ¿Te gusta? —Preguntó esperanzado el mayor.

—E-es... —Carraspeó un poco—. Es obvio que un obsequio de parte tuya no podía ser nada más que algo así de simple y... barato —dijo al notar que más estudiantes habían salido ya, reconociéndolo y mirándolo con curiosidad, muy atentos a su reacción—. En serio, no esperaba más, así que... Gracias, supongo.

Lo suficientemente bueno [HyunMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora